El nuevo CEO de Vodafone España acelerará la venta de su red fija para apuntalar las cuentas
El siguiente paso es definir las condiciones de entrada de un fondo de inversión en la infraestructura de banda ancha de la operadora
Uno de los grandes retos del nuevo consejero delegado de Vodafone en España, Mário Vaz, será resolver la postergada venta de la red fija de la operadora. Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE indican que el plan del nuevo responsable -designado oficialmente este miércoles y con mando en plaza desde el 1 de abril- pasa por cerrar cuanto antes la entrada de un socio inversor en sus infraestructuras de banda ancha fija como un primer paso para apuntalar las cuentas de la filial de la teleco británica en nuestro país.
Este diario ya ha adelantado que el proceso sigue en marcha con el foco puesto en un fondo de inversión, pero lo cierto es que un año después de que se anunciara la monetización de estas redes la operación sigue estancada. Es por ello por lo que Vaz quiere dar ese impulso necesario para cerrar el negocio y dar un respiro a las finanzas de Vodafone en España, que acumulan pérdidas de 1.340 millones de euros en los últimos tres años fiscales.
El plan inicial pasaba por cerrar la venta antes de finalizar el curso 2022-2023 y así poder incorporar la venta en estas cuentas. Sin embargo, la salida de Colman Deegan en enero frenó el avance de estas negociaciones y puso paños fríos a esta búsqueda. El año fiscal termina este mes, por lo que ahora el objetivo es cerrar esta venta en el curso 2023-2024, que empieza en abril y termina en marzo del próximo año.
Creación de una NetCo
Sin embargo, esto no frena el objetivo de cerrar la operación a la mayor brevedad posible y así poder emprender el resto de retos a los que se enfrenta Mário Vaz, que se centran en volver a la senda de crecimiento. Este es el último movimiento inorgánico al que se enfrenta Vodafone España, y por ello llegar a buen puerto allanaría el camino para ejecutar la hoja de ruta que pondrá en marcha de ahora en adelante.
El plan original pasaba por la venta del 100% de la red de 10,4 millones de hogares con banda ancha fija (7,5 millones con tecnología HFC y 2,9 millones con fibra óptica) agrupada en una nueva NetCo por unos 4.000 millones de euros. Una valoración que atendía a los múltiplos aplicados a recientes ventas de activos de red realizadas en España. Sin embargo, el apetito inversor en el último año ha decaído y las subidas de los tipos de interés han perjudicado las condiciones de financiación de los fondos de inversión.
Esto supone que el nuevo CEO de Vodafone España tendrá sobre la mesa propuestas para la totalidad de la red -aunque con una menor valoración que los 4.000 millones originales- o valores similares a esta estimación, pero solo por una parte mayoritaria de los activos y no la totalidad. El principal valor que tendría esta NetCo es que podría agrupar y catalizar a pequeñas redes que están construyendo operadoras como Avatel, Onivia, Adamo y una decena de redes de telecomunicaciones locales.
Pérdidas de Vodafone
También se debe decidir la forma en la que Vodafone sigue utilizando estas redes y a la manera en la que se seguirá optimizando y desplegando esta red. En este sentido, se podría abrir el acceso a la red a nuevos operadores principalmente de carácter local a precios competitivos con el objetivo de maximizar el valor y con Vodafone como principal cliente. Una suerte de Cellnex -la gran red europea de torres móviles-, pero de banda ancha de alta velocidad.
De esta manera, en una horquilla de entre 2.000 y 3.000 millones se podrían obtener ingresos que puedan aportar liquidez y solidez a la filial española de Vodafone. Vodafone Holdings Europe, que agrupa a todas sus empresas en España, perdió 463 millones de euros en el último ejercicio fiscal 2021-2022, tras apuntarse los costes de reestructuración de 85 millones por el ERE de 2021 con la salida de 442 empleados. En 2019-2020, Vodafone perdió 444 millones en España y otros 432 millones en el curso 2020-2021, un total acumulado de 1.339 millones de pérdidas en tres años.
En este contexto, la nueva dirección de Mário Vaz quiere que la venta de la red de banda ancha fija se convierta en el punto de partida de una nueva etapa marcada por la vuelta a los números negros. «Cuento con vuestra ayuda, compromiso y determinación para dar la vuelta esta coyuntura, encontrar nuestra senda de diferenciación e impulsar el crecimiento en el mercado español, volviendo a recuperar nuestro espíritu de liderazgo», dijo en una carta enviada a la plantilla este miércoles.
Dudas de la plantilla
Las fuentes con las que ha hablado este diario reconocen que, a medio plazo, el gran objetivo es volver a crecer en ingresos, si no este año, con seguridad al siguiente. Todo ello después del desplome del tercer trimestre fiscal (finales del año pasado) en el que los ingresos de Vodafone España cayeron un 9,8% hasta los 971 millones de euros, una caída que volvió a situar al negocio español a la cola de las filiales europeas del grupo y que anticipa que este curso volverá a cerrar con caídas en la facturación.
En cualquier caso, la llegada de Vaz no ha logrado aplacar las dudas de la plantilla. Este diario ya adelantó que la salida de Colman Deegan aumentó la incertidumbre que viven sus trabajadores en los últimos meses, algo que no ha cambiado tras el anuncio de la llegada del nuevo CEO. Se mantiene la interrogante sobre de qué pasará en el mediano plazo y si los planes que tiene su matriz en Londres pasan por una apuesta decidida por el mercado español.
«Estamos preocupados por los malos resultados y la mala gestión», dicen desde el lado de los trabajadores y agregan que «no hay un rumbo claro, lo que desestabiliza los ánimos». En este sentido, esperan que Vaz apueste por una hoja de ruta que recupere el músculo competitivo que en algún momento les hizo discutir a Telefónica el primer lugar de las operadoras en España.
CEO mundial de Vodafone
Piden que no se vuelva a utilizar la reducción de plantilla como una herramienta para cuadrar las cuentas y recuerdan que Antonio Coimbra (el último portugués antes de Vaz) fue el que mayor número de expedientes de regulación de empleo (ERE) puso en marcha. También creen que el nombramiento del directivo portugués está marcado por un carácter de interinidad al no resolverse todavía la sucesión del CEO mundial, cargo ocupado interinamente desde finales del año pasado por la directora financiera Margherita Della.
Una sensación que también es compartida por el sector que considera que, hasta que no se ratifique a Della o se nombre a un nuevo responsable, que defina realmente qué es lo que se quiere hacer desde Londres con su filial española, las decisiones que tome Mário Vaz no terminarán de tener la legitimidad necesaria que necesita la operadora en España en estos momentos.