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Economía

La inversión extranjera en España se hunde un 32% en el cuarto trimestre tras las nuevas tasas

La llegada de capital foráneo a España se ralentizó a partir del mes de julio e ingresó 4.839 millones menos en los últimos tres meses de 2022

La inversión extranjera en España se hunde un 32% en el cuarto trimestre tras las nuevas tasas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la vicepresidenta primera, Nadia Calviño; y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en el Congreso. | Europa Press

La inversión extranjera directa (IED) bruta en España se redujo un 31,7% menos en el cuarto trimestre del año pasado tras llegar a los 10.423 millones de euros, 4.839 millones menos que los registrados entre octubre y diciembre de 2021, según las cifras publicadas por el Ministerio de Industria y cribadas por THE OBJECTIVE. El dato es el peor desde 2019 y demuestra una preocupante ralentización en la llegada de capital foráneo a partir del mes de julio, coincidiendo con el anuncio de los impuestos extraordinarios a la banca y eléctricas y a las grandes fortunas.

Si consideramos la inversión extranjera directa neta -que incluye las desinversiones realizadas en este mismo periodo y que a nivel internacional es considerado un indicador más fiable de inversión- vemos que el parón es mucho mayor que en términos brutos. De esta manera, se pasó de una llegada de capitales de 13.961 millones en el cuatro trimestre del año 2021, hasta los 8.210 registrados entre octubre y diciembre de 2022, un 41% menos.

Estas cifras contrastan con el anuncio triunfalista de Moncloa que este lunes -coincidiendo con el debate de la moción de censura de Vox- anunciaba un «crecimiento histórico» del 13,9% anual hasta los 34.178 millones en términos brutos y una mejora del 9,7% en la comparativa neta hasta los 23.892 millones. Lo que los datos del Gobierno no dicen es que esta mejora se debe casi exclusivamente al alza acumulada en los primeros seis meses del año, antes de que se anunciaran los impuestos extraordinarios a las empresas.

Ralentización en el segundo semestre

El primer trimestre de 2022 se llegó a los 8.233 millones de inversión extranjera bruta, un 115% más que igual periodo de 2021. En términos netos se llegó a los 5.429 millones, un 266% de crecimiento y más de tres veces más que el año anterior. En el segundo trimestre se mantuvo el volumen con 8.072 millones brutos (80% más) y 5.726 millones netos (161% de crecimiento), mientras que en el tercero ya se notó una mejora más discreta con 7.449 millones brutos (15,3%) y 4.525 millones netos (9,5%).

Si consideramos estas cifras en el acumulado del año y en términos brutos, vemos que la reducción en los niveles de crecimiento ha sido progresiva. Del crecimiento del 115% del primer trimestre se pasó al 96,9% de segundo semestre, para cerrar en el 61,2% en los primeros nueve meses del año y terminar 2022 con una mejora del 13,9%. Lo mismo pasó con el acumulado de la inversión extranjera directa neta, que se comenzó el año con una mejora del 266%, para pasar al 127,1% del segundo semestre, el 100,9% de los primeros nueve meses y el 9,6% con el que se cerró 2022.

Durante 2022, el crecimiento se concentró en el primer semestre y se ralentizó en el segundo como ya adelantó este periódico, a diferencia de los años anteriores en los que se había concentrado el volumen de flujos de capital foráneo a partir de julio. Un cambio de tendencia que se explica después de la serie de mensajes contrarios a la inversión extranjera que trasladó el Gobierno desde mediados del año pasado, como el impuesto extraordinario a las eléctricas y a la banca y el impuesto a las grandes fortunas.

'Impuestazos' y 'caso Ferrovial'

El 12 de julio –y en pleno debate del estado de la nación– Pedro Sánchez adelantó que el Gobierno iba a crear un recargo temporal a las grandes empresas del sector energético y bancario para gravar sus «beneficios extraordinarios», generados por la subida de los precios de la electricidad y de los tipos de interés. El hachazo fiscal con el que se preveía recaudar 7.000 millones en dos años se aprobó el 25 de noviembre. Desde entonces ha sido recurrido por las patronales de los dos sectores afectados. Del mismo modo, a mediados de septiembre se puso en marcha un gravamen a las grandes fortunas y a su patrimonio.

Una serie de decisiones e impuestos que han generado una importante inseguridad jurídica para las empresas, según coinciden los expertos consultados por este diario. Un periodo en el que además se ha puesto en el foco a las compañías con críticas diarias a las grandes corporaciones y a los empresarios acusándolos de enriquecerse con la crisis.

El último gran ejemplo se produjo con los furibundos ataques del Ejecutivo contra Ferrovial, tras anunciar que cambiaba su sede fiscal a los Países Bajos. El Gobierno mostró su sorpresa ante esta decisión utilizando como uno de sus argumentos el apetito inversor de las empresas extranjeras por España. Sánchez y sus ministros recordaron que estábamos en cifras récord de inversión extranjera directa, aunque -igual que en los datos distribuidos el lunes- obviaron referirse a la importante caída del último trimestre del año pasado.

"Inseguridad jurídica"

La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, indicó en plena ofensiva contra Ferrovial que el país «recibió en 2022 un 50% más de inversiones extranjeras, lo que se tradujo en 30.000 millones que vinieron a España por sus condiciones de estabilidad, fiscalidad y de demanda». Sin contar con que la ministra erró en la primera cifra (el crecimiento real fue del 13%), lo cierto es que los inversores y expertos dudan de esta "estabilidad y fiscalidad".

Directivos y asesores de fondos de inversión consultados por este periódico están de acuerdo en la correlación entre la ralentización de la inversión extranjera a partir de que el Gobierno anunció estos nuevos impuestos a empresas y fortunas. Estas fuentes coinciden en que no solo se ha enviado un mensaje erróneo al inversor internacional, sino que además se ha consolidado una inseguridad jurídica peligrosa que puede frenar proyectos que tenían a España como destino de sus proyectos en el mediano plazo.

De esta manera, ya nadie sabe con seguridad si en los meses que quedan hasta las elecciones se seguirán produciendo ataques a la gran empresa y si se impondrán nuevos impuestos por la presión de los ministros de Unidas Podemos en el Gobierno. Las mismas fuentes consultadas por este diario advierten de que esta tendencia del último trimestre del año de caída de la inversión extranjera podría contagiar el comienzo de este año 2023. Un curso en el que además comenzará a notarse una importante salida de grandes fortunas que buscarán una mejor fiscalidad fuera de nuestro país.

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