Athenea se reivindica dentro y fuera del campo: es la gran protagonista de la Nations League
La única campeona del mundo que no firmó el famoso último comunicado ha cobrado protagonismo en la Nations League
Se acabó el año para la Selección española femenina. El 2023 será inolvidable para las futbolistas que primero se convirtieron en campeonas del mundo y, después, en el foco de la noticia por el beso que –todavía nadie sabe por qué– decidió propinarle Luis Rubiales a Jenni Hermoso durante la celebración del título mundialista. Y, aunque todo ese lío sigue en los juzgados, aquello parece ya agua pasada. Deportivamente, desde luego.
Hay muchos nombres propios en aquella gesta: Aitana Bonmatí, Olga Carmona, Cata Coll, Alexia Putellas… Incluso Jorge Vilda, también campeón del mundo, y seleccionador ahora de Marruecos. Sin embargo, permítannos decir que una de las jugadoras más destacadas en estos últimos partidos del año es la madridista Athenea del Castillo. La delantera cántabra ha vivido montada en una auténtica montaña rusa durante este año que ya vamos dejando atrás. Su 2023 ha sido como el último partido de España, la goleada con remontada (5-3) contra Suecia. Inimaginable hace solo unos meses.
La protagonista de la Nations League
Athenea del Castillo está siendo la protagonista absoluta en esta UEFA Nations League, la primera de la historia. Esta es una competición de nueva creación, pero trascendental: determinará qué dos países europeos acompañarán a Francia en los Juegos Olímpicos de París de 2024. Con un total de cinco tantos en la primera fase, Athenea se ha echado el equipo a las espaldas. Es la máxima goleadora de la Selección española en lo que llevamos de Nations League, con goles importantes. Por ejemplo, el 2-3 que supuso el inicio de la remontada de España contra Suecia en La Rosaleda, tras una asistencia espectacular de Olga Carmona.
Solo Lineth Beerensteyn, de Países Bajos y con seis goles, supera a Athenea como máxima anotadora de la Liga A del torneo. La cántabra empieza ahora a reivindicarse, y lo hace tras unos meses inciertos. En el Mundial del que la Selección española salió campeona del mundo, Athenea no terminó de despuntar. Ahí están las estadísticas: jugó tres partidos, de los que fue titular tan solo en uno. En total, 75 minutos disputados. La culpa la tiene un esguince de tobillo en plena fase de grupos. Athenea abandonó el terreno de juego cojeando y entre lágrimas cuando apenas llevaba unos minutos sobre el terreno de juego en el partido contra Zambia, lo que la apartó del torneo durante varios partidos. Una vez superado el bache, la cántabra da ahora un golpe sobre la mesa en lo deportivo, demostrando que, aún siendo un verso suelto, es una de las piezas claves del engranaje del fútbol español.
Athenea, un verso suelto
Que Athenea del Castillo es un verso suelto es una realidad incontestable. La delantera, que en octubre cumplió 23 años, tiene un carisma especial. Con una personalidad algo cándida, incluidos algunos aspectos que podríamos calificar de aniñados, siempre ha despertado el lado más tierno de los aficionados. O, por lo menos, de algunos.
En una entrevista con el diario As durante el Mundial, la cántabra aseguró que lo que le relaja antes de un partido es tocar a Teddy, un osito blanco de peluche. Aquel comentario despertó el cariño de muchos, pero el odio de otros tantos también. Entre la afición culé hay quienes que se ceban con la delantera madridista, que no esconde las lágrimas cuando algo sale mal, algo que le ha valido el apodo de llorona. Como si en 2023 exteriorizar un sentimiento fuera motivo de burla.
Que es un verso suelto también lo demuestra el hecho de que fuera la única campeona del mundo que no firmara el comunicado emitido por 39 futbolistas en el que expresaban su decisión de no acudir a la Selección hasta que se atendieran sus peticiones. Fue el último gran comunicado antes del cónclave de Oliva. «Estoy totalmente de acuerdo, al igual que ya han expresado mis compañeras, en denunciar todo lo que sucedió con Jenni Hermoso y en señalar el comportamiento, totalmente fuera de lugar y lamentable, de Luis Rubiales», explicó. Sin embargo, aclaró su posición discordante: «Nos debemos a nuestra profesión y tenemos que cumplir con nuestro deber. […] Los cambios que exigimos tienen nombres y apellidos y considero que la mejor forma de provocarlos o, al menos, iniciarlos es desde dentro».
Objetivos para 2024
Todo aquello ya parece agua pasada, y la mejor forma de demostrarlo es en el terreno de juego. El excepcional estado de forma que está mostrando Athenea sobre el césped es el mejor ejemplo de esto. Ahora que termina un año raro, aunque magnífico en términos deportivos, la delantera se prepara para un 2024 repleto de objetivos. Con la Selección española, el reto es mayúsculo: clasificarse para los Juegos Olímpicos. Los primeros deberes ya están hechos, ahora España deberá medirse contra Francia, Alemania o Países Bajos en la final four. El próximo 11 de diciembre conoceremos los emparejamientos. Con Francia ya clasificada para el torneo olímpico, solo un país quedará fuera. A finales de febrero sabremos si España estará en París.
Con el Real Madrid, los objetivos siguen claros: competirle al Barça –algo que sigue pareciendo imposible– en la Liga F, en la que las madridistas siguen segundas detrás de las culés. En Copa, el Madrid busca hacer un papel al menos tan bueno como el del año pasado, cuando cayeron en la final contra el Atlético de Madrid. Además, en la Champions las blancas deberán hacer muy bien las cosas si quieren pasar a cuartos de final. De momento, son terceras de grupo, y las sensaciones no están siendo las deseadas.
El entrenador del equipo, Alberto Toril, está en entredicho. Un Alberto Toril que fue abucheado por la afición madridista en el partido contra el Sporting de Huelva tras la derrota del Clásico y que, por cierto, fue abrazado por Athenea en una de las celebraciones de gol. Otra muestra de que la cántabra es un verso suelto al que no le importa demasiado lo que opinen los demás.