Juanma Rodríguez: «Jennifer Hermoso se dará cuenta de que ha sido utilizada»

Tiene aspecto de hombre noble, de madridista comprometido, aunque no alocado a los niveles de apasionamiento de un Tomás Roncero. Defiende que él es madridista, sí, pero crítico cuando ha de serlo. La fama le llegó, tras muchos años en el periodismo, gracias a ‘El chiringuito’ de Josep Pedrerol. Un tanto histriónico en televisión, en la radio más pausado, maneja referencias cinéfilas y literarias para explicar las andanzas de los protagonistas de la actualidad deportiva. Juanma Rodríguez (Madrid, 1962) es divertido, cercano y practica habitualmente la coña en lo más importante de lo menos importante de nuestras vidas, el fútbol. Aunque el caso Negreira o el lío de Rubiales en la selección admitan pocas bromas al respecto.

PREGUNTA. – ¿Del Real Madrid gracias a su padre?

RESPUESTA. – Sí, desde pequeñito. Fui al Bernabéu por primera vez con 11 o 12 años, la verdad es que no tengo muy buena memoria futbolística.

P.- ¿Pero Juanma Rodríguez ha superado a su padre en sentimiento madridista por mucho?

R.- No lo sé. Cuando yo veía un partido de fútbol del Real Madrid, recuerdo a mi padre que en paz descanse, que le decía a mi madre: «Vámonos, déjale. Hemos creado un monstruo». Entonces, en ese momento sí le pasé. Pero no sé si en madridismo, tampoco en apasionamiento, porque yo no conocía a mi padre con la edad que yo tenía en ese momento. Pero mi padre era diestefanista, que son gente compleja, porque es gente que no te digo que tiende a menospreciar todo, pero lo relativiza.

Recuerdo que fui socio del Real Madrid cinco años. Los cinco años que el Madrid gana la Liga con la Quinta del Buitre, un equipo que jugaba fantásticamente bien al fútbol. Recuerdo a la gente salir del Bernabéu, un día el Madrid ganaba 4-0, otro día 5-1, otro día 3-1, otro día 4-2, y la gente siempre salía quejándose del partido: «El Madrid no ha jugado bien» y mi padre recuerdo que siempre decía «pero esto, Di Stéfano. Ya, pero es que esto Di Stéfano». Y yo le decía, «ya, papá. Pero déjame que disfrute un poco». 

P.- ¿Juanma Rodríguez cuando sale del armario periodísticamente y dice: «Yo soy periodista deportivo y además soy del Real Madrid»?

R.- Me gusta mucho que me hagas esa pregunta, porque es verdad que durante un tiempo ahora miro hacia atrás y digo «madre mía de mi vida». Pero luego murió mi padre y ya no tenía mucho sentido ir al fútbol sin él, la gente empezaba a identificarme con el asunto periodístico. Yo en ese momento tuve un arranque como de misticismo, de decir «no, que no me vinculen a mí con el Real Madrid», cuando al final es que uno llega al periodismo deportivo porque puede ser futbolista o tenista o jugador de baloncesto. Y entonces tiende a estar lo más próximo que puede al acontecimiento deportivo. Fíjate ahora, todo el mundo sabe que soy del Barça. (ríe)

P.- ¿Hubo algún jefe que le aconsejara mejor no decirlo?

R.- No lo recuerdo. Además, yo era y sigo siendo, creo, yo trato de argumentar siempre, vale, pero yo era muy crítico y he sido muy crítico. En una primera etapa de Florentino Pérez fui crítico con él. He sido muy crítico con casi todos los presidentes del Real Madrid, con Ramón Calderón, desde luego, con Ramón Mendoza también recuerdo, incluso con Lorenzo Sanz. Fue muy crítico con ellos, muy crítico con su gestión y con el modo de jugar del Madrid. Por mucho que seas madridista, no puedes decir «qué bien ha jugado el Real Madrid», si un día ha hecho una patata de partido. 

P.- ¿Juanma Rodríguez es defensor y miembro del llamado periodismo de bufanda?

