El Tesoro Público recibe 1,2 millones de euros en 64 donaciones particulares desde 2015
Cualquier ciudadano puede hacer aportaciones voluntarias al Estado, si bien hay total opacidad sobre cómo se utiliza el dinero donado
El Tesoro Público ha recibido 1,2 millones de euros en 64 donaciones particulares desde 2015, según datos del Portal de Transparencia recabados por THE OBJECTIVE.
Pese a que España tiene una de las presiones fiscales más altas de la Unión Europea (UE) y de las grandes potencias mundiales, congregadas en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), hay contribuyentes que consideran que deben hacer una aportación superior a la que les corresponde para las arcas públicas.
Existe una voluntariedad en virtud de la cual cualquier ciudadano puede hacer aportaciones al Estado, si bien desconocerá los fines para los que se utiliza el dinero donado. Del mismo modo, cualquiera puede abonar a la Hacienda Pública la deuda tributaria de otro, o declinar la recepción de una devolución fiscal.
Donaciones específicas
Según datos de Transparencia, y al margen de donaciones específicas para ayudar al Estado en los peores meses de la pandemia de covid-19, en 2020, desde 2015 hasta mediados de diciembre de 2022, 64 donaciones anónimas totalizaron 1.2504.460, 19 euros de ingresos para el Estado, quizá algunas procedentes de los mismos agentes.
De ellas, la más cuantiosa se produjo en 2o15, con un millón de euros. Las demás son menores. Según Transparencia «podría haber otras donaciones realizadas a favor del Estado que no han podido identificarse. En el sistema de información contable […] no figura ningún concepto específico para registrar las donaciones, más allá que el creado para el seguimiento de las donaciones por covid-19», que se excluyen de este cómputo.
Como explica a este diario el economista Javier Santacruz, este tipo de donaciones suceden porque tenemos un problema de incoherencia en las encuestas que recogen la opinión pública. «Todo el mundo quiere buenos servicios públicos, pero la mayoría piensa que paga demasiados impuestos».
Además, Santacruz va más allá y relata que «no existe la transparencia necesaria en el sector público en torno a donde y cómo se gestionan esas donaciones», mientras que en el sector privado se sabe dónde van y hay una rendición de cuentas que falta en la esfera pública.
Compra de inmunidad
Por otra parte, aduce el experto a que hay razones fronterizas como la llamada «compra de inmunidad». Si alguien dona un millón de euros al Tesoro, es menos probable que le investiguen su trayectoria tributaria.
En cualquier caso, se trata de casos aislados y, concluye, lejanos al altruismo, ya que Hacienda nunca ha hecho campaña activos por donaciones salvo en pandemia, cuando estas implicaban beneficios fiscales, a juicio del experto.
Como añade el profesor de Finanzas del Centro de Estudios Financieros (CEF) Juan Fernando Robles, las donaciones al Tesoro Público siempre se producen pues hay personas que con un espíritu altruista ingresan alguna cantidad adicional a sus impuestos o renuncian a las devoluciones, caso más frecuente, cuando son cantidades pequeñas.
En general el monto económico de las donaciones al Tesoro es ínfimo comparado con el presupuesto de más de medio billón de euros de gasto en el conjunto de Administraciones, lo que viene a demostrar que el Estado debe obligar al pago de impuestos pues de lo contrario pocos estarían dispuestos a sufragar sus gastos, prosigue Robles.
Parece que la mentalidad más extendida, propiciada por los políticos, no es en cuánto debo contribuir, sino cuánto puedo obtener del Estado, expectativa que las más de las veces se ve frustrada porque no es realista que la mayoría pueda recibir lo que no contribuye, argumenta el profesor.
En cualquier caso, algunos fiscalistas trasladan a este periódico la paradoja de que en un país en el que se asume que los contribuyentes pagamos un alto volumen de impuestos, se produzcan tanto renuncias a devoluciones tributarias como donaciones algunas veces tan voluminosas como las desveladas por el director de la Oficina Nacional de Contabilidad, Juan Miguel Báscones, a raíz de consulta de este diario a Transparencia.