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Abengoa se aferra a un rescate de última hora y Terramar volverá a ampliar el plazo de su oferta

La SEPI se inclina por dejar que expire el plazo para la entrega de estas ayudas el 30 de junio y dar por concluido el expediente de oficio

Abengoa se aferra a un rescate de última hora y Terramar volverá a ampliar el plazo de su oferta

Sede de Abengoa en una imagen de archivo. | Agencias

La viabilidad de Abengoa pende de un hilo. La compañía está a la espera de que se resuelva su solicitud de 249 millones de euros de dinero público por parte del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (Fasee) de la SEPI, pero las perspectivas son muy negativas.

Según ha podido saber THE OBJECTIVE, en la sociedad pública nadie se atreve a rescatar a una empresa que no cumple con ninguno de los criterios de este fondo y todo parece indicar que se inclinará por dejar que expire el plazo para la entrega de estas ayudas el 30 de junio y dar por concluido el expediente de oficio.

Sin embargo, en Abengoa se niegan a dar por perdidas estas ayudas pese a que quedan 40 días para que concluyan. En la compañía confían en que se dé el visto bueno in extremis, es decir en los últimos días de junio, cuando ya esté a punto de vencer el plazo. Para facilitar esta operación, el fondo Terramar se compromete a extender nuevamente su oferta hasta finales de junio para poder dar tiempo a que llegue el dinero de la SEPI.

Única oferta por Abengoa

Terramar es la única empresa que ha presentado un plan de reestructuración para recapitalizar Abengoa, en concurso de acreedores desde comienzos del año 2021. El problema es que su oferta de 200 millones de euros en préstamos está sujeta a la concesión del rescate público. Sin el dinero de la SEPI no se podría activar esta solución, por tanto la no concesión del dinero estatal podría empujar a la empresa energética andaluza a una solución crítica.

Es por ello que el fondo estadounidense ampliará por cuarta vez una oferta que en principio expiraba el pasado 31 de diciembre, pero ha tenido que seguir en vigor ante la impasividad del fondo de la SEPI. Por otro lado, Terramar no quiere perder los 450.000 euros que Abengoa debe abonarles en concepto de indemnización si no se concreta la operación.

El problema es que, como dicen desde dentro de la sociedad pública, el expediente no está cerca de estar concluido y todavía faltan muchos flecos por cerrar. Considerando los tiempos que maneja la SEPI y que la solicitud de Abengoa fue presentada el 17 de marzo del año pasado, nada indica que lo que no se ha resuelto en 14 meses, se solucione en solo un mes.

¿Nuevo caso Plus Ultra?

Este diario ha publicado en varias ocaciones que la SEPI teme que la aprobación del rescate de Abengoa se convierta en otro nuevo caso Plus Ultra, financiando con dinero público a una empresa quebrada y cuyos problemas no están relacionados con la pandemia. Se cree además que podrían utilizar este dinero sólo para pagar deudas y para sostener con vida a una empresa que no tiene viabilidad.

Lo único que juega a favor de Abengoa son las presiones políticas de una empresa estratégica que genera 3.000 empleos directos y otros 5.000 indirectos en Andalucía. En anteriores rescates como el de Duro Felguera, las presiones de las Administraciones públicas y los partidos políticos sacaron adelante el expediente, pero tras Plus Ultra la situación obligó a la SEPI a extremar las precauciones y a mirar con lupa cada una de las solicitudes.

De hecho, la Sepi sigue sin fiarse de Terramar, para lo que han pedido en innumerables ocasiones una propuesta de rescate alternativa que garantice que el dinero no se perderá y que el Estado recupere los 249 millones de euros solicitados. Sin embargo, en 14 meses esta propuesta alternativa no se ha presentado, pese a los intentos infructuosos de diversos inversores españoles y extranjeros.

Justificación para el rescate

Este diario publicó en febrero que la SEPI no tiene ninguna justificación financiera para aprobar el rescate. Bajo cualquier parámetro Abenewco 1 -la sociedad que que agrupa los activos más importantes y bajo la que se solicitó el rescate- es una empresa que debería haber presentado concurso de acreedores incluso antes de la pandemia y sus ratios de endeudamiento hacen que cualquier ayuda aprobada por la SEPI vulnere su propia normativa. 

Además, las cifras a las que tuvo acceso este medio demuestran que sus problemas no tienen nada que ver con el impacto de la covid y que incluso con una inyección de 249 millones es muy difícil que pueda ser viable en el mediano plazo. Además, la compañía mantiene elevadas deudas con Administraciones públicas. 

Es por ello que se reformuló la petición para que seis filiales de Abenewco 1 puedan ser elegibles: Abengoa Energía, Abengoa Agua, Abengoa Solar, Abener Energía, Inabensa Instalaciones y Mantenimiento, y Abengoa Operación y Mantenimiento. En cualquier caso, pese a este ajuste no parece que nada haya cambiado y las dudas del fondo de rescate de la SEPI siguen siendo las mismas.

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