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BBVA reduce su capital un 4,2% antes de culminar el plan de recompra de acciones

La entidad ejecutará la amortización de las acciones adquiridas en el primer tramo del programa de adquisición de títulos propios, en el que invirtió 1.500 millones

BBVA reduce su capital un 4,2% antes de culminar el plan de recompra de acciones

Sede de BBVA | Europa Press

BBVA ha dado el primer paso para amortizar las acciones que ha venido adquiriendo en los últimos meses en el marco de la recompra de títulos para mejorar la retribución de los inversores. La entidad, antes de haber finalizado el programa de adquisición de participaciones, ha decidido llevar a cabo una primera amortización. Esta será parcial y afectará al 4,2% de su capital, según ha podido saber THE OBJECTIVE.

La operación, según lo acordado por el consejo de administración de BBVA, se realizará a través de la reducción del capital por un importe nominal de 137,79 millones de euros, mediante la liquidación de 281,21 millones de acciones propias que mantenía en autocartera. Estos títulos fueron tomados en el mercado por el banco durante el primer tramo de la recompra, que se extendió entre noviembre de 2021 y marzo de este año. En el mismo invirtió 1.500 millones, un dinero que proviene de los recursos percibidos por la venta de su filial de Estados Unidos.

En la actualidad, BBVA continúa con el programa y, según los últimos datos de la CNMV, acumula un 7,18% de capital en autocartera. La entidad se ha fijado como máximo adquirir el 10% del capital para su amortización o un paquete global de títulos por valor de 3.500 millones. Está previsto que el programa de recompra no finalice hasta octubre.

La autocartera de BBVA bajará al 3%

Una vez ejecute la reducción de capital, el volumen de acciones propias en cartera bajará hasta el entorno del 3%, pero irá aumentando en función de la materialización del plan de adquisición hasta su culminación. No se descarta que, una vez termine este, BBVA ponga en marcha otro de menor importe ante su exceso de solvencia.

El banco lanzó esta iniciativa con el fin de utilizar el superávit de capital de 8.000 millones por la desinversión de la franquicia norteamericana. De esta cantidad, una parte importante ya la ha gastado en distintas inversiones, como la compra del 36% de la franquicia turca, a la que ha destinado 1.400 millones; la toma de una participación significativa en la entidad digital brasileña Neon por 300 millones; o la puesta en marcha de un banco online en Italia, cuyo coste se desconoce.

El banco declinó poner sobre la mesa una oferta de compra atractiva por el Sabadell y rompió las negociaciones para una posible fusión a finales de 2020. Unas conversaciones que se produjeron meses después de anunciar el acuerdo para la venta de su franquicia de EEUU por casi 10.000 millones de euros. Entonces, BBVA se decantó por aumentar su presencia en Turquía y mejorar la retribución de los accionistas vía recompra y aumento del dividendo ordinario.

Aunque en un primer momento el mercado acogió con esperanza toda esta estrategia, poco a poco ha venido modulando sus valoraciones. Tan es así, que la apuesta por Turquía está suponiendo un lastre para la cotización de la entidad presidida por Carlos Torres, ya que implica riesgos por la situación que atraviesa el país y los lazos que tiene con Rusia.

BBVA ya ha admitido que tendrá que asumir pérdidas por la elevada inflación que padece Turquía y que tendrá que cambiar por ello la contabilidad de los negocios en la región otomana por ello. Hay que tener en cuenta que el IPC turco ha repuntado más de un 60%. Este problema, según las primeras estimaciones, costará al grupo español 300 millones, de los cuales 200 millones serán anotados en 2022 y los restantes 100 millones en 2023.

El grupo confía plenamente en las posibilidades a largo plazo del mercado turco, debido a la baja bancarización de los ciudadanos y a una elevada población joven. Sin embargo, los reguladores han advertido en distintas ocasiones de los peligros de estar presente en una economía tan inestable gobernada por un régimen autoritario como el de Racip Tyyp Erdogan. Pese a estas alertas, en ningún momento han puesto reparos a que incremente su peso en esta zona del planeta.

El capital social de BBVA, tras la ejecución parcial de la reducción, quedará fijado en 3.129,4 millones de euros, representado por 6.386,6 millones de acciones de 0.49 euros de valor nominal cada una. Y tras la operación, permanecerá pendiente de materialización otro descenso del capital de unos 189 millones de euros, con la amortización de un máximo de 385,5 millones de títulos.

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