Ferrovial compra el 49% de la nueva terminal del JFK de Nueva York por 1.000 millones de euros
En cualquier caso, el cierre de la operación está sujeto a determinadas condiciones suspensivas, incluyendo la aprobación de las autoridades portuarias
Ferrovial ha adquirido a la firma de inversión estadounidense Carlyle el 96% de su participación en el consorcio designado para diseñar, construir y operar una nueva terminal en el Aeropuerto Internacional JFK de Nueva York, por 1.140 millones de dólares estadounidenses (1.062 millones de euros).
Actualmente, Carlyle es titular del 51% de este consorcio y Ferrovial se ha hecho con el 96% de esta participación a través de su filial de Aeropuertos, por lo que la constructora española pasará a controlar el 49% del total, una participación mayoritaria puesto que los dos socios, JLC y Ullico, cuentan con el 30% y 19%, respectivamente.
En cualquier caso, el cierre de la operación está sujeto a determinadas condiciones suspensivas, incluyendo la aprobación de las autoridades portuarias, según ha informado la compañía presidida por Rafael del Pino a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Ferrovial desveló en febrero que estaba negociando esta operación y es ahora cuando ambas partes han llegado a un acuerdo.
Con una inversión de 9.500 millones de dólares (unos 8.850 millones de euros), el proyecto de la nueva terminal 1 del JFK, llamado New Terminal One, se ubicará en el espacio que actualmente ocupan la T1 y la T2 y la antigua T3, más de 232.000 metros cuadrados. Ferrovial formaría parte de los socios financieros, mientras que Aecom y Gensher de la parte del diseño y construcción.
Demolición de las terminales antiguas
El proceso de remodelación, que incluye la demolición de las terminales antiguas y la modernización de las infraestructuras, incrementará la capacidad de la terminal, convirtiéndose en la mayor terminal del Aeropuerto Internacional JFK. La construcción del proyecto se llevará a cabo por fases y se espera la primera fase esté finalizada en 2026.
Los promotores esperan que esta infraestructura sirva como una puerta de entrada al área metropolitana de Nueva York y establezca un nuevo estándar de diseño y servicio, aspirando a estar entre las diez mejores terminales aeroportuarias del mundo.
New Terminal One tendrá 23 puertas, con un diseño sostenible, amplios espacios públicos con iluminación natural y nuevas tecnologías. Con más de 300.000 pies cuadrados (91 kilómetros) de espacio para restauración, tiendas, salones y recreación, promete ofrecer a los pasajeros un «lugar único» en Nueva York, con especial reminiscencia al barrio de Queens.