R.- No me avergüenzo. Los que todavía no han dicho que son de un equipo están en ese proceso de abrir la puerta del armario. Están a punto de salir. Todos los periodistas deportivos son de un equipo de fútbol, todos. Lo que pasa que el hecho de que digas que eres periodista deportivo y del Real Madrid, eso escuece mucho más. Si eres periodista deportivo del Barca, te lo consiento. Si eres del Atlético de Madrid, por supuesto. Del Sevilla o del Betis, o bien del Deportivo de la Coruña o del Celta de Vigo. Ahora si eres del Real Madrid, eso no se consiente. 

P.- ¿Se sufre siendo madridista?

R.- Por supuesto que se sufre. Se sufre y se pasa bien. No creo que los atléticos tengan el patrimonio del sufrimiento. El otro día publicó el Celta de Vigo un vídeo muy gracioso, en el que un aficionado del Celta, con motivo de su partido con el Atlético de Madrid, asiste al speech que le suelta un atlético diciéndole: «Tú no sabes lo que es sufrir porque nosotros lo pasamos muy mal, porque nosotros estamos aquí para sufrir». Se lo dice a un aficionado del Celta de Vigo que el Celta de Vigo imagínate si sufre. El Atlético de Madrid sufre lo suyo, pero sufre menos que muchos, más que otros. Y el Madrid, por supuesto que sufre, claro. Yo sufro mucho con el Madrid, me lo paso muy bien con el Madrid y sufro mucho. Y cuando sufro me lo paso bien. 

P.- Ya que hablaba del Atlético de Madrid, ¿tiene sentido cuando se habla del equipo del pueblo?, ¿hay equipos del pueblo?

R.- No, igual que no hay un ADN o unos valores. Pues el Real Madrid, ¿qué caracteriza al Real Madrid? El trabajo, el esfuerzo, la solidaridad. Pero ¿qué pasa?, ¿qué los demás no trabajan, no se esfuerzan, no son solidarios? Yo creo que sí. Lo que diferencia al Real Madrid con respecto a otros es que, gracias a Dios, el Real Madrid ha tenido a los mejores futbolistas del mundo.

P.- Estando en ‘El purgatorio’, siempre preguntamos a los invitados por su relación con Dios.

R.- Creo en Dios. Soy creacionista. Eso que está tan vituperado.  Creo que todo esto, incluso este purgatorio, lo ha creado un ser superior que es Dios.

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P.- Fue famosa aquella proclama suya en el programa de Pedrerol. Aquello de «Dios es madridista». ¿Dios es madridista?

R.- Espero que no se enfade conmigo, pero yo creo que Dios está muy cerca del Real Madrid. Si no, explícame tú a mí la décimocuarta Champions. Es que no tiene explicación. Es que yo creo que ahí hay una suerte de inspiración divina y no se está hablando solo de fútbol, ahí hay algo místico. Hay algo, en fin, que no tiene que ver tanto con el balón como con un ser superior, que dice «no, perdona, pero esto tiene que ser así porque lo decido yo». 

P.- ¿Usted siempre va de cara, pudiéndose equivocar, pero por lo menos decir la verdad o su verdad?

R.- Lo que trato es, no sé si lo consigo, es de argumentar, trato de dar argumentos de lo que estoy diciendo. Aunque después en las redes sociales haya gente que no haga caso a ningún argumento.

P.- ¿Cuándo pierde uno el miedo, porque entiendo que lo ha perdido, a que le llamen machista, homófobo, racista…?

R.- Al final haces callo. Es ese proceso que a lo mejor contaba algún famoso de «es que dicen de mí esto», y a mí me ha pasado eso. Parece que hay gente que te conoce mejor que tú mismo o que la gente que te rodea. Y entonces son clichés, pero ya no lucho contra eso. Mis amigos del Chiringuito me vacilaban mucho porque yo era un tuitero de mecha corta. Y tengo que decir que estoy curado definitivamente. Entro, pongo mi mensajito y me voy. Y no quiero saber nada más porque es imposible. Esto es como la película esa de Brad Pitt, la de Guerra Mundial Z, tú matas a un zombie y salen otros.

