Deutsche Bank prevé un crecimiento de la economía española del 0,8% en 2023
Una cifra superior de la que anticipa para el resto de la economía de la eurozona y para el conjunto de la región, que se sitúa en el 0,3%
Deutsche Bank España prevé que la economía española crezca un 0,8% en 2023, por encima del que anticipa para el resto de la economía de la eurozona y para el conjunto de la región, que se sitúa en el 0,3% tras experimentar una recesión suave y un repunte de la actividad económica en torno a junio.
Así lo han señalado la directora de inversiones de la entidad, Rosa Duce, y el analista Diego Jiménez-Albarracín, en un encuentro con los medios celebrado este miércoles. La previsión para Estados Unidos, por su parte, es del 0,4%, según señala Europa Press.
Duce ha señalado que la economía se está enfriando y que la economía global experimentará una recesión suave, en la que Europa entraría este cuarto trimestre y Estados Unidos, en el primero de 2023. «La suma de los fondos europeos junto con las ayudas a empresas y a familias debería de permitir que la economía comenzase a repuntar», ha señalado.
Asimismo, la directora de inversiones ha resaltado que la confianza no ha caído tanto en España respecto a otros países y nunca se ha percibido ningún riesgo de corte en el suministro de gas. También ha descartado un colapso del sector inmobiliario.
La inflación aún se mantendrá por encima del objetivo del 2% de los bancos centrales, con lo que la Reserva Federal estadounidense (Fed) podría elevar los tipos de interés hasta entre el 5% y el 5,25% en el primer trimestre.
Respecto al Banco Central Europeo (BCE), podría subir su tipo de depósito hasta el 3%, aunque «con riesgos importantes de más subidas». De momento no se anticipa ninguna bajada de tipos ni en el caso del BCE ni en el de la Fed para 2023. Duce ha añadido que en el marco actual la unidad europea «es más importante» y uno de los motivos por los que no se está viendo ninguna crisis de deuda ni pegas a la política fiscal.
Prevé más caídas en renta variable
Ante esta situación, la entidad tiene una visión positiva de la renta variable, aunque se sigue previendo caídas en los próximos meses por la incertidumbre de la inflación y la subida de tipos.
Por geografías, el banco prefiere la Bolsa estadounidense por su agilidad, aunque por valoración, reconoce que es más «atractiva» la europea.
La renta fija, por su parte, se encuentra ya en niveles de rentabilidad muy cercanos a ciclos de inflación media o alta, después de experimentar fuertes caídas este año, lo que provocó la reducción de posiciones por parte de los inversores, según ha explicado Jiménez-Albarracín.
Deutsche Bank España seguirá apostando por bonos de calidad en Estados Unidos y Europa, en tanto que en el Viejo Continente empieza a tener una visión positiva del high yield. Así, la rentabilidad del bono a diez años se sitúa en el 4,2% para finales del año, con el Bund alemán en el 2,4%.
En el mercado de divisas, mantiene su previsión del 1,05 para el cambio euro dólar, en tanto que las materias primas mantendrán sus precios hasta finales de año y cerrarán 2023 en torno a los 100 dólares en el caso del barril de calidad Brent. Jiménez-Albarracín ha añadido que las criptomonedas «han llegado para quedarse«, al igual que su volatilidad. Las inversiones alternativas han tenido muy buen desempeño y el analista ha destacado que su gestión se está profesionalizando
Impuesto a la banca
Respecto al impuesto a las entidades financieras, ha señalado que actualmente no se puede hacer nada contra los bancos sin contar con el BCE, por lo que estos están refugiados bajo su paraguas.
Jiménez-Albarracín ha añadido que el protocolo para aliviar la presión hipotecaria anunciado por el Gobierno esta semana tendrá poco impacto en la cuenta de pérdidas y ganancias de los bancos. Además, cree que se llegará a un acuerdo, porque reputacionalmente «es bueno que se note que las entidades apoyan a familias en situación de pobreza».
Bancos europeos e infraestructuras
Los bancos europeos cotizados, que no están en el punto de mira de los inversores, han mejorado las ratios de solvencia a «un nivel espectacular», al mismo tiempo que la morosidad ha bajado del 2%. Las entidades en las que están más positivos son BNP Paribas e ING.
Jiménez-Albarracín ha señalado que incluso con las subidas de esta última tasa que se esperan por la recesión, los bancos del Viejo Continente «están perfectamente provisionados y capaces de hacer frente» a la morosidad. Además, la subida de tipos de interés les ayudará a aumentar su margen de interés.
Las infraestructuras son otra de las inversiones destacadas por el analista, que las considera «muy productivas, tanto económicamente como políticamente».