Las empresas españolas disparan su inversión directa en Países Bajos y Luxemburgo
El flujo de capital hacia Latinoamérica se ha reducido un 44% hasta los 2.564 millones, con caídas en Brasil, Argentina, México, Perú y Uruguay
Un panel del IBEX 35 en el Palacio de la Bolsa, donde cotizan la mayoría de las empresas españolas con inversión en el extranjero. | Eduardo Parra (Europa Press)
La inversión de las empresas españolas en el exterior llegó a los 29.230 millones de euros durante el año 2022, según los datos actualizados de la Secretaría de Estado de Comercio. La cifra que supone un crecimiento del 7,5% respecto del año anterior -pero aún lejos de los 39.942 millones que se invirtieron en 2017- refleja un importante crecimiento de los flujos de inversión extranjera directa bruta hacia Países Bajos y Luxemburgo, dos países que han estado en el punto de mira del Gobierno tras la confirmación de la marcha de Ferrovial a Ámsterdam.
Un crecimiento que se ha hecho a costa de la caída de la inversión directa en otros destinos históricos como Estados Unidos, Francia, Italia o Portugal y, en especial, en algunos países latinoamericanos como Argentina, México, Uruguay y Perú, donde en la última década las empresas españolas habían sido uno de los motores de la llegada de capital foráneo. El total de inversión española en este continente se redujo a casi la mitad en 2022.
Los datos cribados por THE OBJECTIVE indican que la inversión de empresas españolas en Países Bajos llegó a los 4.229,7 millones de euros en 2022, multiplicando casi por diez los 381 millones del año anterior. Sin embargo, la cifra de 2021 estuvo distorsionada todavía por los efectos de la pandemia, por los que la comparación es más exacta con 2020 y 2019 cuando llegó a los 1.010 y 1.809 millones, respectivamente. Con todo, la cifra del curso pasado es una de las más altas de las últimas décadas y triplica las cifras prepandemia.
Inversión en Reino Unido
También se ha producido un importante crecimiento en Luxemburgo donde la inversión de las empresas españolas llegó a los 6.109 millones de euros, una mejora del 37% en el último año. La inversión en este país se ha recuperado -y acelerado- tras registrar 5.750 millones en 2020. Reino Unido completa el podio de los destinos inversores que mantiene el primer lugar con 8.269 millones, pese a que se ralentizó un 2,6%. Entre Reino Unido, Países Bajos y Luxemburgo se llevaron el 64% de todos los flujos de capital directo que salieron de España.
La elección de estos tres países no es casualidad. El primero no está en la Unión Europea desde finales de 2020, mientras que los otros dos son considerados economías con una baja carga fiscal. En el caso de Reino Unido, la inversión de empresas españolas se ha multiplicado en los dos últimos años superando los 8.000 millones anuales desde los 1.280 y 3.700 millones registrados en 2019 y 2020. Sus condiciones fiscales, su política de atracción a la inversión y su condición de epicentro de la banca en el continente ha convencido a las grandes corporaciones de nuestro país.
En el caso de Países Bajos y Luxemburgo, se caracterizan por tener sistemas fiscales con menor carga impositiva, lo que les convierte en un destino clave para las empresas de toda Europa -y de fuera del continente- como base de operaciones y plataforma desde donde realizan inversiones al resto del continente. En términos de inversión se les denomina "país inmediato" ya que los flujos de capital no suelen quedarse por completo en su economía.
Alemania gana terreno
Lo mismo sucede en el caso de la inversión que llega a España. Este diario ya publicó que el flujo de capital de empresas radicadas en Luxemburgo se disparó en 2022 hasta los 11.773 millones de euros, un 29,8% más que un año antes. Si a esto le sumamos que la inversión desde Países Bajos fue 1.437 millones, vemos que entre los dos países concentraron el 39% de toda la inversión extranjera directa bruta que llegó a España en 2022.
La lógica es la misma. Las empresas utilizan a Luxemburgo y Países Bajos como plataforma para llegar a España como demuestra el dato de inversión por país de "origen último" de inversión, esto es, refiriéndose al país de residencia del titular último de la inversión, en el que se agota la cadena de titularidad. En este listado, Estados Unidos figura como primer inversor con 9.453 millones (27,7% del total), Reino Unido con 6.097 millones de euros (17,8%), Alemania con 4.790 millones (14%) y Francia con 3.410 millones (10%).
Volviendo a la inversión de las empresas españolas en el exterior, tras del podio el gran ganador es Alemania que se queda en el quinto lugar por volumen. El flujo de capital al país germano llegó hasta los 1.457 millones, multiplicando por tres los 355 millones registrados un año antes. Le sigue en el sexto lugar Singapur con 678 millones, multiplicando casi por 20 los datos del año 2021. Un socio histórico y una economía emergente.
Desplome en Latinoamérica
En el otro lado de la moneda encontramos a Estados Unidos, que se queda en 3.581 millones en el cuarto lugar y tras una caída del 34%. Otros países europeos también pierden peso, como Francia con 292 millones y un desplome del 59%, Portugal con 279 millones y un retroceso del 58% e Italia con 117 millones y un 62% de caída.
Latinoamérica es otra de las zonas donde cae el flujo de capital español, una región donde las empresas españolas históricamente han liderado la inversión extranjera. Los datos indican que en 2022 fue de 2.564 millones, esto supone un retroceso del 43% respecto de los 4.503 millones de 2021. La cifra está además muy lejos de los 10.713 que se llegaron a invertir en el año 2018, un curso antes de la irrupción de la pandemia.
Brasil (en el sexto lugar por volumen) sigue siendo el principal destino de la región con una inversión de 665 millones en 2022, pese a la caída de 6,7% respecto del año anterior. Un desplome que se ha sentido con mayor virulencia en los dos otros gigantes de la región: México y Argentina. El primero llegó a los 145 millones, un 90% menos, mientras que el segundo se quedó en 139 y un retroceso del 35%. Por su parte, Perú llegó a 163 millones y un desplome del 39% y Uruguay (con 81 millones) se dejó un 90%. Dentro de las grandes economías del continente, los únicos que crecen son Chile con 357 millones y un 77,9% más (en el octavo lugar) y Colombia (en el décimo) con 186 millones y una mejora del 187%.
