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Ni el 'KO' de Bellingham agua la fiesta: el optimismo se instala en el Bernabéu

«El club porque está muy satisfecho de cómo están solventando esta cadena de infortunios en forma de lesiones»

Ni el ‘KO’ de Bellingham agua la fiesta: el optimismo se instala en el Bernabéu

El jugador del Real Madrid Jude Bellingham. | Guillermo Martinez (Zuma Press)

El regreso de la Champions siempre es motivo de satisfacción en Concha Espina. A los aficionados se les pone mirada golosa, a los directivos les invade un aire marcial y entre los jugadores se intuye el instinto asesino de las grandes ocasiones. Lógico. Cualquier fichaje que pisa ese vestuario por primera vez recibe un mensaje claro y conciso: «Aquí vamos a por todos los títulos, pero el más importante es la Copa de Europa».

Tanta es la obsesión merengue con ‘La Orejona’ que hasta ningunea la sabiduría popular. Solo así se puede explicar cómo es posible que si «la música amansa a las fieras» cada vez que suenan los acordes de Zadok the Priest (el himno de la Champions) todo en el Real Madrid, lejos de amansarse, se embravezca. Debe ser una casualidad del destino, pero Zadok el sacerdote fue creada (en origen) por el gran compositor sajón George Fiedrich Händel y esta noche el Madrid juega precisamente en Sajonia contra el RB Leipzig. 

Se pierde el concierto Jude Bellingham pero ¿llegará al del Bernabéu?

Bellingham estará tres semanas ‘KO’

Me he pasado todo el fin de semana pendiente de este asunto. Y es que las dos torceduras que Bellingham sufrió en el duelo contra el Girona tenían mala pinta. Tanta como para ser sustituido a los 58 minutos del encuentro. Nada más terminar el mismo le puse un mensaje a los servicios médicos del club. «Esguince. Pruebas médicas mañana», fue la escueta respuesta que recibí. El domingo a primera hora me saltó una alarma en el móvil, era el comunicado oficial sobre el estado físico del ingles: «Se le ha diagnosticado un esguince de alto grado en su tobillo izquierdo. Pendiente de evolución».

Según acabé de leerlo traté de tomar el pulso institucional donde la sensación que impera es la de «haber esquivado una bala» y les cuento el porqué. Si bien reconocen que «es una mala noticia» también destacan que Jude «ha estado a un milímetro de sufrir exactamente la misma lesión que en su día tuvieron Vinicius contra el Ajax o Casemiro contra el Celta. En ambos casos pasaron siete semanas fuera de combate» me explicaron aliviados. En esta ocasión «se estima que Jude podrá estar recuperado para el partido de vuelta ante el Leipzig». O lo que es lo mismo, Bellingham se perderá tres semanas de competición, lo cual engloba los enfrentamientos con el Leipzig (esta noche) en Copa de Europa y los de Rayo Vallecano, Sevilla y Valencia en el campeonato nacional de Liga. 

Optimismo a pesar de las lesiones 

Cualquiera se echaría las manos a la cabeza si tuviera tres roturas de cruzado (Courtois, Militao y Alaba) y otros dos pilares tocados (Bellingham y Rüdiguer) en su nómina, pero puedo asegurarles que, tal y como lo he podido palpar in situ, en la ‘órbita Real Madrid’ reina el optimismo. Entre los aficionados porque el sábado vieron a su equipo destrozar al Girona dando un paso de gigante para ganar La Liga. Se percibía en el ambiente una comunión grada-jugadores inmejorable. Todos estaban en ‘modo Champions’. Se sucedían los «así, así, así gana el Madrid», los «olés» y los «qué bote el Bernabéu». Hacía tiempo que no veía tan dichosa a la parroquia blanca.

Entre el cuerpo técnico porque están muy satisfechos de cómo están solventando esta cadena de infortunios en forma de lesiones. Tenían fe en su apuesta de Carvajal y Tchouameni como centrales, pero acabar el, hasta ahora, partido más importante de la temporada contra el Girona sin conceder una sola ocasión no estaba ni en las previsiones más entusiastas. Si a esto le sumamos que «Nacho está recuperado para el martes» las sonrisas campan a sus anchas por el césped de Valdebebas.

Idéntica sensación se experimenta en la zona noble de Chamartín, donde consideran un «auténtico acierto la planificación de la temporada». Tiene sentido que lo remarquen porque esta semana no ha sido fácil. Después de la lesión de Rüdiguer y de Nacho se multiplicaron las críticas por la falta de efectivos en esa zona del campo. En verano pasó exactamente lo mismo con la escasez de delanteros a pesar de la llegada de Joselu y Brahím. Tras ambos debates la respuesta fue la misma «tranquilidad» y «confianza en el proyecto».

Es lo que conlleva ser fiel a tus ideas. Que Ni el ‘KO’ de Bellingham te agua la fiesta.

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