Stephanie Frappart sigue haciendo historia: será la primera árbitra en un partido de la Eurocopa masculina
La francesa Stephanie Frappart se convertirá este viernes en la primera árbitra en un partido de la Eurocopa al ser designada como asistente del holandés Danny Makkelie en el Turquía-Italia que abre el torneo, después de haber hecho historia dirigiendo la Champions el pasado diciembre.
Por qué es importante: Frappart ha sido la primera mujer en arbitrar en la segunda división francesa (2014) y en la primera (2019), primera en dirigir la Supercopa de Europa, en agosto de 2019, y primera en hacerlo en la Champions, en diciembre. Ahora pisará la Eurocopa, organizada en 11 estadios de 11 países del continente, después de haber dirigido partidos ya en la versión femenina, en 2017, y en el Mundial de 2019, organizado en Francia.
De este modo, el Turquía-Italia de este viernes (21.00 CET/19.00 GMT) en el Olímpico romano abre la Eurocopa, que se disputará hasta el 11 de julio con semifinales y final en Londres. Así, se encargará de vigilar los banquillos y estará cerca de los seleccionadores, preparada para entrar en juego en caso de lesión del árbitro principal.
En este sentido, en un encuentro la semana pasada con la prensa en la sede de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), aseguró que «es una gran evolución, un reconocimiento de mis cualidades y competencias. Esta es mi línea de conducta desde el principio, me eligen por mis competencias, no por mi género».
Por otra parte, señaló que «sé que mi presencia siempre es un evento. En la calle a veces me llaman, pero siempre de manera amistosa. La gente quiere una foto o un autógrafo, siempre respondo de manera cordial». Pero Frappart está contenta, pues la Federación Francesa no ha adaptado las exigencias para las mujeres en la concentración previa a la temporada en Clairefontaine, la ‘casa’ del fútbol galo. «Tenemos que pasar los mismos test físicos que los chicos porque los jugadores no van más lento cuando yo arbitro, por lo que la exigencia no debe ser menor», razonó.
La colegiada, nacida hace 37 años en la pequeña localidad de Le Plessis-Bouchard (región parisina), ha ido marcando hitos desde que, aún adolescente, decidió colgar las botas y dedicarse al arbitraje.
Nueve años después de comenzar a pitar encuentros de la primera división femenina, en abril de 2019 se convirtió en la primera mujer en arbitrar un partido de primera en Francia (Amiens-Estrasburgo) y en agosto del año pasado tomó el silbato para la final de la Supercopa entre el Chelsea y el Liverpool. También arbitró un partido de Liga de Campeones en diciembre de 2020 entre la Juventus de Turín y el Dinamo de Kiev.
Así, su carrera está en pleno camino ascendente, obnubilando al mundo de nuevo con su próximo trabajo en la Eurocopa.