La industria española paga por el gas un 55% más que sus competidores alemanes

La industria española pierde competitividad ante sus rivales europeos. Tal es así que ha pagado hasta un 55% más por el gas que consume durante el primer semestre del año en comparación con sus homólogos alemanes. Los datos publicados recientemente por Eurostat reflejan que las empresas industriales que consumen entre 27 y 277 gigavatios hora (GWh) al año están pagando el gas a 75,6 euros/MWh, frente a los 48,7 euros/MWh que asumen las compañías germanas.

Aunque el mayor diferencial de precios se produce con la industria alemana, las compañías del sector nacionales también salen perjudicadas respecto a las italianas (70,6 euros/MWh), portuguesas (64,6 euros/MWh), francesas (59,9 euros/MWh), holandesas (55,7 euros/MWh) y belgas (49,1 euros(MWh).

La presidenta de GasINdustrial, Verónica Rivière, explica que la bajada de la cotización del gas en el Mibgas no la ven reflejada automáticamente los industriales en sus facturas, sino que en «la inmensa mayoría de los casos» esta bajada no les afecta porque en general tienen sus contratos referenciados al índice TTF holandés, de referencia en Europa. «Si los tienen a Mibgas su índice es el mes siguiente y tampoco ven reflejada está reducción de precio», apunta.

«Cada país tiene una cesta de aprovisionamiento distinta y los precios de Eurostat reflejan directamente un precio más competitivo para aquellos países que recibían más gas ruso contratado a largo plazo. Que el mercado spot se haya disparado no quiere decir que el consumidor industrial esté pagando ese precio», subraya la directiva.

Alemania se benefició del gas ruso en el primer semestre

El precio del gas en el mercado diario en España cotiza este miércoles a 47 euros/MWh, lo que supone un 110% más barato que los 99 euros/MWh que registra el TTF. La fuerte capacidad española de importación y regasificación de gas natural licuado (GNL) es lo que está aumentando la oferta de esta fuente de energía y haciendo que el precio en el Mibgas registre este descuento sobre el TTF.

Según Rivière, la demasía que paga la industria española por el gas frente a la alemana se debe a que durante la primera mitad del año el gas ruso continuó fluyendo por el gasoducto Nord Stream a un «precio competitivo». «Ahora podemos entender por qué Europa, especialmente Alemania, estaba más preocupada por la seguridad de suministro que por el precio. Durante el primer semestre de 2022, el gas ruso continuaba fluyendo por el gasoducto a un precio competitivo. Hasta que empezaron las restricciones en el gasoducto de NorStream 1 -cuando buscaban la turbina perdida, para finalmente quedar el flujo cortado definitivamente por un sabotaje- Europa no se había preocupado por el precio», denuncia la presienta de GasIndustrial.

Bajo este contexto, Alemania rescataba este verano a Uniper, el mayor importador de gas del país, por un valor de 7.700 millones de euros. La empresa se vio obligada a comprar gas en el mercado spot para cumplir con los contratos firmados tras las restricciones del suministro ruso. De este modo, la subida de los precios no se trasladó al cliente final. «Alemania nacionalizaba pérdidas aplicando una férrea política de protección a su industria para evitar que perdiera competitividad», añade la directiva.

Así, según los datos del último boletín estadístico de Enagás, la demanda de gas convencional en España, correspondiente al consumo de hogares e industria, ha descendido un 17,3% entre enero y septiembre en comparación con el mismo periodo del ejercicio precedente, hasta 174.998 GWh.

«Es posible que no se haga nada porque la realidad es que intervenir cualquier mercado puede tener consecuencias desconocidas e incluso provocar que se desvíen barcos y no quieran descargar en Europa en un momento tan crucial y, sobre todo, que cada Estado miembro de la UE tiene sus propios intereses y sus distintos aprovisionamientos», destaca Rivière.

Sorprendieron a este respecto las palabras del consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo, durante la presentación de resultados de la compañía correspondientes al tercer trimestre. Gonzalo dijo que esta caída de la demanda «no corresponde a una destrucción de la actividad» industrial, sino a una sustitución de combustible por los altos precios actuales del gas natural.

«Creemos que es una pérdida de demanda no estructural. Gran parte de ella se puede recuperar cuando vayamos a un escenario de normalización de precios, va especialmente a la industria y responde a un cambio de combustibles. Volverá cuando se normalice la situación actual», señaló.

Parón industrial

Hay que recordar que este verano se produjo algo que no tuvo lugar ni en los meses de pandemia. El precio del gas provocó en verano un parón de la industria con un descenso del consumo del combustible del 32%, diez puntos porcentuales más que el retroceso registrado en abril de 2020 en pleno confinamiento.

Además, tal y como ya ha publicado THE OBJECTIVE, la industria prepara una oleada de despidos por la subida de costes y la caída del negocio. Se espera así que grandes compañías sigan el camino de Duro Felguera y Siemens Gamesa, que en la última semana han anunciado sendos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE).

Los principales motivos que han llevado a estas empresas a tomar la decisión de reducir sus plantillas-y las que lo harán en las próximas semanas- es el aumento disparado de sus costes de producción (por encima del 30% en sectores como el metalúrgico, industrial o energético), sumado a la caída del negocio y a la ralentización de su actividad por los temores a que se agrave el actual contexto económico.