Sánchez busca cerrar un gran encuentro de "reconciliación" con empresarios en Cataluña
Moncloa quiere aprovechar la reunión anual del Cercle d’Economia para reencontrarse con el Ibex tras los varapalos sufridos en las últimas semanas
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su salida de una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados. | AGENCIAS
Moncloa intenta cerrar a marchas forzadas un «gran encuentro empresarial» del presidente del Gobierno con los primeros directivos de las primeras compañías españolas, según ha podido confirmar THE OBJECTIVE. Pedro Sánchez confirmó hace un par de semanas su asistencia a la reunión anual del Cercle d’Economia, que se desarrollará los días 4,5 y 6 de mayo en Barcelona y en el Gobierno esperan que esta sea la cita propicia para que comenzar a recomponer los puentes con el sector, rotos desde hace varias semanas.
El equipo de Pedro Sánchez -que clausurará el encuentro el viernes- lleva varios días intentando cerrar agendas e invitando a grandes empresarios no solo de Cataluña sino también del resto de España. El encuentro anual del Cercle suele ser el de mayor solera de todo el año, ya que no solo reúne a todo el empresariado local sino que además a grandes representantes de compañías con sede en Madrid.
Para Moncloa esta reunión es vital, ya que tiene una doble significación. Podría ser el reencuentro con los empresarios tras los varapalos sufridos en las últimas semanas, pero además el evento se realizará en Cataluña y con altos miembros de la Administración de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona en el ámbito económico y político. Esto además le permitiría tender puentes en momentos en que las relaciones con el independentismo pasan por uno de sus peores momentos de la legislatura.
Ribera y las energéticas
La idea es que Sánchez participe en el almuerzo de clausura posterior a su discurso de cierre y es ahí donde Moncloa espera que coincida con grandes empresarios y con buena parte de los que participen durante las otras dos jornadas. El Gobierno quiere escenificar esta suerte de reconciliación con la empresa y, en lo posible, poder tener este testimonio gráfico de un auditorio con presidentes de patronales, grandes directivos del Ibex, presidentes y CEO, escuchando su discurso.
Para asegurarse el éxito de sus gestiones, el Gobierno ha confirmado la asistencia no solo del presidente sino que además ha anunciado la presencia de la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, de la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera y del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.
Las dos primeras asistirán a la sesión inaugural -que se desarrollará por la tarde- donde coincidirán con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Pero, además, Ribera podría coincidir en el cóctel de cierre del día con José Bogas, consejero delegado de Endesa, Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol y Antonio Llardén, presidente de Enagás. Los tres han confirmado su asistencia presencial.
Patronales y parte del Ibex
La segunda jornada contará con la asistencia de la mayoría de los primeros espada de las patronales empresariales con José Luis Bonet, presidente de la Cámara de España, José Galíndez Zubiría, presidente del Círculo de Empresarios Vascos, Manuel Pérez-Sala, presidente del Círculo de Empresarios, Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball y Antonio Garamendi, presidente de la CEOE.
La segunda jornada contará con la asistencia de máximos directivos del Ibex como José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank, José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica, Tobías Martínez, CEO de Cellnex y Francisco Reynés, presidente de Naturgy. A ellos se suman representantes de las grandes empresas españolas como Oscar Pierre, CEO y co-fundador de Glovo, Enric Asunción, CEO de Wallbox, Marc Murtra, presidente de Indra y Elisenda Bou, cofundadora de Vilynx.
El viernes clausuran el evento, además de Pedro Sánchez, Jaume Giró, conseller d’Economia i Hisenda de la Generalitat de Catalunya y Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular y de la Xunta de Galicia.
Recordemos que las relaciones entre Pedro Sánchez y las grandes empresas no atraviesan su mejor momento. Hace un mes, los grandes empresarios evitaron dos veces hacerse la foto con el presidente de Gobierno. Los primeros directivos de las grandes empresas españolas no estuvieron junto a Pedro Sánchez en la presentación de las líneas maestras de su plan económico para paliar el impacto de la guerra de Ucrania y la crisis energética.
Dos plantones en una semana
Salvo contadas excepciones, el grueso de los CEO o presidentes del Ibex 35 declinaron aceptar la invitación de Moncloa a este acto con el que Gobierno buscaba la complicidad de las grandes empresas. Una semana después ,Sanchez asistió a otro gran acto público en el que también se encontraban grandes empresarios, pero todos evitaron coincidir con el presidente de Gobierno, por segunda vez en siete días.
Desde la irrupción de la pandemia, los principales ejecutivos del selectivo español cerraron filas con el Gobierno de Pedro Sánchez conscientes de la situación de emergencia que vivía el país y de la necesidad de sumar fuerzas para encauzar la recuperación. Más que por convicciones ideológicas y pese a que Sánchez muchas veces impulsó leyes contrarias a la gran empresa, se le apoyó para sacar adelante la crisis.
Sin embargo, las últimas decisiones del Gobierno, el retraso en el reparto de los fondos europeos, su mala gestión en la crisis de la energía y de la inflación y los bandazos de la presentación de su plan económico contra la guerra han terminado de romper el idilio que duró más de dos años.
Contactos con Feijóo
Una situación que contrasta con los acercamientos del mundo empresarial al nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Este diario también contó este fin de semana que las grandes empresas del Ibex 35 han acelerado los contactos en los últimos días para dar la bienvenida al nuevo presidente del Partido Popular (PP).
Con este contexto como telón de fondo, el ministerio de Hacienda de María Jesús Montero publicó un informe con datos demoledores contra la gran empresa que indignó a las grandes corporaciones españolas, en un nuevo traspié que complicó aún más las relaciones con el Ejecutivo. Un informe que acusaba a 23 multinacionales españolas de pagar menos de un 5% de impuestos sobre beneficios en 2019, un 2,5% de media.