P.- Tengo asuntos de actualidad. Pero lo último ha sido la imputación del presidente del Barca, Joan Laporta, en el caso Negreira.

R.- La imputación de Laporta, que yo creo que era que era un secreto a voces, que iba a suceder porque cuando el Barça trata de personarse en el caso, lo que viene a decirle el juez Aguirre a Laporta es «no me toque usted las palmas, que me conozco». «Oiga, déjeme usted en paz y tranquilo, que si usted no está imputado es por una simple cuestión de plazos», pues se veía claramente que su señoría estaba tratando de meterle mano legal a Joan Laporta.

Creo que se quedó en shock cuando le presentaron la imputación y me parece que era un secreto a voces. No me atrevería a decir que es la guinda, porque el pastel este no tiene fin. Es que vamos detrás un escándalo detrás de otro, detrás de otro, detrás de otro. Tiene más investigaciones el Barça ya que Champions en sus vitrinas. Es algo que deberíamos reflexionar sobre eso. Es un sexteto judicial, podríamos decir.

P.- ¿Es el escándalo más grave que Juanma Rodríguez recuerda haber contado en la historia del deporte español?

R.- Sí. No hay parangón. El propio Ceferin, presidente de la UEFA, lo dijo, no conocía un caso más escandaloso que este. Y paralelamente, casi tan escandaloso como el caso en sí, es la reacción de algunos sectores periodísticos de Barcelona. Tratando de ocultarlo o de desviar la atención o de sacar a Franco a pasear, o yo qué sé. Hablando de cosas que no tienen ningún sentido. 

P.- Cuando Juanma Castaño estuvo en El purgatorio, le comenté que las portadas del diario Sport y Mundo Deportivo, el día siguiente a que se conociera ese escándalo del caso Negreira, en ninguna de las portadas existía información alguna sobre Negreira. Y se lo pregunté a Castaño, si un estudiante de periodismo quiere aprender de periodismo y ve esas dos portadas el día siguiente de estallar lo de Negreira, ¿qué aprende de periodismo?

R.- Olvídate, Carlos. Olvídate. Decía Ben Bradlee, director del Washington Post, cuando se descubre el caso Watergate, una frase muy simple que yo tengo un poco en el frontispicio: «El periodismo es descubrir la verdad y contarla». No hay más. Efectivamente, si un chaval que quiere dedicarse a esto y ve esas portadas, eso desde luego no es periodismo.

P.- Que a veces andamos los periodistas, y lo digo en general, con un corporativismo entre nosotros. Pero hay compañeros que hacen propaganda y estaría bien decirlo. 

R.- Nunca he sido de esa opinión. Yo estoy tocando el piano, es una función de cara al público y puede venir otro pianista a decirme perfectamente: «Oiga, usted no tiene ni idea de tocar el piano, aquí el que sabe tocarlo soy yo». No tengo ningún inconveniente. No creo que debamos huir de eso. Entonces, ¿cómo reaccionas ante portadas que lo que tratan de hacer es ocultar el mayor escándalo de la historia del deporte en España? Es que luego ves determinados sectores políticos también que encubren el caso.

Porque el agnóstico Iceta, ahora que estamos en El purgatorio, el agnóstico Iceta diciendo que quien esté libre de pecado que arroje la primera piedra. No, ministro, explique usted eso. Usted tiene que explicar esa cita bíblica. Porque claro, lo que está usted sugiriendo es que está en conocimiento de que hay alguien más que ha hecho aproximadamente lo mismo que ha hecho el Barça, que fue pagar al vicepresidente de los árbitros durante 17 años. Tenga cuidado con eso.

P.- ¿Podríamos llegar a ver a un Barça descendido administrativamente por el tema judicial o esa opción la descarta?

R.- Eso ya está pactado entre Pedro Sánchez y Puigdemont. No me extrañaría que fuera en el pack de verdad, pero no lo sé. Europa está esperando a ver qué pasa en la justicia española. Lo que pienso es que el juez Aguirre va en una Kawasaki 450, va a toda velocidad. La jueza que arrancó el caso era todo lo contrario, que eso es otro escándalo dentro del escándalo del escándalo. Y este juez, por lo que a mí me cuentan, no es un juez estrella, pero es un juez que va a ir con todo.

