El número de personas sin acceso a la luz subirá en 20 millones este año en todo el mundo
La subida se dará principalmente en el África subsahariana, donde el número de personas sin acceso a la luz casi regresará a su pico de 2013
Tendido eléctrico | Europa Press
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) manda un duro mensaje: «La crisis energética mundial está socavando los esfuerzos para garantizar el acceso universal a una energía asequible segura». Según los datos más recientes de la organización, la cantidad de personas en todo el mundo que vive sin electricidad aumentará en casi 20 millones en 2022, alcanzando casi los 775 millones, lo que supone el primer incremento desde hace 20 años.
La subida se dará principalmente en el África subsahariana, donde el número de personas sin acceso a la luz casi regresará a su pico de 2013. El número de personas que no tenían acceso a la electricidad en 2012 era de 1.317 millones de personas (en torno al 20% de la población mundial) y hasta 2021 ha descendido hasta los 754 millones.
«Estimamos que lograr el acceso global universal a la electricidad para 2030 requeriría inversiones anuales de 30.000 millones dólares, de los cuales alrededor de dos tercios se necesitan en África subsahariana. Como se destaca en Africa Energy Outlook 2022 , el apoyo internacional es esencial para catalizar la inversión, especialmente en las difíciles condiciones de financiación actuales. Alcanzar este nivel está dentro de los medios de la comunidad internacional, y debe ser un enfoque infalible para los bancos de desarrollo», apuntan desde la AIE.
Por otro lado, el organismo destaca que la crisis energética actual recuerda que la dependencia global de los combustibles fósiles perpetúa los riesgos de seguridad energética. «La transición de energía limpia brinda nuevas oportunidades para que los países aborden sus propias exposiciones de seguridad energética. Pero no debemos olvidar que el aspecto más fundamental de la seguridad energética es, en primer lugar, brindar acceso», subraya.
Invertir en energías ‘limpias’
La AIE también pone el foco en las energías ‘limpias’. Considera que se necesita triplicar las inversiones en este campo para alcanzar la descarbonización de la economía para 2050, pasando de los 1,3 billones de dólares actuales a unos cuatro billones hasta final de década.
En su informe World Energy Outlook 2022, el organismo, con sede en París, asegura que una mayor inversión en energías renovables habría ayudado a moderar el impacto de la crisis energética, fuertemente agravada por la invasión de Rusia a Ucrania. «La energía eólica y solar y la eficiencia energética representan la mejor forma de salir de ella. En la mayoría de las regiones una mayor proporción de energías renovables conduce a precios más bajos», subraya el estudio.
Junto a esos cuatro billones de dólares anuales en inversiones, estima que las energías limpias crearán empleo y dinamismo económico que pueden contribuir a absorber a los trabajadores salientes de los sectores del carbón o del petróleo. Por su parte, asegura que la era de rápido crecimiento de la demanda de gas natural llegará pronto a su fin. «El apoyo al gas en las economías en desarrollo se ha ralentizado, sobre todo en el sur y el sureste de Asia, lo que hace mella en las credenciales del gas como combustible de transición», indica.
Según el informe de indicadores de pobreza energética en España de la Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia Comillas, casi tres millones de hogares tuvieron en 2021 un porcentaje de gasto en energía sobre sus ingresos netos mayor que el doble del de un hogar medio, y 2,7 millones de familias estaban en situación de pobreza energética, si se toma como referencia un umbral absoluto basado en una renta mínima estándar, concretamente el SMI.
Asimismo, el estudio señala que el 9,5% de hogares (4,5 millones de personas) debió retrasar el pago de sus facturas energéticas, un dato que se mantuvo respecto a 2020, y que casi el 14,3% (6,7 millones de ciudadanos, 1,6 millones más que en 2020) vivió con una temperatura inadecuada en su hogar.
El Gobierno aprobó en 2019 la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética. En ella se fijaron las líneas de cómo debía ser el bono social energético: automático y cubrir todas las fuentes de suministro; y se plantearon acciones a corto, medio y largo plazo para la rehabilitación energética de viviendas y de sustitución de antiguos electrodomésticos y equipos por aparatos eficientes.
Asimismo, se prohibió la interrupción de suministro energético en situaciones meteorológicas extremas a consumidores vulnerables, cuestión que se sumó a las restricciones de corte ya existentes sobre consumidores vulnerables y preceptores del actual bono social eléctrico en cuya vivienda viva al menos un menor de 16 años, una persona con una discapacidad superior al 33% o una persona en situación de dependencia de grado II ó III.
Según el Gobierno, se ha ahorrado 35.000 millones a los consumidores desde junio de 2021, con medidas como la reducción de impuestos o la «excepción ibérica». En este sentido, desde Transición Ecológica subrayan que las facturas eléctricas de los hogares son un 33% más bajas de lo que serían sin las medidas aprobadas. Los consumidores vulnerables pagan lo mismo que antes de la guerra en Ucrania, mientras que los recibos de la luz de las pymes son un 23% más bajos que sin las medidas, y los de la industria entre un 18% y un 20%.
El Ejecutivo ha rebajado el IVA del gas del 21% al 5% desde octubre hasta el 31 de diciembre. La medida permitirá ahorrar a los consumidores 210 millones de euros, según cálculos de Moncloa. También obligará a las energéticas a que tengan una mayor transparencia en las facturas energéticas. En concreto, el recibo recogerá información del consumo medio registrado en el mismo código postal y consejos para ahorrar. Esta novedad pretende incentivar el ahorro mediante la comparación entre hogares de distritos cercanos.
