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Economía

Las empresas españolas han perdido 1.000 millones en Argelia por el giro de Sánchez

Ocho meses después de que se activara el bloqueo de Argel, la situación es desoladora para las compañías españolas que exportan al país africano

Las empresas españolas han perdido 1.000 millones en Argelia por el giro de Sánchez

Pedro Sánchez, en su último viaje a Argelia. | Agencias

El giro de Pedro Sánchez en el Sáhara Occidental ha generado un terremoto comercial de grandes proporciones que parece no tener fin. Argelia activó un veto a las empresas españolas en junio del año pasado y desde entonces han sumado pérdidas por valor de 1.086,7 millones de euros, según las cifras de la Secretaría de Estado de Comercio. Además, se ha disparado el déficit comercial (diferencia entre exportaciones e importaciones) hasta los 4.524 millones de euros en los últimos ocho meses, la mayor cifra desde que hay registro para este periodo.

Si el cálculo se hace en términos anuales -y solo con siete meses de bloqueo- el déficit comercial con Argelia se disparó hasta los 6.575,7 millones de euros en 2022, más del doble de los 2.879,2 registrados un año antes y muy lejos de los 945,4 millones que se registraron en el año 2019, antes de la pandemia. El desequilibrio del año pasado es además el mayor de toda la historia superando los 5.371,3 millones de 2014.

Las fuentes con las que ha hablado THE OBJECTIVE coinciden en señalar que estamos ante un verdadero «desastre económico y comercial» ya no solo para las empresas españolas que han reducido a su mínima expresión las exportaciones a Argelia, sino que también por el elevado coste que ha tenido que pagar España por comprar gas a su vecino del Mediterráneo, disparando el volumen de importaciones hasta su mayor récord en ocho años.

Comercio con Marruecos

Nuestros empresarios no pueden vender sus productos y lo que compramos es cada vez más caro, un desequilibrio que está pasando una importante factura en el equilibrio del comercio exterior español. Desbarajuste comercial que tampoco ha podido ser compensado con la mejora de las relaciones con Marruecos y un eventual rédito económico tras el giro en el Sáhara. El superávit comercial con el país africano ha aumentado en solo 857 millones de euros en un año.

Si se une el desequilibrio con Argelia (6.575,7 millones) y el superávit con Marruecos (3.055,9 millones) el balance de 2022 es claramente negativo en 3.519,8 millones. En 2021, este déficit era de solo 680,4 millones, cinco veces menos. Si es que el cambio de opinión del Gobierno español con respecto al Sáhara tuvo motivaciones comerciales, los números demuestran que la estrategia ha sido económicamente nefasta: en un año se ha dejado 2.839,4 millones como balance de las relaciones comerciales con estos dos países.

El 16 de marzo del año pasado, Pedro Sánchez anunció una «nueva etapa» con Marruecos apoyando el plan de reino alauita para el Sáhara Occidental y poniendo fin a décadas de neutralidad. Hasta esa fecha, la postura oficial de España era respetar el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui, argumento defendido por Argel. Esta nueva etapa fue refrendada por el presidente de Gobierno el 8 de junio ante las Cortes y el mismo día Argelia anunció la suspensión del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España, firmado en octubre de 2002. 

Empresas en Argelia

El país africano amenazó con sanciones a las empresas locales que comprasen productos a España y congeló las domiciliaciones bancarias de las operaciones de comercio exterior de productos y servicios con origen y destino en nuestro territorio. Después de ocho meses los números demuestran que este país del Magreb prácticamente ya no compra productos a compañías españolas.

Desde el pasado mes de junio -cuando se activó el veto-, nuestras empresas solo han vendido productos por valor de 186,7 millones de euros, una reducción del 85,3% respecto de lo que se exportó en el mismo periodo en 2021. En total, las compañías españolas han dejado de ingresar 1.086,7 millones de euros si se compara con el año inmediatamente anterior, una situación que comienza a volverse insostenible. Es así como 2022 cerró en apenas 1.020 millones de euros, un desplome anual del 59% y lejos de los 3.696 millones que se llegaron a exportar en el año 2014.

Según un estudio publicado esta semana por Intermodal Forwarding, 600 empresas españolas se están viendo afectadas de forma directa por la suspensión de las relaciones comerciales por parte de Argelia. Desde el comienzo del veto -indican- decenas de contenedores se encuentran varados en los principales puertos del país africano, lo que genera "incertidumbre" para las compañías españolas, obstaculizando sus exportaciones al país.

Posición de Bruselas

Actualmente los intercambios comerciales entre España y Argelia se limitan a algunos productos específicos y las líneas han abandonado el comercio más allá de algún servicio esporádico mantenido por los transbordos. El país africano argumenta la ausencia de garantías en la entrada por las aduanas y el cobro de las transacciones para mantener remesas de productos varadas. "Estas dificultades en los procedimientos aduaneros, unidas a la inseguridad en el país, se convierten en obstáculos añadidos para las exportaciones españolas", ha señalado la consultora de transporte internacional.

Las más afectadas son compañías de pequeño tamaño que realizan envíos de manufacturas aunque el foco también está en grandes empresas agroalimentarias como Vicky Foods, tecnológicas como Indra o de infraestructuras como Técnicas Reunidas, Abengoa o Sacyr. Por otro lado, energéticas como Naturgy han visto un aumento en el precio de sus importaciones aunque se ha mantenido el suministro sin problemas.

Esta situación también preocupa a la Unión Europea. Esta misma semana el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, ha pedido a las autoridades argelinas que levante las restricciones al comercio con empresas españolas. "Es una situación bastante perjudicial para el acuerdo de asociación y no sirve a los intereses de ninguna de las partes", dijo a un periódico local a propósito de su primera visita como representante comunitario al presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune.

Bloqueo de Argelia

El problema es que este bloqueo a las exportaciones de empresas españolas ha ido de la mano de un crecimiento de las importaciones a Argelia. En el mismo periodo en el que han caído un 85% los envíos se han disparado un 20% las compras, principalmente por el aumento en los precios de la adquisición de gas. En octubre del año pasado Sonatrach y Naturgy llegaron a un acuerdo para mantener los volúmenes de exportación, pero aumentando el valor de lo que paga España.

Esto ha supuesto que en los ocho meses de bloqueo comercial, las importaciones españolas hayan adoptado la tendencia contraria disparándose hasta los 4.711,3 millones de euros, 777,1 millones más que en igual periodo del año anterior. En términos anuales la factura de 2022 ascendió a los 7.596,3 millones, un 46% por encima del curso anterior (2.828,6 millones de crecimiento) y la cifra más alta en ocho años cuando en 2014 llegó a los 9.067,3 millones. De esta manera, se registró un déficit de 6.575,7 millones.

En el caso de Marruecos se ha producido la situación inversa, aunque no en los volúmenes suficientes como para compensar la pérdida de negocio con Argelia. En todo el año 2022 se exportaron 11.748,2 millones de euros, una mejora del 24% (2.248,5 millones más), mientras que las importaciones llegaron a los 8.692,3 millones, un ritmo de crecimiento del 19% (1.391,4 millones de mejora), lo que aumentó el déficit comercial hasta los 3.055,9 millones (857 millones más). Insuficiente para compensar los 6.5567 millones de Argelia, un desequilibrio que creció en 3.695 millones en un año.

 

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