P.- Si Juanma Rodríguez tuviera que apostar dinero, a si veremos a un Barça descendido administrativamente por el escándalo Negreira, ¿apostaría dinero?

R.- No apostaría dinero a que el Barça descienda de categoría en España. Y si apostaría dinero a que el Barça pueda quedar excluido de la Copa de Europa. Cosa que sería un desdoro, otro más para la competición española, que es lo que preocupa tanto a Tebas, la mejor liga del mundo. Que no lo es, evidentemente.

«Franco se ganó la condecoración del Barca, él rescató al equipo»

P.- Una pregunta imposible, pero imagino que se la habrá hecho en su fuero interno. ¿Si el caso Negreira en vez del Barça hubiera pasado en el Real Madrid?

R.- Vergonzoso. A mí me sonrojaría. Yo habría, humildemente y como un madridista de a pie porque no soy ni socio, pedido perdón hace mucho tiempo. Desde luego, lo que no habría hecho es rescatar viejos fantasmas. Y me parece que esa incapacidad de autocrítica por parte de muchos sectores sociales de Cataluña, de Barcelona, en este caso, explican en cierto sentido la quiebra total de un club histórico como el Barça. Ten en cuenta, Carlos, que el Barça ahora mismo está en una deuda de 1.200.000.000 de euros y que el otro día José María Minguella decía en El Mundo Deportivo, miembro del Senado del Fútbol Club Barcelona, decía que se podía ir a los 3 mil millones de euros. Eso es una quiebra técnica. Pero vamos, en cualquier sitio. Y sin embargo, siguen en una huida hacia adelante. 

P.- Entiendo yo, y expreso mi opinión, que el Barça, al ser un actor importante dentro del ecosistema catalán e independentista, que lo no van a dejar caer.

R.- Eso es. Federico Jiménez Losantos dice, y yo estoy de acuerdo con él, que «el Barça es el Ministerio de Asuntos Exteriores del independentismo catalán». Un poco la imagen que se traslada al exterior. Esta es la avanzadilla de lo que ellos quieren hacer en Cataluña. Estoy de acuerdo con eso, pero ahora es por eso, ahora en este momento. Pero al Barça, hace 60 años lo rescata de la quiebra Francisco Franco. Esto es público y notorio y se puede consultar. La historia es la que es. Al Barça le rescata Franco hasta el punto de que tú no verás una fotografía de Santiago Bernabéu condecorado al general Franco. Y sin embargo verás muchas de presidentes del Barça, condecorado al general Franco. Que se ganó la condecoración, porque, ya digo, rescató con dinero público al Fútbol Club Barcelona.

P.- ¿Juanma Rodríguez se cree esta Liga?

R.- Hay motivos sobrados con la información que tenemos encima de la mesa para que la gente en general, no yo, el periodismo también, por supuesto, pero la gente que va al fútbol, que es al final para lo que estamos trabajando todos, dude de que es un espectáculo limpio. Y no es estas peleas de lucha mexicana, entre el vengador justiciero y el Arapahoe tuerto. ¿Sabes lo que te quiero decir? Hay motivo para dudar. 

P.- ¿Ve fútbol femenino? 

R.- No.

P.- ¿Vio algo del Mundial femenino?

R.- Seguí el Mundial porque me pasó algo, y es que como las chantajistas plantearon un debate de o conmigo o sin mí, y sin mí, esto va a ser un desastre. Yo tenía un especial regusto a saber qué podía hacer una España sin las 15 jugadoras que habían planteado un chantaje. Oye, y mal parece que no nos fue porque ganamos el campeonato del mundo. Bien es cierto que luego de las 15, tres se bajaron del barco y regresaron. Regresaron porque claro, pasaba el tiempo, la Federación no daba su brazo a torcer. Se acercaba el campeonato del mundo y había jugadoras que perdían sponsors, patrocinios y la posibilidad de ser elegidas, por ejemplo, como pasó con Aitana Bonmatí, que fue elegida la mejor jugadora del año por la UEFA.

