Pallete marca distancias con Sánchez y De Paz pierde peso en Telefónica tras salir de Prisa
En el mercado se especula con que esta operación podría ser la antesala de la entrada de la operadora con alguna participación en Indra
Telefónica y su presidente, José María Álvarez-Pallete, comienzan a abandonar el grupo Prisa después de una década. Una operación que hace pocas semanas parecía imposible, pero que este jueves se ha hecho realidad gracias a la irrupción de Global Alconaba, propiedad de empresarios vinculados al Partido Socialista (PSOE).
La venta supone un verdadero alivio para Pallete, que después de un lustro ha logrado imponer sus criterios económicos sobre las presiones políticas. Por el contrario, según ha confirmado THE OBJECTIVE, la operación es un duro varapalo para Javier de Paz, histórico consejero de la operadora que se habría erigido en el enlace entre Telefónica y el Gobierno y que había utilizado a Prisa como su caballo de batalla para mantener un delicado equilibrio entre la política y los intereses empresariales.
Según fuentes del mercado, la operación además podría abrir la puerta a la entrada de Telefónica en Indra, una de las viejas aspiraciones de Moncloa de unir a dos de las empresas tecnológicas más importantes de España y que se podría utilizar como moneda de cambio para no romper definitivamente las relaciones con el Gobierno.
Pallete y Prisa
Quienes han estado cerca de esta operación relatan a este diario que la venta de 7,1% de Prisa -que les deja todavía con un 2% de la sociedad editora de El País y Cadena Ser- supone un distanciamiento «amistoso» entre Pallete y Pedro Sánchez. El fin de una relación en la que desde Moncloa bloquearon la salida de la teleco de la compañía de medios y presionaron a Telefónica para que apoyara a Amber Capital y a Joseph Oughourlian en la toma de control de la compañía en diciembre de 2020, desbancando a Javier Monzón y al Banco Santander.
Desde su llegada a Moncloa en verano de 2018, Pedro Sánchez había encontrado en Pallete a un leal consejero en materia económica. De hecho, Telefónica ha sido en los últimos cuatro años unos de los principales apoyos para Sánchez y uno de los sostenes del control del Gobierno en Prisa.
A cambio, se han realizado movimientos legislativos para proteger a la operadora de fondos oportunistas extranjeros mediante la acción de oro, un mecanismo que se ha renovado hasta finales del 2022 y pocas horas después de que volvieran a sonar tambores de OPA en Telefónica, tras la oferta del fondo KKR por la italiana TIM.
Salida ‘ordenada’
Sin embargo, hace unas semanas el directivo planteó la posibilidad de salir del grupo de medios de manera «ordenada», indicando a Amber que no tenía sentido que una empresa tecnológica fuese accionista del principal grupo de medios de España y que esta situación les estaba penalizando de cara a la cotización de su acción y de su posicionamiento frente a los analistas e inversores. Fue un movimiento estratégico, pero también económico ya que la entrada de Telefónica en Prisa ha sido ruinosa.
En 2012, tras un acuerdo entre Juan Luis Cebrián -presidente de Prisa por ese entonces- y los acreedores de la compañía, Telefónica, Santander, La Caixa y HSBC entraron en el capital mediante canje de deuda y bonos convertibles con 434 millones, de los que 100 millones fueron sufragados por la telec0. Una década después se ha vendido casi la totalidad de esta participación en 34 millones, un tercio de lo invertido.
De esta manera, la salida de Prisa se ha producido de manera consensuada, en términos amistosos y tras una larga negociación. Desde Telefónica y el Gobierno esperan que los puentes sigan tendidos, pero Pallete ya no tendrá que cargar con la pesada mochila política de Prisa y no tendrá deudas con Moncloa.
Indra y el Gobierno
Solo queda una incógnita sobre si este movimiento podría ser la antesala de una operación de mucho mayor calado. En el mercado se ha especulado que tras el anuncio de la salida de Telefónica de Prisa ésta podría buscar alguna participación en Indra. Desde hace varios meses el Gobierno presiona a la operadora para unir a las dos grandes compañías tecnológicas españolas, aunque desde la primera siempre han descartado oficialmente un movimiento de estas características.
Por último, el gran perjudicado es Javier de Paz. El pasado 16 de diciembre el histórico asesor fue nombrado presidente de la Comisión de Regulación y Asuntos Institucionales, un escalón más en su imparable carrera que le ha convertido en el consejero de mayor confianza del presidente ejecutivo, José María Álvarez-Pallete. Se preveía que podía ganar aún más peso en la compañía pero la operación Prisa ha echado por tierra estas aspiraciones.
Histórico socialista
A diferencia de César Alierta, Pallete nunca ha buscado protagonismo más allá del mundo de la empresa, por eso De Paz ha sido clave para poder hacer equilibrios en un terreno político en el que el presidente nunca se ha sentido cómodo. Precisamente el maridaje entre Pallete y Sánchez se produjo por la mediación de Javier de Paz, quien es un convencido de que la entente con el Gobierno era la mejor alianza posible para Telefónica y que Prisa era la mejor arma para mantener este pacto no escrito.
De Paz es un histórico socialista -secretario general de las Juventudes Socialistas y miembro de la Ejecutiva del PSOE entre 1984 y 1993- que desde la llegada del PSOE al poder en 2018 presume de ser el ‘enlace’ entre Telefónica y Moncloa.
De hecho, el consejero bloqueó personalmente anteriores intentos de Pallete de desprenderse de Prisa y aconsejó no vender ante un buen puñado de ofertas que llegaron a Telefónica en los últimos dos años. Ahora, sin el ‘caramelo’ del editor de El País y Cadena Ser, Javier de Paz pierde peso como vínculo con el Gobierno, según confirman a este diario allegados a la operadora.
