La reforma de los autónomos permitirá cotizar más para mejorar la pensión
Los trabajadores por cuenta propia contribuirán a la Seguridad Social en función de sus ingresos netos previstos y verán regularizada su situación al año siguiente
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. | Europa Press
La reforma del sistema de cotización de los trabajadores del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) que aprobará por Real Decreto-Ley el martes 26 el Consejo de Ministros incluye la posibilidad de cotizar por encima del tramo de ingresos que al trabajador por cuenta propia le corresponda, en determinados casos que -si bien son minoritarios- permitirán mejorar las prestaciones y la pensión de algunos cotizantes del RETA.
De este modo, el texto normativo prevé que los autónomos que el 31 de diciembre de este año vengan cotizando por una base superior a la que posteriormente les corresponda con el nuevo sistema -a partir del 1 de enero de 2023, según su tramo de ingresos netos- podrán seguir haciéndolo y evitar ver menoscabada su planificación financiera y sus expectativas de pensión.
Según los expertos consultados por THE OBJECTIVE, ello provoca cierto efecto llamada, pero de carácter residual, ya que serán pocos, en porcentaje, los miembros del colectivo (de 3,3 millones de trabajadores) que se ubiquen en esa situación antes del 31 de diciembre de 2022.
Máxime, aducen, cuando precisamente el nuevo sistema de cotización surge para deshacer la «anomalía» del régimen aún vigente de libertad de cotización que provoca que hasta ahora aproximadamente el 85% de los autónomos cotizase por la base mínima independientemente de la cuantía de sus ingresos.
Fuente: UPTA
Periodo transitorio
En cualquier caso, se trata de unos casos que, trasladan a este diario desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, se irán puliendo en el periodo transitorio de nueve años que necesita la reforma para su plena implantación, de los cuales están diseñadas las cuotas de tres (de 2023 a 2025).
No solo esta sobrecotización permitirá mejoras en la pensión respecto a la que correspondería al tramo de rendimientos netos, sino también de otras prestaciones como la incapacidad temporal o el cese de actividad, explican fuentes de la negociación a este diario.
Por otra parte, alienta la cotización de autónomos con ingresos muy variables a los que resulta difícil atinar a priori la evolución de su facturación y gastos, como es el caso de los taxistas.
Regularización sobre los rendimientos previstos
La nueva norma prevé que los autónomos coticen en función de sus rendimientos netos: ingresos menos gastos y con una deducción adicional del 7% para desembolsos de difícil clasificación (3% en el caso de los autónomos solitarios).
Contribuirán a la Seguridad Social en función de esos rendimientos netos previstos en una tabla de 15 tramos con sus bases y cuotas asociadas. Una vez pasado el ejercicio, sobre la realidad transmitida por la Agencia Tributaria, regularizarán su cotización.
De modo que si han infracotizado se les exigirá pagar la diferencia y si han sobrecotizado se les devolverá el exceso. Ello salvo en dos casos a los que se consiente la sobrecotizacion: uno, el de quienes a 31 de diciembre de 2022 vinieran cotizando por una base superior; y, dos, aquellos que sólo quieran la devolución del exceso sobre el tramo siguiente.
Cada tramo de rendimientos netos tiene una horquilla de cotización con un mínimo y un máximo y el trabajador por cuenta propia que sobrecotizó sobre el mínimo puede llegar hasta el máximo de su tramo.
Cambios en el cese de actividad
El nuevo régimen de autónomos también contempla mejoras enlaces a prestación por cese de actividad para todo el colectivo. . Esta prestación permitirá, bajo ciertos requisitos, que el autónomo mantenga la actividad y reciba el cese. Este nuevo régimen beneficiará, por ejemplo, a autónomos que sigan con la actividad pero tengan a sus trabajadores en ERTE. También hay cambios en el cese por fuerza mayor, inspirado en el modelo desplegado en la isla de La Palma tras la erupción del volcán.
Así, la prestación por cese de actividad contemplará más casos y atenderá a circunstancias de crisis económica y al desempeño de sectores concretos que atraviesen por debilidades coyunturales, explican fuentes oficiales a este periódico.
Y al final, a los que más coticen, se les pagará igual que a los que coticen poco o no coticen nada, porque las pensiones de jubilación hace muchos años que siguen una tónica (no casual, sino buscada por las autoridades políticas) caracterizada por que las pensiones más bajas (y hasta las «no contributivas») sean cada vez más altas, y las de quienes cotizaron en los tramos más altos sean cada vez más bajas, con lo que más pronto que tarde confluirán los ingresos de quienes aportaron muchísimo y los de quienes no aportaron nada, bajo el pretexto de la «solidaridad».
Como bien saben los expertos en economía, lo que se paga como cotizaciones a la seguridad social no es en un tipo de ahorro (como siempre nos ha querido hacer creer la propaganda oficial), sino un impuesto sobre las rentas del trabajo. El Estado ha hecho lo que le ha dado la gana con el dinero así recaudado durante los muchos decenios en los que lo que se recaudaba por las cotizaciones era mucho más que lo que se pagaba en pensiones, y ahora que la pirámide de población hace inviable seguir con la misma estafa, el Estado clama por las esquinas que el sistema es deficitario y que no puede ser mantenido.