P.- Es decir, Juanma Rodríguez casi se alegra más de que ganase España en el Mundial por fastidiar a las que no fueron. 

R.- Pues a lo mejor sí. Porque yo no soy un seguidor del fútbol femenino. Es que llegué a ver a un tertuliano en Telecinco utilizar el argumento de que «no ver fútbol femenino es una especie de micromachismo», cosa que me demostró que no todas las opiniones son respetables. Y yo decía, ¿pero en qué momento se nos ha ido a todos la olla? El otro día un maestro de periodistas, ya un poco retirado, me mandaba una captura de pantalla de un partido, me parece que era un Valencia-Sevilla de la Liga Femenina.

No quiero equivocarme, pero era un partido gordo de la Liga Femenina. El campo estaba vacío. Cuando al otro día Rocío Monasterio dice con mucho sentido común que lo que no podemos hacer es, a punta de pistola, obligar a la gente que vaya a un espectáculo que no quiere ver. Eso se lo tienen que ganar las jugadoras, pero sinceramente, yo no creo que vea y me parece tú tampoco, el día en el que el fútbol masculino y el fútbol femenino estén equiparados en ese sentido.

P.- ¿Hay mucha hipocresía cuando se habla de fútbol femenino?

R.- Claro, la gente tiene miedo, y tienen motivo para tenerlo. Porque estas mujeres ahora mismo te señalan con el dedo y no hay purgatorio.

P.- ¿Habla de las jugadoras de la selección española?

R.- Sí, claro. Te mandan abajo. A Jorge Vilda le mandaron abajo. Rubiales tendría que haberse ido abajo mucho antes, pero cuando da el famoso beso a Jenni Hermoso, ven el cielo abierto. Pero mi amigo Pablo García Cuervo, director de Comunicación de la Federación que ha hecho un trabajo sensacional, para abajo. Alfonso Pérez Muñoz para abajo. La gente no quiere ser marcada. Dani Carvajal, que tiene para él y para sus hijos y sus nietos, la luz y el gas pagados ha hablado, pero es que no ha dicho nada realmente extraordinario. Fíjate tú lo que ha dicho, la locura que ha dicho, que hay que esperar a la acción de la justicia para saber si Luis Rubiales es considerado culpable. Carvajal no está abajo, de momento está donde estamos nosotros, a la altura del purgatorio.

«El Barça tiene más investigaciones judiciales que Champions»

P.- ¿Hay compañeros suyos que están muy acojonados para hablar del tema?

R.- Por supuesto, claro, naturalmente. Es más, el otro día estuve dando una charla en un colegio mayor. Eran chavales que están estudiando las carreras, entre 20 o 21 años, no sé, muy jovencitos todos. Estaba llena la sala y había dos o tres estudiantes de comunicación. Y entonces un estudiante de comunicación de periodismo me pregunta a mí sobre lo que yo pienso del tema. Y yo le digo: «¿Y tú qué piensas?» Y entonces se revuelve en la silla, empieza a carraspear, todos los de alrededor empiezan a reírse porque es un tema tabú. No se puede hablar de esto ¿Por qué? Porque ha habido alguien, no sé quién, que ha marcado esto con una línea roja que no se puede atravesar. Es que yo la única línea roja que tengo es la de no faltar al respeto a la gente.

P.- ¿El periodismo deportivo en España es machista o tiene componentes machistas? 

R.- Cuando empecé había muy pocas mujeres periodistas deportivas. Ahora me parece que ya es una cosa que está normalizada, gracias a Dios. Puedo haber asistido a capítulos concretos de comportamientos machistas, pero pienso, de verdad, que eso ahora mismo está absolutamente desterrado. O sea, a mí cuando me decías «¿cómo llevas que te llamen machista, qué te llamen xenófobo?» Bueno, la gente debería saber o no, pero eso me da igual, que yo no tengo amigos machistas.

