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Economía

El superávit comercial con Marruecos sube un 34% tras el giro de Sánchez en el Sáhara

Esta mejora no logra compensar el déficit comercial que se produjo en este mismo periodo con Argelia y que subió en 2.187 millones de euros

El superávit comercial con Marruecos sube un 34% tras el giro de Sánchez en el Sáhara

Pedro Sánchez durante su reunión con el jefe de Gobierno del Reino de Marruecos, Aziz Akhannouch, en febrero de este año. | Pool Moncloa/Fernando Calvo

El giro de Pedro Sánchez en el Sáhara ha tenido una importante repercusión económica en las relaciones con Marruecos. Según los datos cribados por THE OBJECTIVE, la cercanía entre Rabat y Madrid tras el nuevo posicionamiento se ha traducido en una mejora de las relaciones comerciales y en un aumento del superávit comercial a favor de España del 34% (649,4 millones más) en los últimos nueve meses, coincidiendo con el bloqueo de Argelia a las empresas españolas.

Sin embargo, esta mejora no logra compensar el déficit comercial que se ha producido en este mismo periodo con Argelia. Los datos publicados el viernes por este diario indican que en estos nueve meses el desequilibrio de España con Argel aumentó en 2.187 millones de euros, tras el desplome de las exportaciones del 87% y del aumento de las importaciones un 21%. De esta manera, el aumento del déficit con un país y el aumento del superávit del otro, arroja un desajuste de 1.528 millones de euros para nuestra economía.

En privado, el Gobierno ha justificado motivaciones comerciales y económicas para el giro en el Sáhara. Marruecos ha sido históricamente un país con el que hemos tenido superávit, ya que las exportaciones de las empresas españolas han sido siempre superiores a las importaciones. El caso contrario es Argelia, al que siempre se le ha vendido menos de lo que se le ha comprado. Se trata de un desequilibrio generado principalmente por las compras de gas.

Pedro Sánchez visita el Mausoleo de Mohamed V durante su viaje a Marruecos el pasado mes de febrero.
Pedro Sánchez visita el Mausoleo de Mohamed V durante su viaje a Marruecos el pasado mes de febrero. | Pool Moncloa/Fernando Calvo

Exportaciones a Marruecos

La lógica del Ejecutivo indicaba que un bloqueo comercial de Argelia –como el que se terminó produciendo y que se mantiene desde junio del año pasado– podía ser equilibrado con el refuerzo de las relaciones con Marruecos. Algo que ha ocurrido, pero solo a medias, ya que en nueve meses lo que se ha ganado con Rabat no ha compensado las pérdidas con Argel: un movimiento geoestratégico y comercial que hasta febrero se ha saldado con un déficit de 1.528 millones de euros.

De hecho, el crecimiento de las exportaciones e importaciones a Marruecos ha estado por debajo de la mejora acumulada de todo el comercio exterior de España. Los datos de la Secretaría de Comercio indican que, entre junio del año pasado y febrero de 2023, los envíos a Rabat superaron los 9.000 millones, un 18,7% más, mientras que las compras de España llegaron a los 6.419 millones, un 13,4% de mejora. Esto supone registrar un superávit de 2.587 millones, un 34% por encima de los 1.927 registrados en el mismo periodo del año anterior.

En 2022, las exportaciones totales de España crecieron un 22% y las compras un 33%, disparando el déficit comercial total hasta los 68.112 millones, casi el triple de los 26.177 millones de 2021. Es así como las cifras de aumento del comercio exterior con Marruecos se explican más por un efecto arrastre —por la necesidad de aumentar el abastecimiento de bienes, servicios y combustibles tras la guerra de Ucrania— que por un verdadero impacto del giro en el Sáhara.

«Nueva etapa» con Rabat

En cualquier caso, los intercambios comerciales con Marruecos se encuentran en máximos, con el mes de febrero registrando el dato más alto de exportaciones (1.053,2 millones) desde junio del año pasado. En 2022, las exportaciones de empresas españolas a Rabat llegaron a los 11.748 millones (un 23% más), la mayor cifra de la historia reciente, lo mismo que las importaciones, que llegaron a 8.692 millones de euros (lo que supone un 19% de aumento).

España vende al país magrebí combustibles y lubricantes, componentes para automoción y tejidos para confección y compra principalmente aparatos y material eléctricos, prendas de vestir, pescados, crustáceos y moluscos, automóviles y prendas de vestir de punto. Desde 2017 es un país PASE (Países de Actuación Sectorial Estratégica) con intereses en sectores como la automoción, energía, sector agrícola e industria alimentaria, tecnología industrial, turismo, transporte ferroviario, energías renovables y el ciclo integral del agua.

En marzo del año pasado, Pedro Sánchez anunció una «nueva etapa» con Marruecos apoyando el plan de Rabat para el Sáhara Occidental y poniendo fin a una histórica neutralidad. Refrendado el 8 de junio ante el Congreso por el propio presidente de Gobierno, este giro provocó que ese mismo día Argelia anunciara la suspensión del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España, firmado en octubre de 2002. Bloqueo que se mantiene hasta la fecha y limita actualmente el intercambio comercial solo a algunos productos específicos como el gas.

Sánchez viaja en febrero

Todo lo contrario de lo ha pasado con Marruecos, que ha mostrado una voluntad de acercamiento con España sin precedentes. En el ámbito económico, el Gobierno al completo liderado por Pedro Sánchez viajó a Rabat para asistir a la XII Reunión de Alto Nivel entre ambos países, en la que participaron 11 ministros y ministras españoles y 13 marroquíes. La entonces ministra de Industria, Reyes Maroto, y la ministra de Economía marroquí, Nadia Fettah, firmaron además un protocolo financiero de inversión de empresas españolas por un importe global de 800 millones.

También se firmó un memorándum de entendimiento sobre Turismo con el objetivo de ampliar las relaciones de cooperación, seguir impulsando el incremento de los flujos turísticos mutuos y de las conexiones aéreas directas. Entre las principales empresas españolas establecidas en Marruecos se encuentran Abengoa, Indra, Endesa, Inditex, Gocco, Riu, Borges, Barceló o Banco Santander o el despacho de abogados Garrigues.

España es para Marruecos el primer cliente y el primer proveedor y Marruecos es para España el primer mercado en África. No obstante, este crecimiento del comercio exterior no ha ido acompañado de un despegue de las inversiones. Los datos oficiales indican que en 2022 las empresas españolas apenas destinaron 3,5 millones al país africano, muy por debajo de los 44,6 millones registrados un año antes. Por otro lado, la inversión de Marruecos en España también ha retrocedido hasta los 78.000 euros en 2022, tras los 338.000 certificados un año antes.

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