Los asesores fiscales reclaman que Hacienda ajuste el IRPF ante la escalada récord de la inflación
Los técnicos de Hacienda avalan la propuesta de deflactar el tributo para evitar que los contribuyentes sigan pagando más sin haber ganado poder adquisitivo
En plena diatriba política por los impuestos, los asesores fiscales reclaman que se adapte tanto la tarifa del IRPF como los mínimos personales y familiares del tributo ante la escalada de la inflación, que marcó en marzo el máximo de 37 años del 9,8% y apunta a una media anual de IPC del 7,5% este año, según el Banco de España.
En la presentación por parte del Consejo General de Economistas de España (CGE), que engloba el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), el presidente del CGE, Valentí Pich, llamó la atención sobre la necesidad de que el IRPF tenga en cuenta la subida nominal de las rentas y la inflación en pro del mantenimiento de la progresisividad del tributo.
Como adelantó THE OBJECTIVE, a partir de testimonios de los fiscalistas más reconocidos del país, y antes de desbocarse la inflación a cotas récord, la no deflactación -recálculo según la inflación- de los tramos de IRPF supondría al menos un sobrecoste tributario de 400 euros por persona, una cantidad que se queda corta después de que la inflación media prevista, del 7,5%, sea el doble de la proyectada antes de la invasión de Ucrania por Rusia.
Las arcas públicas hacen caja
Es decir, las arcas públicas hacen caja con la inflación que mina el bolsillo de los contribuyentes en su consumo diario y también vía impuestos -tanto indirectos como el IVA, como directos como el IRPF- que giran sobre bases imponibles mayores no recalcaculadas para aislar el impacto de la inflación.
Como explica a este diario el economista Javier Santacruz, experto en fiscalidad, si el mínimo persona exento era hace un año de 5.500 euros, con el aumento de los precios medio debería situarse enmascarar los 5.900 euros. De lo contrario se produce una sobretributación automática y un empobrecimiento adicional de los contribuyentes.
Progresividad en frío
El fenómeno producido por la renuncia de Hacienda, departamento que encabeza María Jesús Montero, a ajustar el IRPF en función de la evolución de los precios se llama «progresividad en frío o rémora fiscal», explican los expertos, y se traduce en que el ciudadano paga más por un mero efecto del alza de precios no contrarrestado por la reconfección del impuesto.
Desde el Estado no se han deflactado los tramos desde mediados de la década de los 2000, explica el experto, aunque sí lo han hecho las Haciendas forales vasca y navarra.
Embridar las cuentas públicas
Pich, presidente de los economistas, estima que la adaptación del IRPF al nuevo escenario inflacionista constituye una decisión que habrá de tomarse antes o después y bajo la asunción de que se torna cada vez más acuciante replanificar la política fiscal para embridar las cuentas públicas, máxime cuando se ha renunciado a contener el gasto y éste aumenta por la guerra en Ucrania, y cuando la financiación de la deuda pública se encarecerá por el cambio de hoja de ruta del Banco Central Europeo (BCE).
En el mismo sentido, los Técnicos de Hacienda, agrupados en el sindicato Gestha, avalan la propuesta de deflactar el IRPF, inserta en la petición de bajada de impuestos del líder popular Alberto Núñez Feijóo, alivio fiscal que rechazan los sindicatos y el Gobierno. Desde Gestha, se respalda la medida para evitar que los contribuyentes paguen más impuestos sin haber incrementado, sino visto menoscabado, su poder adquisitivo.
Por ello, los técnicos de Hacienda reclaman una deflactación de las escalas autonómicas del IRPF y los mínimos personales y familiares autonómicos según la estimación de la inflación media acumulada de 2021 y 2022 con efectos retroactivos de 1 de enero de este año.
Respecto a los cálculos sobre deflactación de las tarifas y sobre la indexación de algunos parámetros utilizados para llegar a la cuota a ingresar, los economistas del REAF consideran que tiene más efecto económico la segunda vía que la primera.
Por otra parte, los asesores recomiendan que se repase con atención el borrador antes de confirmarlo y, entre las novedades de la Campaña de la Renta 2021, destacaron la referente a la tributación de criptomonedas. Los contribuyentes que vendieron o permutaron divisas virtuales en 2021 deberán tributar por una ganancia o pérdida patrimonial en la base del ahorro y pueden tener en cuenta las comisiones a efectos de determinación de los valores de transmisión y de adquisición.