Crisis del aceite de oliva: precios disparados, caída de ventas y acusaciones de adulteración
En el último año ha vivido una ‘tormenta perfecta’ y el consumidor está sintiendo sus consecuencias en forma de subida de precios
El sector del aceite de oliva español, un pilar fundamental del sistema agroalimentario y uno de los principales exportadores a nivel mundial, atraviesa un momento muy complejo. En el último año ha vivido una ‘tormenta perfecta’ y el consumidor está sintiendo sus consecuencias en forma de subida de precios.
Los datos oficiales muestran que los precios en origen de producción han subido un 60%. Este abultado aumento es consecuencia directa de la sequía, pero también de los incrementos en los precios de los suministros a los que tienen que hacer frente los agricultores. Una situación que se está notando en la demanda pasando factura a las ventas.
En su conjunto, las ventas de aceite de oliva en estos dos primeros meses del 2023 ascienden a 37,50 millones de litros, es decir, un 17,81% menos que en el mismo periodo del 2022, según los datos que maneja la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (ANIERAC). «Estas cifras de mercado interior lo que hacen es confirmar la tendencia que teníamos, con la subida de precios el mercado está cediendo, está cayendo», asegura Primitivo Fernández, director general de ANIERAC en declaraciones a THE OBJECTIVE.
Caen las ventas en todas las categorías
En los dos primeros meses del año, según estos mismos datos, todas las categorías presentan un descenso. Concretamente se han vendido 16,34 millones de litros de virgen extra, una cantidad inferior en un 13,56% a la del año pasado. Por su parte, el virgen ha alcanzado unas ventas de 4,46 millones de litros, es decir, un 5% menos que en 2022. En cuanto a las cifras acumuladas del ‘suave’ y del ‘intenso’ con 12 y 4,68 millones de litros también presentan un descenso, en este caso de un 26,80% y 16,54%.
«Desde el punto de vista de la demanda, muchos consumidores tienen dificultades para llegar a fin de mes, y están dejando de comprar aceite de oliva», añade Primitivo. Una consecuencia de los elevados precios de este alimento tan preciado en la dieta mediterránea. «Estamos llegando a un equilibrio necesario. Si teníamos poca disponibilidad, tendría que equilibrarse con un menor consumo porque no podríamos llegar a un stock cero», explican fuentes del sector olivarero a este diario.
Se centran en la exportación
En la última campaña, la fuerte seguía ha provocado que la producción se haya resentido en un 50%, encareciendo el precio en origen. «Las empresas en mercados exteriores han tomado posiciones. Han adelantado compras de una manera importante, la exportación ha bajado en volumen un 30%», explica Rafael Pico, presidente de Asoliva. A pesar de la caída, España sigue siendo líder mundial en exportación de aceite de oliva, pero «hay que tener cuidado porque los mercados son muy volátiles», apuntan los expertos consultados.
El alza de precios en origen comenzó en agosto del año pasado. En ese momento, las empresas exportadoras adelantaron las exportaciones para no quedarse fuera del mercado. Tal y como están los precios actualmente, las empresas que no hayan vendido ya su producto fuera de España «no van a poder estar», explica Pico. Esto ha hecho que en este momento, en algunos países como Australia, el precio del aceite de oliva español sea más barato que en España.
Trece marcas, bajo sospecha
En medio de esta situación, la Consejería de Extremadura ha inmovilizado 20.000 litros de aceite de trece marcas al sospechar que han adulterado aceite de oliva. También se ha notificado al menos un posible delito contra la salud pública porque en uno de los casos el aceite no era apto para el consumo humano.
Desde Anierac y Asoliva han mandado un mensaje de tranquilidad. Los litros inmovilizados por ilegales, de acuerdo con la información del Ejecutivo autonómico, «sólo representa un 0,0005% del aceite legal puesto en circulación mensualmente». No obstante, y para evitar situaciones similares, los envasadores y exportadores animan a los consumidores a adquirir aceite «en los circuitos habituales de comercio» y comprar «las marcas de toda la vida».
Ambas asociaciones del sector del aceite de oliva exigen a las comunidades autónomas una mayor trasparencia e información sobre este asunto «para que no se cree confusión en la opinión pública».