La banca facilitará el pago de la hipoteca a las familias con ingresos inferiores a 29.400 euros
Se podrá alargar el periodo de pago de los préstamos, congelar las cuotas y cambiar el tipo de variable a fijo, tras el acuerdo del sector con el Gobierno
Moratorias de pago, congelación de cuotas, cambios de tipos variables a fijos y facilidades para llevar a cabo amortizaciones anticipadas son los ejes centrales de las ayudas que los bancos van a ofrecer a los españoles con las hipotecas para que puedan afrontar la subida del euríbor. Unas medidas que, tras ser negociadas, el Gobierno aprobará este martes en el Consejo de Ministros, con la intención de aliviar la carga financiera de los hogares como consecuencia de la escalada histórica de las cuotas. Todas ellas podrían beneficiar a un millón de familias.
Según las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE y lo anunciado por el Ministerio de Economía a última hora de este lunes, todas estas ayudas irán destinadas principalmente a las familias más vulnerables, pero algunas de ellas estarán también disponibles para las rentas medias. Y se podrán acceder a ellas a partir de enero, una vez sean convalidas por el Congreso de los Diputados. A falta de detalles, podrán mejorar los tipos de interés las rentas con ingresos anuales de hasta 29.400 euros.
Desde hace dos meses, el Gobierno y la banca vienen negociando distintas soluciones para mitigar el impacto del euríbor en los bolsillos de los ciudadanos y evitar una oleada de impagos en las hipotecas como consecuencia de un encarecimiento de las cuotas de los créditos en más de 200 euros al mes tras dispararse el indicador hasta casi el 3%.
Tras estas conversaciones, se va a ampliar el Código de Buenas Prácticas Bancarias para atender la nuevas circunstancias extraordinarias y se va a crear un nuevo marco especial para el conjunto del sistema con el propósito de poder ayudas a las clases bajas y medias.
Moratorias en las hipotecas
Los bancos permitirán a las familias más vulnerables -aquellas cuyos ingresos totales sumen menos de tres veces el Iprem o 25.200 euros anuales- extender el periodo de pago para reducir las cuotas bajo determinados supuestos. Estos son que el coste de la hipotecas haya subido y que la factura se lleve al menos el 50%, a través de una rebaja del tipo de interés durante el periodo de cinco años de carencia (hasta euribor +0,25% desde el euríbor +0,25%), la posibilidad de hacer una segunda reestructuración y la ampliación a dos años del plazo para solicitar la dación en pago.
Las condiciones de esta medida tienen menor alcance que el planteamiento que realizó hace unas semanas el sector financiero, ya que habían propuesto que la subida del coste fuera de al menos un 30%. Entonces pusieron sobre la mesa que el plazo de vencimiento de las hipotecas se alargara hasta un máximo de 40 años. Esta ayuda aliviará en los próximos meses la carga de las familias más vulnerables, pero incrementará en todo el periodo la deuda contraída, ya que cuanto más plazo existe mayores son los intereses que se abonan.
Pero, por contra, se ampliará el código actual para aquellos que sean vulnerables, pero no alcancen el criterio del 50% de los ingresos destinados a la hipoteca, permitiendo una carencia del pago de dos años, un tipo de interés más favorable durante ese plazo y una extensión del periodo de pago de hasta siete años.
Asimismo, para las rentas medias, las ayudas se centrarán en ventajas para que modifiquen el tipo de interés variable a fijo y que puedan amortizar anticipadamente la hipoteca, con una eliminación de las comisiones durante todo 2023. Pero además, el Gobierno ha arrancado a la banca en las negociaciones que todas aquellas familias con recursos de hasta 29.400 euros anuales podrán congelar la cuota, algo que reclamaba Podemos, y ampliar la amortización total durante siete años. Para ello, su carga hipotecaria deberá superar el 30% de la renta y que la cuota haya subido un 20%.
Los banqueros han estado tratando en todo momento acotar al máximo las ayudas y el número de beneficiarios para rebajar el volumen de provisiones que tendrán que hacer de manera preventiva, al tener que refinanciar o reestructurar los contratos. Sin embargo, con las medidas, evitarán que los clientes entren el insolvencia y por tanto se dé por perdido el dinero prestado.
Hay que tener en cuenta que los bancos se enfrentan como consecuencia del euríbor a un agujero de unos 4.000 millones, teniendo en cuenta las hipotecas con más apuros de pago. Estas son aquellas que se han concedido sobre todo en los últimos cinco años y en las que, por tanto, sus titulares no han podido llegar a cabo amortizaciones relevantes.
Del mismo modo, los bancos han considerado en todo momento que el problema es residual pese a las dificultades de los hogares para hacer frente a todos costes, incluía la hipotecas, y han señalado que por el momento no hay ningún síntoma de subida de la morosidad en los créditos para la vivienda. Esto se debe a que la mayor parte de los préstamos firmados en los últimos ejercicios se han sellado a tasas y fijas y, por ello, escapan del encarecimiento del euríbor.