Dos nuevos estudios acercan la opción de usar en casa la energía del coche eléctrico
Las universidades de Rochester y Queenland estudian avances para acercar la tecnología V2G a los propietarios de estos vehículos
Utilizar la energía sobrante de la batería de un coche eléctrico para dar electricidad al hogar es una posibilidad que cada vez está más cerca. Son varios los fabricantes de automóviles que plantean esta posibilidad y ahora, dos estudios recientes de dos universidades distintas acercan esta opción un poco más.
Qué es la tecnología V2G
Vehicle to grid (del vehículo a la red) o V2G es una tecnología basada en la carga bidireccional, es decir, consiste en que el vehículo pueda cargarse con electricidad, pero también devolver esa energía a la red eléctrica para que sea utilizada de nuevo en el hogar. La idea de este sistema es que se recargue el coche durante los periodos de menor consumo de electricidad para devolver la energía a la red cuando la demanda es más alta, lo que ayudaría a equilibrar la oferta y la demanda.
La investigación actual se centra en desarrollar por completo y perfeccionar esta tecnología para llevarla a los vehículos particulares y que sea una opción real para ahorrar en el consumo de electricidad.
El coche como método para almacenar energía
Uno de los principales problemas del uso de energías renovables actualmente es la falta de un sistema que permita su almacenamiento a gran escala para poder usarlas también en las horas que no se producen por falta de viento o luz solar, por ejemplo. Un nuevo estudio de la Universidad de Rochester, en Nueva York, propone la tecnología V2G como una solución a nivel individual.
«Las energías procedentes de fuentes renovables, aunque son mejores para el planeta, no pueden reemplazar a la energía tradicional porque no están siempre disponibles. La habilidad de almacenar la energía en una batería puede solucionar este problema», explican desde la universidad, y señalan que este espacio de almacenamiento puede ser encontrado en los coches eléctricos parados.
«La idea es ganar adherencia en partes de Canadá y Europa para utilizarlo como una manera de equilibrar la creciente disparidad entre el uso de electricidad y su generación que ocurre cuando entran en juego las energías dependientes del clima, como la solar y la eólica», añaden.
Para medir la posibilidad real de utilizar estos sistemas V2G, la investigadora Heta Gandhi ha desarrollado un modelo computacional que tiene en cuenta factores como la degradación de las baterías, así como un amplio rango de tiempos de conducción, distancias y otros escenarios no contemplados en modelos anteriores. Junto con Andrew White, coautor del estudio, ha utilizado este modelo para analizar el beneficio que supondría para los usuarios la tecnología V2G en seis grandes ciudades estadounidenses. La conclusión es que ahorrarían entre 120 y 150 dólares al año con esta práctica.
«Este artículo es muy valioso si realmente intentamos seguir una ruta en la que la gente pueda llegar a descargar energía de sus vehículos y venderla a la red», dice la autora. «Se necesitará más infraestructura, pero el V2G ofrece una solución excelente para el almacenamiento de energía y la estabilidad de la red», concluye.
Un estudio con baterías de Tesla
La Universidad de Queensland, en Australia, ha querido ser más práctica y está llevando a cabo un estudio para el que pretende reclutar a 500 usuarios de vehículos eléctricos de Tesla.
A través de Teslascope y con el permiso de los propietarios, Jake Whitehead, investigador de la universidad, quiere recopilar datos de uso de estos vehículos eléctricos para poder estudiar la mejor forma de aplicar la tecnología V2G. A cambio, los propietarios que cedan sus datos recibirán una suscripción premium de un año a Teslascope, un servicio de la marca que proporciona algunas herramientas y análisis sobre los hábitos de conducción del usuario.
«Tenemos una oportunidad única a través de este proyecto de entender mejor el comportamiento de conducción y carga de los vehículos eléctricos en diferentes mercados y cuáles son sus oportunidades de proporcionar servicios energéticos y generar un ingreso extra para los propietarios», argumenta Whitehead.
Actualmente, estos vehículos pueden contar con una autonomía de hasta 400 kilómetros y muchos de ellos se conducen menos de 50 kilómetros al día, apunta Whitehead, lo que considera una oportunidad para utilizar esta capacidad de almacenar la energía renovable generada durante el día e incluso «exportar energía para alimentar los hogares y apoyar a la red en un futuro».
Varias marcas trabajan en el V2G
Como es lógico, no son solo las universidades las interesadas en investigar esta tecnología y ya son varias las marcas que preparan esta opción para ofrecerla a sus clientes en un futuro cercano.
Nissan afirma que es el único gran productor de coches que tiene la tecnología V2G para vehículos eléctricos disponible actualmente. «V2G reduce algunos de los costes de tener un coche eléctrico de Nissan y también ayuda a reducir las emisiones», defienden.
Ford, por otra parte, está trabajando con la empresa de almacenamiento solar Sunrun para que los clientes que lo soliciten puedan contar con el hardware de carga e inversor necesario para poder tener carga bidireccional.
También están invirtiendo en esto marcas como Volkswagen, que quiere producir hasta 300.000 vehículos con carga bidireccional, o Hyundai, que equipará un modelo con esta tecnología, así como Mitsubishi.
Tesla, por su parte, ha afirmado que todos los vehículos que produzca en un futuro contarán con la opción de carga bidireccional.