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Los fondos especulan con el valor de Vodafone con el objetivo de quedarse con su fibra

El valor en libros de la operadora y la suma de sus infraestructuras está muy por encima de los 3.700 millones que, según Bloomberg, ofrecería Apollo

Los fondos especulan con el valor de Vodafone con el objetivo de quedarse con su fibra

Sede central de Vodafone España en Madrid. | Agencias.

Los fondos de inversión tienen un plan en España y pasa por Vodafone, aunque con intenciones de compra muy por debajo de su valor real. El objetivo es construir una gran red mayorista de fibra óptica que haga sombra a Telefónica y a la joint venture de Orange y MásMóvil, algo que necesariamente incluye los activos de la operadora británica. Sin embargo, según indican las fuentes del sector con las que ha hablado THE OBJECTIVE, en las últimas semanas se ha cambiado la hoja de ruta y se plantean ir a por la totalidad de la teleco en vez de negociar solo por su red.

El problema es que quieren hacerlo por el mismo precio… o menos. Vodafone puso en venta su red de 10,6 millones de hogares con banda ancha de alta velocidad hace ya casi un año y con una valoración inicial de 4.000 millones de euros; y ahora -según se ha filtrado a Bloomberg– Apollo y otros fondos de inversión estarían interesados en todo el negocio de la operadora en España por 3.700 millones, una valoración «irrisoria», según dicen expertos del sector. Se trata de una propuesta que, por tanto, aleja cualquier tipo de posible acuerdo.

Es verdad que la operadora no atraviesa por su mejor momento comercial ni de gobernanza a nivel internacional -con una CEO interina, Margherita della Valle, que se apresta a cumplir cuatro meses en el cargo-, pero intenta enmendar el rumbo de la mano de un nuevo consejero delegado en España, Mario Vaz, nombrado hace pocas semanas. Vodafone facturó 3.949 millones de euros en 2022 y tiene un valor en libros de 5.282 millones, que se redujo desde los 6.093 millones tras la escisión de sus activos de torres móviles a Vantage Towers.

Logo del fondo KKR, uno de los fondos con más activos en España en el mercado de las telecomunicaciones.
Logo del fondo KKR, uno de los fondos con más activos en España en el mercado de las telecomunicaciones. | Agencias

Valor de Vodafone

Del mismo modo, realiza inversiones anuales en España por valor de 1.000 millones; mantiene importantes contratos con administraciones públicas, entre ellos todo el servicio 5G del Gobierno central; y todavía tiene 13,9 millones de clientes móviles, 2,9 millones de banda ancha fija y 2,2 millones de convergentes. Es decir, aún tiene mucho recorrido, pese a que en los últimos cinco años ha ido reduciendo sus clientes y sus ingresos.

Y desde luego, no vale los 3.700 millones supuestamente ofrecidos por Apollo, con un valor en libros 1.500 millones de euros mayor, y además con una red valorada en 4.000 millones. Como ya explicó esta semana Economía Digital, la estrategia de los fondos es clara y pasa por transmitir a la opinión pública ofertas extremadamente bajas para reducir el precio final en una eventual venta de la compañía. Una guerra del relato en la que conviene transmitir a los medios una situación de derribo de Vodafone en España.

De esta manera, los fondos de inversión se han dado cuenta de que es posible quedarse con Vodafone por el valor que se negocia desde hace varios meses por su red. Un plan que les reportaría mayor rentabilidad y más activos a un menor precio. La dificultad es que en el mercado nadie se cree que finalmente se termine de ceder la totalidad de la compañía por un valor tan bajo, que además es la mitad de los 7.000 millones por los que negociaron en una primera instancia una posible joint venture con MásMóvil.

Volver a la rentabilidad

Según las fuentes consultadas por este diario, los fondos tampoco creen que Vodafone valga 3.700 millones en España, pero saben que si juegan bien sus cartas y logran trasladar al mercado este mensaje, podrían terminar pagando bastante menos por estos activos que su valor real. En este sentido, la respuesta oficial de Vodafone en Reino Unido (de que no tienen su filial en venta, pero que sí están abiertos a escuchar ofertas) tampoco ayuda a dar la vuelta a este relato.

Es «imposible» que todos sus activos valgan 3.700 millones y que cualquier operación debería estar muy por encima de esta cifra. Se confía en que durante este año Vodafone ganará valor en nuestro país, tras volver a la rentabilidad y a aumentar sus ingresos después de más de un lustro. Hay muchos proyectos en marcha que cristalizarán en 2023 y Mario Váz tiene el principal objetivo de mejorar la dinámica comercial, algo que aumentará su valoración al cerrar el curso.

Con todo, los fondos de inversión lo seguirán intentando y que si logran adquirir todo el negocio, el plan pasa por quedarse con la red fija, que es lo que realmente les interesa, y deshacerse de la cartera de clientes y de su estructura comercial a un precio no muy elevado a algún otro competidor. Aquí nuevamente el principal candidato sería Digi, en una venta indirecta, con la que se reforzaría aún más su estructura con casi un millón de clientes de fibra y 6,5 millones de hogares pasados, según la última actualización realizada.

Movimientos de los fondos

Una vez despejada la incógnita de la cesión de la estructura comercial de Vodafone en España, empezará la segunda parte del plan, que pasa por unificar en una sola red las pequeñas compañías de fibra que han proliferado en los últimos cinco años. Este diario ya ha informado de la silenciosa operación de varios fondos para compra la red de la compañía británica, en torno a la que se pueden unificar todas las redes que tienen actualmente y eventualmente sumar los remedies que Orange y MásMóvil tendrían que vender fruto de la fusión.

Se podría constituir así una Netco en España que pueda agrupar y catalizar a todas las pequeñas redes que están construyendo operadoras como Avatel, Onivia, Adamo y una decena de operadoras de telecomunicaciones regionales. Liderados por inversores como KKR, se podría abrir el acceso a la red a nuevos actores de carácter local a precios competitivos, con el objetivo de maximizar el valor y con Vodafone como gran cliente. Una suerte de Cellnex -la red europea de torres móviles- pero de banda ancha de alta velocidad.

La propia Apollo está intentando cerrar la compra de red de fibra de Lyntia Access junto a Avatel, mientras que KKR son dueños de MásMóvil, junto con Providence y Cinven, aunque pretenden abandonar el capital en la próxima salida a bolsa de la joint venture con Orange, cifrada en un plazo de dos años. En los dos últimos años, se han producido otras adquisiciones emblemáticas, como la compra de la fibra oscura de Red Eléctrica por KKR o la cesión de Lyntia Netwoks a manos de AXA, Swiss Life y Morrison.

Hace pocas semanas, abrdn se asoció con Digi para desplegar 1,5 millones de hogares adicionales de fibra óptica en un plazo estimado de tres años. Este fondo es dueño de Onivia junto con el fondo Macquarie, una operadora que nació precisamente de la compra de un millón de unidades inmobiliarias a MásMóvil. Del mismo modo, está pendiente la venta de una participación mayoritaria de Finetwork a otro fondo de inversión, un proceso que debería cerrarse este semestre. Telefónica también cerró el año pasado la venta del 45% de su red de fibra rural a los fondos de inversión Vauban y Credit Agricole (CAA) por 1.021 millones.

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