El Santander se desmarca y no hará por ahora una subida extra del sueldo a toda la plantilla
Los sindicatos presionan para que el banco cambie de postura y garantice un incremento mínimo de la retribución como BBVA, el Sabadell o Bankinter
El Santander se va a desmarcar del resto de bancos asociados a la AEB y no aplicará por el momento la subida extra del sueldo a toda la plantilla. En torno a un 60% de los trabajadores de la entidad en nuestro país no van a percibir el aumento del 4,5% pactado en la revisión salarial que pactaron hace unas semanas la patronal con los sindicatos, ya que este acuerdo dejaba en manos de cada grupo la posibilidad de que el alza fuera compensaba y absorbida por la recepción de otros complementos retributivos.
Los representantes de la plantilla están presionando para que la cúpula del Santander cambie de postura y finalmente tome alguna iniciativa para que el conjunto de los empleados eleve su nómina, como han hecho el resto de bancos pertenecientes a la misma asociación. Tanto es así que han remitido hace unos días una carta a la presidenta, Ana Botín, para que la posición varíe y todo el personal pueda beneficiarse, según ha podido saber THE OBJECTIVE.
«Banco Santander, líder en el sector financiero español e internacional, con unos magníficos beneficios superiores a sus directos competidores, es la única entidad del sector que ha decido aplicar la cláusula de compensación y absorción sin tomar en consideración las conclusiones de las que es partícipe a través de AEB, dejando así a gran parte de su plantilla sin una subida real y palpable», explica CCOO en la misiva a Botín.
En la carta, que fue enviada el pasado día 22 coincidiendo con la celebración del sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad, el sindicato solicita a la presidenta que el Santander «reconsidere su decisión y no aplique la cláusula general de compensación y absorción al incremento salarial pactado para el año 2023 que, como hemos visto en otras entidades, es totalmente factible».
BBVA, a diferencia del Santander, ha decidido que para aquellos empleados que se vean afectados por la cláusula abonará una paga adicional de al menos 1.000 euros, con el fin de mitigar los efectos de la escalada de la inflación y la merma del poder adquisitivo.
Los empleados del Santander exigen el cambio de hipotecas tipos fijos
Además, el banco azul ha aprovechado esta medida para poner en marcha otras mejoras en la remuneración y los beneficios sociales de su plantilla. Entre otras, ha elevado la aportación a los planes de pensiones de su personal y ha abierto a todos la posibilidad de que cambien su hipoteca variable a tipos fijos para reducir el coste de las cuotas de estos préstamos ante la remontada histórica del euríbor.
En el Santander los sindicatos también llevan meses exigiendo que el banco permita a sus empleados el traspaso de los créditos para la vivienda a inamovibles de por vida ante el encarecimiento de esta financiación. El euríbor se encamina imparable hacia el umbral del 4%, cuando hace un año estaba en tasas negativas.
Otras entidades, competidoras del Santander, también han asumido que no aplicarán la cláusula que topa la subida salarial pactada en el convenio revisado. El Sabadell ha garantizado un alza mínima de 600 euros para aquellos que se vean afectados por esta limitación. Y Bankinter, de como poco 1.000 euros.
La AEB selló un acuerdo a finales de noviembre con los representantes de los trabajadores de los bancos para aumentar un 4,5% las retribuciones de los empleados. Un pacto que llegó tras meses de conversaciones y que es ligeramente inferior a las pretensiones de los sindicatos, que reclamaban que fuera de un 5%.
La CECA, que engloba a las entidades de las antiguas cajas de ahorros (Caixabank, Unicaja, etc), por el momento no ha movido ficha en este sentido, pero se espera que próximamente se aborde una negociación formal para que los trabajadores de estos grupos vean mejorados sus ingresos tras el repunte de la inflación.
El alza de las remuneraciones, que en el Santander será solo parcial, conllevará un coste adicional para el conjunto del sector. Unos gastos que podrán ser asumidos, ya que las entidades verán un alza de los ingresos de 20.000 millones en dos años solo por el efecto del euríbor. Eso sí, el sistema tendrá que soportar otras cargas, como son la extensión de las ayudas a las familias vulnerables para que afronten el encarecimiento de las hipotecas o el impuesto especial a la banca lanzado por el Gobierno. A estas tres partidas las entidades destinarán unos 4.500 millones de euros.