Cientos de afectados se unen para demandar a MásLuz por darles de alta sin su consentimiento
Denuncian que la compañía se hace pasar por su comercializadora para ofrecerles un descuento para darles de alta sin autorización
Cientos de personas se están organizando para presentar una demanda colectiva contra la compañía eléctrica MásLuz por contratos hechos sin haberles dado la autorización necesaria para ello y, también, por facturas abusivas.
Según denuncian los afectados, unidos en un grupo de Facebook, la compañía utiliza métodos fraudulentos para darles de baja de su compañía comercializadora y darles de alta en MásLuz, para después hacer cobros injustificados y no responder a las reclamaciones de los clientes.
Luis García-Pelayo fue quien decidió tratar de unir a los afectados para buscar la manera de presentar una demanda colectiva después de llevar meses peleando contra MásLuz, que le quiere cobrar más de 6.000 euros por seis meses de suministro de luz a una casa con solo tres personas.
«Al ver que no se avanzaba por ningún lado, que la OCU no hacía nada, pasaba el tiempo y me enfadé y creé el grupo», cuenta a THE OBJECTIVE. Ahora, está buscando un abogado que quiera llevar su caso y el de los otros afectados y, aunque sabe que es más complicado, quiere que el caso se lleve por lo penal y demandarlos por estafa continuada.
Y más ahora, que sabe que son cientos de personas las que como él han vivido esta situación. Desde que El Español adelantara esta denuncia, el grupo ha ido creciendo y en el momento de escribir esta noticia tenía cerca de 400 miembros.
Según los datos proporcionados por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a THE OBJECTIVE, en 2021 recibieron 183 consultas sobre MásLuz, siendo los motivos más mencionados las prácticas fraudulentas y problemas con la facturación y el cobro de deudas.
Se hacen pasar por tu compañía
En conversaciones con este periódico, varios afectados coinciden en que la forma que utilizó MásLuz para obtener su autorización fue una llamada en la que se hacían pasar por su comercializadora y le ofrecían un descuento. Para aceptar el supuesto descuento, el operador pide que digan «sí» cuando hagan pausas, intercalando el nombre de MásLuz de una manera que pueda pasar desapercibido.
«En todo momento la conversación transcurre bajo el pretexto de que ya soy cliente y que se trata de una simple modificación del contrato para ajustarlo a la oferta. Al final, das tu ‘ok’ a través de sms y ese es el único momento en el que tienes constancia del contrato, después nunca recibí ni copia por email ni física», cuenta a este periódico Alejandro, uno de los afectados.
Otro pretexto que usan en la llamada, en este caso en el de los clientes que han conseguido finalmente darse de baja de MásLuz, es afirmar que llaman para dar de baja sus datos de los ficheros de la empresa debido a las numerosas denuncias recibidas.
Es el caso de Paula, una de las afectadas, que asegura que en esta llamada «estuve atenta, porque ya me fío poco» y lo único que dijo el operador fue «solicitar la baja de sus ficheros». Sin embargo, un mes después recibió una comunicación por parte de Naturgy en la que era informada de la baja de su contrato.
Otra afectada cuenta el mismo caso, pero con más complicación aún, puesto que el afectado original era su padre, e incluso tras cambiar los contratos a su nombre para evitar que MásLuz tuviera acceso a los nuevos datos, volvieron a darles de alta sin previo aviso.
Por si todo esto fuera poco, en el audio que utilizan para justificar el consentimiento de la persona a la que han dado de alta, la compañía incluye una autorización que supone renunciar a cualquier ayuda social que la persona tenga derecho a recibir, según ha podido comprobar este periódico en el audio de Luis García-Pelayo, que asegura que está manipulado.
MásLuz no ha respondido a ninguno de los intentos de este periódico de ponerse en contacto con la empresa por distintos medios.
Sin contrato ni facturas que consultar
Normalmente, los afectados se dan cuenta del cambio de contratos al no recibir sus facturas habituales, puesto que no reciben el nuevo contrato ni ninguna factura que justifique los cobros que efectúan en su cuenta bancaria.
«Nunca recibí ni copia por email ni física», denuncia Alejandro, una copia que lleva «meses intentando conseguir, pidiéndolo en distintas llamadas y correos electrónicos». Finalmente, consiguió recibir una sola factura en septiembre pero, afirma que «ellos emiten cobros y no justifican».
«No hacen referencia (en los cobros) a qué casa es ni te mandan factura previo cobro», denuncia otra afectada, que además asegura que ha llegado a recibir tres recibos en un día de la misma empresa y que, cuando por fin envían una factura, es siempre después de hacer el cargo a la cuenta bancaria y sin justificar.
Según denuncian varios de ellos, cuando por fin pueden comprobar las facturas ven que el consumo siempre es estimado, pero la compañía nunca lo regula en los siguientes pagos. También denuncian cobros por motivos sin sentido, como un depósito para poder cubrir los gastos derivados de los problemas por la guerra en Ucrania, según hemos podido ver en una de las comunicaciones a Luis García-Pelayo.
Además, los afectados aseguran que las comunicaciones con MásLuz son, como poco, complicadas, y en la mayoría de ocasiones no responden a las peticiones de documentación o de explicaciones por los contratos dados de alta.
Muchos de ellos denuncian también que cuando devuelven los recibos en el banco, los cobros llegan bajo el nombre de otras empresas distintas, obligando a los supuestos clientes a comprobar la cuenta bancaria incluso varias veces al día.
Quejas por los procedimientos de las comercializadoras
Otro aspecto en el que coinciden los afectados que han contado su historia a THE OBJECTIVE es el descontento con las comercializadoras por dar de baja sus contratos sin ponerse en contacto con ellos primero.
«Me preocupa el protocolo de altas y bajas de servicio. No puede ser tan fácil que cualquier te dé de baja en tus suministros. Debería de tener algún tipo de seguridad», critica Paula: «No puede ser que yo me entere de la baja de mis contratos 15 días después de que se haya formalizado el cambio».
«Tampoco se nos puede olvidar que nuestras comercializadoras, aunque hayamos sido objeto de captación fraudulenta por MásLuz, también se las traen. Porque eso de cambiarte de compañía sin que la comercializadora contacte con el cliente antes de ejecutar el cambio es algo que nunca entenderé», denuncia otro afectado.
Todos ellos critican que grandes empresas como Naturgy o Iberdrola no comprueben con el cliente antes de dar de baja su contrato y, además, aprovechen la situación cuando quieren volverse a dar de alta para exigirles un nuevo contrato con condiciones peores que el anterior.