Calviño bloqueó el lunes las ayudas directas a los camioneros con la industria ya colapsada
El Ministerio de Asuntos Económicos subestimó el impacto el paro y se negó a detallar las ayudas como le pedían en el resto del equipo del Gobierno
La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, se negó a detallar la oferta remitida al sector del transporte en su reunión de este lunes. Según ha confirmado THE OBJECTIVE, desde el resto de ministerios se pidió encarecidamente a su cartera «la mayor concreción posible» en la propuesta presentada a comienzo de semana, pero la ministra de Asuntos Económicos subestimó el alcance de las manifestaciones y confió en que anunciar una cifra -sin concretar su ejecución- sería suficiente para frenar las movilizaciones.
Pero no fue así. El paro fue a más y el conflicto ha durado, al menos, una semana más. Las fuentes consultadas por este diario indican que, si se hubiese concretado la oferta el lunes, con plazos, tramos de ayuda y una cifra concreta respecto del impacto por litro del carburante, con toda seguridad el paro habría comenzado a desactivarse. Pero en el Ministerio de Asuntos Económicos se consideró que aún era pronto para dar detalles a la espera de poder cerrar todo el paquete económico que se aprobará en el Consejo de Ministros el próximo 29 de noviembre.
La decisión de la vicepresidenta se tomó además a sabiendas de que el pasado lunes la situación ya era crítica. Como ya contó este diario, la industria colapsó el fin de semana. Por esas fechas la industria láctea y de la aceituna de mesa ya habían parado y dos de las principales minas de Andalucía, Atalaya Mining y Cobre Las Cruces, postergaron su operación por falta de suministros como consecuencia de la huelga del transporte de mercancía. Una situación que también acercó el fantasma del desabastecimiento del pequeño consumidor con escasez de cerveza, frescos, leche, frutas y verduras.
Cálviño no logró frenar el paro
Las pérdidas de los primeros cinco días de paro superaron los 600 millones de euros en el sector primario, industria y distribución alimentaria y puso en peligro más de 100.000 puestos de trabajo, según las estimaciones realizadas por la cadena de valor agroalimentaria y del gran consumo (Cooperativas Agroalimentarias, Fiab, Aecoc, Asedas, Aces y Anged), que recordaron que estas acciones perjudicaban especialmente a sectores igualmente afectados por el actual escenario inflacionista.
Sin embargo, con este panorama el Ministerio de Asuntos Económicos desestimó las peticiones de hacer una oferta detallada a los camioneros el lunes. Calviño subestimó el tamaño de las movilizaciones y prefirió solo dar una cifra -los 500 millones de euros- que no logró frenar las movilizaciones.
Esto ha hecho tener al menos una semana más de paros y el riesgo de que las movilizaciones entren en su tercera semana. Lo que es evidente es que desde el lunes la situación se ha agravado notablemente. Numerosas empresas y cooperativas han tenido que interrumpir sus procesos de fabricación y se han visto obligadas a cerrar temporalmente sus plantas ante la falta de suministro en estos días. Azucarera, Cuétara, Dcoop, JaenCoop, Agrosevilla o fábricas de pienso han anunciado estar al límite.
Parones en las fábricas
Otras como Danone, Estrella de Galicia o Heineken también han anunciado que deberán hacerlo si la situación no mejora. Esto provocará la interrupción de suministro tanto de agua mineral natural como de productos lácteos a nivel nacional. Por su parte, el Grupo Calvo decidió cerrar este lunes su fábrica de conservas pesqueras en Carballo (La Coruña) por los problemas para garantizar la salida de producto y la entrada de suministro a causa de los paros del transporte.
Del mismo modo, el miércoles la patronal ASEDAS, que engloba a empresas como Mercadona, DIA o Covirán, cifró las pérdidas diarias en el caso de las empresas de distribución alimentaria en 130 millones de euros cuando se cumplen diez días de huelga. De nuevo, todas las organizaciones del gran consumo (Aecoc, ACES, Anged, Asedas, Cooperativas Agro-Alimentarias, FIAB y Hostelería de España) han instado al Gobierno a «no perder ni un segundo en la concreción del plan de ayudas al transporte» porque la situación es «insostenible».
Del mismo modo, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) exigió el miércoles al Gobierno medidas «inmediatas» para solucionar los paros de los transportistas y la crisis que está generando el aumento desorbitado de los carburantes y de la energía. Tras su junta directiva las dos patronales han elevado el tono ante la amenaza de «una gran crisis económica y social».