Bankinter pelea en los tribunales para evitar la compra de dos hoteles de lujo en Barcelona
Una socimi del banco, Atom, recurre una sentencia que le obliga a adquirir un inversor libanés La Florida y Miramar por 53 millones de euros
Bankinter pelea en los tribunales para evitar la compra de dos hoteles de lujo en Barcelona, Miramar y La Florida. La inmobiliaria del banco especializada en alquiler de alojamientos, Atom, ha decidido batallar contra el inversor libanés Joseph Boutros El Khoury, propietario de los inmuebles, que le exige la adquisición de los mismo por incumplir el contrato sellado días antes del estallido de la pandemia.
La socimi de Bankinter ha recurrido a principios de este año una sentencia recibida en 2022 que estimaba la petición del empresario de Oriente Medio, por el que le reclama la adquisición de ambos establecimientos turísticos en la Ciudad Condal por un importe de 53 millones de euros, según ha posddo saber THE OBJECTIVE.
Los hechos se remontan al verano de 2020, cuando Atom y El Khoury alcanzaron un acuerdo para que la compañía inmobiliaria se hiciera con Miramar y La Florida, siempre y cuando la transacción fuera autorizada por el Ayuntamiento de Ada Colau.
Dicha autorización se produjo, pero la socimi de Bankinter se echó para atrás en su interés y finalmente no adquirió sendos hoteles, que tiene 5 estrellas, debido a los efectos que estaba teniendo la pandemia. Entonces, uno de los sectores más castigados fue el turismo, debido a las restricciones de movilidad implantadas en todo el mundo. El empresario libanés, tras la decisión de la filial de la entidad, emprendió una carrera judicial al considerar que Atom había incumplido el pacto y que debía materializar la compra.
Bankinter y sus asesores confían en ganar la batalla
Los administradores de la inmobiliaria del banco y sus asesores jurídicos, de acuerdo con la documentación aportada en el procedimiento judicial, consideran que el litigio es poco probable que tenga un resultado negativo. Por tanto, confían en ganar la batalla.
El demandante, por su parte, no confía mucho en conseguir una victoria, ya que en otoño inició un proceso para desprenderse de dichos hoteles por unos 60 millones, según Expansion. Aunque este nuevo intento también se debe, según distintas fuentes, a la situación financiera por la que atraviesa el inversor. Sobre él pesa el embargo, entre otros del Hotel La Florida.
La socimi hotelera de Bankinter es uno de la veintena vehículos de inversión alternativa lanzados por la entidad en los últimos años con el fin de que sus clientes puedan también participar en los mismos ante el episodio alargado de tipos de interés negativos. En el caso de Atom, la cartera está compuesta por 28 hoteles, la mayor parte de cuatro estrellas. Solo uno de ellos está ubicado en Barcelona, que fue adquirido el año pasado.
Bankinter gestiona estos instrumentos y ostenta una participación minoritaria en el capital en todos ellos. En la socimi para alojamientos tanto turísticos como vacacionales controla algo más de un 5%. Otro 20% está en manos de socios industriales, mientras que el resto en manos de clientes de la entidad.
Atom, que cotiza en el mercado de valores, consiguió el ejercicio pasado unos beneficios de 27 millones de euros, según su informe anual, la gracias en parte a la recuperación del turismo y la apertura total de los movimientos tras las restricciones de la pandemia. De hecho, el turismo es una de las palancas de la reactivación de la economía en nuestro país.
Gracias a ello, la inversión hotelera se ha disparado en nuestro país, aunque el crecimiento va por zonas y depende de las políticas llevadas a cabo. Así, en Madrid está registrados cifras históricas, mientras que Barcelona, precisamente, se ha desplomado por las trabas administrativas el Ayuntamiento.
En la capital la inversión en hoteles alcanzó en 2022 los 803 millones de euros, lo que supone un 24% del montante a nivel nacional y más del triple de lo destinado en la Ciudad Condal.
El empresario libanés fue uno de los inversores extranjeros que primero apostó por nuestro país y el segmento de hoteles de lujo tras la crisis financiera de 2008. En 2010 adquirió varios inmuebles de alojamientos en Madrid y un ejercicio después se hizo con los dos inmuebles de Barcelona y con otro en Valencia. Pero, como a todo el sector, la pandemia le ha pasado factura y muchas compañías está aún pasando apuros a pesar de la recuperación por la apertura.