Iberdrola logra un beneficio récord de 3.884 millones en un año marcado por Villarejo y su pulso al Gobierno
La eléctrica se mantiene así firme y eleva sus ganancias un 7,6% frente al ejercicio precedente
Iberdrola ha logrado un beneficio récord de 3.884 millones de euros en 2021, año que ha estado marcado por la crisis energética y la implicación de su presidente, Ignacio Sánchez Galán, en el caso Villarejo.
La eléctrica se mantiene así firme y eleva sus ganancias un 7,6% frente al ejercicio precedente, cuando ya rompió todos sus registros pese al impacto derivado de la crisis de la covid-19. La compañía ha echado su desarrollo al «buen comportamiento operativo» en Estados Unidos y Brasil.
También ha subrayado que, «de no haber mantenido la política de precios fijos a sus clientes», el beneficio habría estado «sustancialmente» por encima. «Si en lugar de vender nuestra energía al precio que lo hacemos, la hubiéramos vendido a 200 euros el megavatio hora (MWh), nuestros resultados ya se habrían multiplicado por dos», ha dicho Sánchez Galán en una conferencia ante analistas. Iberdrola ha apuntado que ha vendido a unos 60 euros el megavatio MWh en España.
También recoge tres efectos no recurrentes en el año a nivel de beneficio neto, según ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Estos son un efecto positivo neto de sentencias judiciales y medidas legales en España durante el año de 800 millones; un incremento del 19% al 25% de la tasa fiscal corporativa en Reino Unido, que implica el recálcalo de los impuestos diferidos del grupo y supone un impacto negativo de 455 millones; y la implementación de medidas de eficiencia con un impacto de 166 millones.
Ha conseguido también un fuerte incremento de los ingresos del 18%, hasta 39.113 millones de euros. Por su parte, el flujo de caja aumentó un 9%, hasta 8.914 millones, y la liquidez se sitúa en 19.500 millones.
Según la empresa, esta liquidez cubre sus necesidades de financiación de 24 meses. En un contexto inflacionista, la compañía cuenta con el 80% de su deuda financiada a tipo fijo y una vida media superior a los seis años.
La compañía invirtió una cifra récord de 9.940 millones de euros en 2021, un 3% más que en el ejercicio anterior. En España se dejó 2.386 millones. «La aceleración de las inversiones nos permite crecer a un ritmo superior al previsto. Estos resultados reflejan el éxito de un modelo sostenible y nos animan a seguir trabajando hacia una economía baja en carbono», ha destacado Sánchez Galán.
Incertidumbre regulatoria
Iberdrola, al igual que el resto del sector, también se enfrentó el curso pasado a una mayor incertidumbre regulatoria a golpe de real decreto y llegó incluso a cuestionar su inversiones en España si el Gobierno no daba marcha atrás en el recorte de beneficios a las eléctricas por la generación nuclear e hidroeléctrica.
Sánchez Galán fue el máximo responsable de entre las grandes grandes eléctricas que tomó una postura más dura contra los planteamientos de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. A la empresa también se le cuestionó por el vaciado de los embalses de Ricobayo (Zamora) y Valdecañas (Cáceres).
En lo que respecta a la fallida compra de PNM Resources, Sánchez Galán ha afirmado a los analistas que la empresa confía en que el Tribunal Supremo de Nuevo México resuelva a su favor el recurso de apelación.
Iberdrola extendió el contrato de fusión suscrito a través de Avangrid, su filial estadounidense, hasta el 20 de abril de 2023, tras que el regulador de Nuevo México rechazara a principios de diciembre por unanimidad la operación.
No obstante, el mayor problema para las empresa sigue siendo las supuestas irregularidades que pesan sobre Sánchez Galán, acusado de delitos de cohecho activo, contra la intimidad y falsedad en documento mercantil, y otros exdirectivos de la empresa.
Iberdrola y el ‘caso Villarejo’
El presidente de Ibedrola negó ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón cualquier tipo de implicación en los 15 encargos efectuados por la eléctrica entre 2004 y 2012 al comisario jubilado José Manuel Villarejo.
Además, aseguró que no solo no ordenó espiar a rivales empresariales como Florentino Pérez o Manuel Pizarro, sino que ha denunciado haber sido víctima de espionaje. Sánchez Galán ha pedido al juez salir del caso. Defiende la «inexistencia de conductas penalmente reprochables».
Esta pieza separada 17, relativa a Iberdrola, es una de las más de treinta que componen la macrocausa Tándem, donde se indaga en los muchos y variados negocios de Villarejo, que ya se ha sentado en el banquillo a causa de tres trabajos —Iron, Land y Pintor— y por los que se enfrenta a más de cien años de cárcel.
En el informe remitido al regulador, el grupo asegura que está colaborando con la Justicia en el «esclarecimiento de las circunstancias relativas a la contratación de la compañía Cenyt», con el fin de hacer efectivas las responsabilidades que en su caso hubiera lugar y «para defender su buen nombre y reputación».
«De la revisión y análisis de los procesos internos, que se han efectuado con ayuda de expertos independientes y de conformidad con el sistema de gobernanza y sostenibilidad y de cumplimiento del grupo, no se ha puesto de manifiesto ninguna vulneración ni de los sistemas de control interno, ni del código ético ni de cualesquiera otras normas o procedimientos. Por tanto, el impacto de estos hechos para Iberdrola o para las sociedades de su grupo se circunscribiría al ámbito reputacional», cita textualmente el documento.
Crece el dividendo
La retribución al accionista aumenta. Iberdrola abonó el 1 de febrero un dividendo de 0,17 euros por acción a cuenta de los resultados de 2o21, lo que supone un 1,2% más frente al que pagó el año anterior. Ahora, tras superar previsiones, propondrá en su próxima junta general de accionistas elevarlo un 4,8%, hasta los 0,44 euros brutos por acción, y que se completará con el pago complementario de julio de 0,27 euros. Para 2025 prevé elevarlo a 0,56 euros y para 2030, a 0,75 euros.
El grupo, que ha presentado resultados un día después que Endesa, lanzó en 2020 un plan inversor histórico a 2025 de 75.000 millones, que amplió hasta los 150.000 millones de euros hasta 2030. Además, estima que en los próximos años experimentará un aumento de su base de clientes.
De esta manera, bajo su estrategia para los próximos tres años y la evolución de los negocios a 2030, la multinacional pretende alcanzar un beneficio neto de entre 4.000 y 4.200 millones de euros este ejercicio, y elevarlo hasta los 5.000 millones para 2025 y a los 7.000 millones para 2030.