Sería incapaz de sentarme a la mesa con un machista o con alguien que piense que una persona es inferior a otra por el color de su piel o por su religión. Sería incapaz de hacerlo, no va conmigo. Ahora que me digan que tal cosa es una línea roja o «usted tiene que decir esto que quiero que diga en este momento». No, hombre, eso pasaba cuando Franco, ahora estamos en democracia.

P.- Publicó en Libertad Digital una columna titulada ‘Jennifer Hermoso, yo no te creo’. ¿Juanma Rodríguez en qué no cree a Jennifer Hermoso? 

R.- No creo muchas cosas de las que dice Jennifer Hermoso. Pero, por ejemplo, no creo que cuando Luis Rubiales le da el famoso beso, ella entre en shock. No me lo creo. Deberá demostrarlo. Creo que aquí hay varias personas que han sido utilizadas con este capítulo bochornoso, porque es bochornoso que alguien te dé un beso en los labios. Y mucho más bochornoso es que desde un palco, con la presencia de Su Majestad la Reina, se lleve la mano al escroto. Es algo que no se puede aprobar.

Pero aquí hay varias personas que han sido utilizadas, empezando por el propio Luis Rubiales, a quien yo creo que las jugadoras marcan en su lista negra, porque cuando le piden la cabeza de Jorge Vilda, él no se la da. Y luego Jennifer Hermoso, con el paso del tiempo, si es que no se ha dado cuenta, ya se dará cuenta de que ha sido también utilizada. Por políticas, por políticas y políticos, pero políticas. Por ministras del Gobierno de España como Yolanda Díaz, Ione Belarra o Irene Montero.

P.- ¿Con Luis Rubiales se ha sido injusto, se ha sido demasiado exagerado en la reacción? 

R.- Todo este capítulo ha sido una excusa para rematar a alguien a quien estaban buscando hace tiempo. Yo llevo pidiendo desde hace mucho tiempo la dimisión de Luis Rubiales, Carlos, en absoluta soledad periodística. Pero a mí me hace mucha gracia ahora, cuando veo a compañeros míos que están diciendo que fue un presidente nefasto. Haberlo dicho hace cuatro años, o tres años o dos años, cuando lo decía yo. Cuando Rubiales se lleva la Supercopa de España a Arabia Saudí y para sostener una decisión que es kafkiana, argumenta que lo hace para defender el derecho de las mujeres. Hombre, escucha, por favor, vamos a ser serios. Entonces pedí la dimisión de Luis Rubiales. Por cierto, Ana Muñoz, que estaba en la Federación, sí que puede mirarle a los ojos a algunos lugares, porque dimitió precisamente por eso.

«No me creo que Jenni Hermoso entrara en shock tras el pico de Rubiales»

P.- ¿Se pasa por alto en el tratamiento de lo que hizo Rubiales, su relación de proximidad con el PSOE?

R.- No se pasa por alto. Es que es un asunto nuclear. Es decir, si Luis Rubiales no cae antes es porque el PSOE considera que es uno de los suyos. Y si cae en este momento es porque el PSOE le deja caer.

P.- Sobre política, ha dejado caer alguna vez que a usted, Pedro Sánchez, no le cae muy bien.

R.- Hombre, él dice que no es que mienta, sino que cambia de opinión, pero, siempre en el ámbito de lo político, no entro en lo personal, es un mentiroso patológico. Yo he votado en las últimas elecciones, es cierto que hubo un momento en mi vida que pensé que no me merecía la pena. Me desenganché y me volví a enganchar porque surgió un partido con el que me encuentro bastante cerca, Vox. Soy votante de Vox, ya lo sabe todo el mundo.

P.- ¿Antes se hace del Barça que votar a Pedro Sánchez?

R.- Tot el camp és un clam (Juanma Rodríguez entona la letra del himno del Barça).

P.- ¿Florentino Pérez hubiera sido un buen presidente del Gobierno?

R.- Habría sido un buen presidente del Gobierno, un buen nadador, un buen jugador de ajedrez, un buen… Es una mente superior. Cuando lo decía Butragueño, él no se lo creía, pero yo sí me lo creo. Es un ser superior.

