El Banco de España eleva los temores de BBVA en Turquía por los planes de Erdogan
Considera que las medidas del régimen entrañan «riesgos significativos» para la rentabilidad de las entidades del país, entre ellas la filial del grupo español
El Banco de España amplía los temores por la situación de BBVA en Turquía, su tercer mercado más importante. El organismo que gobierna Pablo Hernández de Cos alerta de los riesgos para las entidades del plan diseñado por el presidente Recep Tayyip Erdogan para controlar la inflación desbocada a raíz de la guerra de Ucrania, entre ellas la filial del grupo español Garanti.
El supervisor advierte de que las medidas implantadas por el régimen otomano pueden provocar una abrupta caída de la rentabilidad de los bancos por los «significativos riesgos» que estas entrañan. Según el análisis llevado a cabo por el Banco de España en su último informe de estabilidad, recabado por THE OBJECTIVE, el Gobierno turco ha establecido un «complejo entramado de regulaciones» para impulsar el crecimiento del crédito, incrementar el peso de la lira turca en el sistema bancario y reducir el diferencial entre el tipo de interés de referencia y las tasas de los préstanos empresariales, además de bajar el precio oficial del dinero en plena escalada de la inflación.
Todas estas iniciativas permitieron a la franquicia de BBVA en el país del Bósforo disparar su rentabilidad hasta el 51% el año pasado, pero pueden ser perjudiciales para el presente ejercicio y los siguientes por sus efectos negativos. De hecho, Garanti ha rebajado a la mitad el retorno que obtendrá en 2023, hasta el entorno del 28%. Una cifra que podría ser inferior si los riesgos de los que alerta el Banco de España se materializan.
BBVA, gracias al plan de Erdogan, pudo batir las expectativas en 2022, a pesar de que dejó de ganar unos 1.500 millones de euros por la situación de hiperinflación, que obligó a modificar sus estados contables con un apunte de pérdidas. El IPC de Turquía llegó a sobrepasar en otoño el 85%. En la actualidad se sitúa en el 55%.
Preocupación de los reguladores por la aventura turca de BBVA
Desde hace años, los reguladores europeos están preocupados por la aventura de BBVA en el mercado otomano. Una preocupación que ha ido en aumento. Ya, tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el BCE vio con temor la exposición del grupo español a dicho país por lazos económicos de Estambul con Moscú.
El banco presidido por Carlos Torres confía en el panorama mejore a medio plazo y que los desequilibrios pongan fin dentro de poco. Por el momento, la incertidumbre es muy elevada, máxime teniendo en cuenta que este mes de mayo se celebran elecciones presidenciales y no está claro que Erdogan vaya a retener el poder tras veinte años de mando autoritario.
Tal es la confianza de BBVA que hace 11 meses culminó su oferta de compra de acciones, con la que amplió su presencia en el capital de Garanti al 86% y en la que desembolsó 1.400 millones. Un dinero que salió de la desinversión hecha meses antes en Estados Unidos, cuando se desprendió de la filial norteamericana. Tras esta transacción, la inversión de BBVA en Turquía asciende a los 9.000 millones de euros desde su desembarco en 2010.
Pese a ello, la entidad es consciente de la delicada situación y para ello ha puesto recientemente distintas medidas para evitar sustos de calado. Entre ellas, ha protegido toda la inversión ampliando las coberturas ya existentes y ha extremado la vigilancia a través de un análisis más exhaustivo y temprano del desarrollo de la economía y los efectos que pudiera tener sobre la filial. También ha acelerado la limpieza del balance con venta de préstamos morosos.
El Banco de España, por el contrario, no considera que los terremotos sufridos en febrero vayan a suponer un lastre para la economía y la banca del país, más allá de la destrucción del stock de capital. Las consecuencias, señala el supervisor, «podrían ser relativamente moderadas y de corto plazo sobre la actividad».
BBVA, en este sentido, anticipó que «la exposición directa del grupo a las zonas afectadas por el seísmo no es significativa» y hasta la fecha «no se han identificado impactos relevantes en la continuidad futura de las operaciones y los negocios», tal y como publicó este periódico.
Garanti es el quinto mayor banco del país y en la región asolada por los terremotos tiene el 11% de todas de sucursales que tiene repartidas por el conjunto del país del Bósforo.