La brecha entre la renta de los jubilados y los ocupados aumentó tras la pandemia en casi 2.000 euros
La distancia ya se daba en años anteriores, aunque ahora con mayor gravedad
La brecha en la renta per cápita entre la población jubilada y la población ocupada ascendió tras la pandemia en España y agravó la distancia existente desde antes de la enfermedad. Los mayores de 65 años ya jubilados son los que mejor han resistido las crisis laborales, en especial tras no haberse visto tan afectados por los cambios en las políticas laborales imperantes en los últimos años.
Estas son algunas de las conclusiones que se derivan de la encuesta Condiciones de Vida 2021 elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que señala que la distancia entre ambas secciones se ha agravado tras el confinamiento y los dos años de restricciones.
Los ingresos medios por persona alcanzaron en 2020 los 12.269 euros, cifra un 0,2% inferior a la de 2019 y que supone el primer descenso de este indicador desde 2013.
La diferencia entre la población activa y los jubilados se agrava
Si la renta media de las personas jubiladas (representadas en amarillo en el gráfico) es de 14.426 euros, en el caso de la fracción que va de los 18 a los 64 se reduce hasta los 12.487, una distancia de 1.939 euros.
En el total, tras seis años consecutivos de aumentos, el ingreso medio por persona se situó en 2020, año en el que se declaró la pandemia del Covid, 23 euros por debajo de los de 2019 (12.292 euros). Teniendo en cuenta los ingresos de 2020, el porcentaje de población con ingresos por debajo del umbral de riesgo de pobreza alcanzó en 2021 el 21,7% de la población residente en España, siete décimas por encima de la cifra del año anterior.
Más del 33% de los hogares no pueden afrontar gastos imprevistos
Los ingresos medios anuales más elevados en 2020 se dieron en País Vasco (15.544 euros por persona), Navarra (15.269) y Madrid (14.836), mientras que los más bajos correspondieron a Extremadura (9.500 euros por persona), Murcia (9.931) y Andalucía (9.915).
Con datos ya correspondientes a 2021, el INE señala que el 33,4% de los hogares españoles no tenía capacidad para afrontar gastos imprevistos el año pasado, frente al 35,4% de 2020.
El organismo considera que los hogares tienen capacidad para hacer frente a gastos imprevistos cuando disponen de recursos propios para ello, es decir, sin recurrir a préstamos o compras a plazos para pagar gastos habituales que antes se liquidaban al contado.
La encuesta revela también que el 8,8% de los hogares llegaba a final de mes con «mucha dificultad» en 2021, porcentaje que se redujo 1,2 puntos respecto a 2020.
El INE apunta además que el número de hogares que no se ha podido permitir ir de vacaciones al menos una semana al año se situó en 2021 en el 32,7%, frente al 34,4% de 2020.
Según el organismo estadístico, el 14,4% de los hogares admite que se retrasa en los pagos a la hora de abonar gastos relacionados con la vivienda principal o en compras a plazos en los 12 meses anteriores a la encuesta. Este porcentaje ha empeorado casi un punto respecto a 2020.
También ha empeorado el porcentaje de hogares que no puede permitirse mantener la vivienda a una temperatura adecuada, al pasar del 10,9% de 2020 al 14,3% en 2021.