P.- Sí mucha gente conoce a Juanma Rodríguez es por la televisión. Por ‘El chiringuito’. ¿Cómo se lleva con la fama?

R.- Hubo un momento en que le dije a Pedrerol que no lo llevaba bien y se preocupó e igual estoy desvelando algo. No es que me agobiara la gente. La gente, en líneas generales, la que se dirige a mí y a nosotros en general, lo hace con mucho cariño porque el programa es muy querido, es muy popular.

Pero notaba que me sentía vigilado, no sé, esa sensación de no poder hacer cosas que a lo mejor en otro momento harías con más tranquilidad. Mira, por ejemplo, tomarte una copa de vino. ¿Sabes lo que te quiero decir? O una cerveza, o dos cervezas, o un gin tonic. No estoy diciendo grandes gestas de la humanidad. Y ahora eso puede ser malinterpretado, alguien te puede hacer una foto en un momento de indiscreción. Y entonces hubo un primer momento en el que me agobié, pero tengo fases, aunque ahora estoy bastante bien.

P.- En redes vemos muchos gags suyos, vemos grandes momentos, ¿Juanma Rodríguez en la tele se transforma?

R.- Siempre he sido un poquito payasete, con mis amigos también. Entonces no tengo dificultad. Y yo creo que El chiringuito, por ejemplo, ya que me estás preguntando por el programa, tiene muchas cosas. Me parece muy injusto que periodistas y compañeros de profesión desprecien el lado periodístico que tiene el programa, porque es vanguardia de la información periodística. «No, esto no es periodismo, porque hay un tío que sale haciendo el tiburón». 

P.- Aparte, usted se lanza a responder. Recuerdo la polémica que tuvo con Maldini.

R.- Claro, es que me parece que, Maldini, cuando quieras nos ponemos a hablar de periodismo, de lo que haces tú, de lo que hago yo, de lo que hacemos todos. Me parece un poco injusto despreciar la parte periodística del programa. Yo veo cómo trabaja la gente del Chiringuito, veo cómo se hace el programa.

Conozco a los periodistas que hay en el Chiringuito, y todos son, salvo yo, extraordinarios. Vale que luego hay un tío a lo mejor que sale haciendo el tiburón, perfecto. Y eso es show. Muy bien, pero es que en un formato de tres horas diarias tiene que haber de todo. Y ese es el secreto del éxito de un programa como El chiringuito, porque yo abogo por hacer televisión divertida, radio entretenida, artículos que la gente lea porque lo comentaba contigo antes, es que nosotros hacemos televisión, radio y periodismo comercial. Si nadie nos ve, nos lee y nos escucha, no tiene sentido. 

P. Unas pocas preguntas breves, sé que le gusta el cine. Si su vida fuese una película, ¿qué película sería?

R.- El Guateque de Blake Edwards es una comedia fantástica, divertidísima. No quiero decir que yo tenga que ver con el protagonista de la película, pero es divertidísimo.

P.- ¿A Juanma Rodríguez le molesta cuando se dice ‘La Roja’ para referirse a la selección de España? 

R.- Hombre, claro. España no es ‘La Roja’, España es España.  No me siento identificado.

P.- ¿Florentino Pérez tiene el poder de cargarse a periodistas?

R.- Creo que no. He sido muy crítico con Florentino Pérez, y aquí estoy.

P.- ¿Qué es lo que más valora de los atléticos, de la ficción atlética?

R.- Te iba a decir que los títulos, pero no. Que se rehacen pronto. El Madrid después de un palo de dimensiones siderales, como fue el gol de Ramos en la Décima, al revés, al madridismo le habría costado mucho más tiempo rehacerse. Y sin embargo, ellos tardan poco en ponerse en pie. 

P.- Y la última, en un karaoke, no vale el himno del Barca, ¿Qué canción pediría cantar? 

R.- Yo canto muy bien, al contrario de lo que la gente piensa en general. Pero creo que tengo una mala fama basada no sé en qué exactamente. El otro día canté ‘Soy minero’ y me salió bien.