Un error del BOE con los salarios causa el caos entre 120.000 empleados del sector cárnico
El 7 de abril el BOE publicó una resolución del convenio del sector que incluía por error unas tablas salariales incorrectas con importes superiores a los acordados
Caos en el sector cárnico a causa de un fallo en el Boletín Oficial del Estado. En febrero, la Comisión Paritaria del Convenio Colectivo Estatal de Industrias Cárnicas firmó en el SIMA (Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje) las tablas salariales para 2023 y los anexos de carácter económico. La firma suponía el cumplimiento del convenio colectivo del sector firmado con un aumento salarial del 8,95% a partir del enero de este año en medio de un contexto marcado por la elevada inflación.
Dos meses después de firmar este acuerdo, el BOE publicó el pasado siete de abril la Resolución de 28 de marzo de 2023, de la Dirección General de Trabajo donde se recoge el Convenio colectivo estatal del sector de industrias cárnicas para el periodo 2021-2023. Sin embargo, esta resolución incluía errores. Concretamente las tablas salariales no eran correctas y las cuantías que en ellas se reflejaban era superiores a las acordadas.
Un error que aún no ha sido subsanado por parte del BOE y que está causando «gran incertidumbre y malestar» en la industria cárnicas, según asegura la Asociación Nacional de Industrias de Carne de España (ANICE). «Transcurridas ya varias semanas, desde ANICE no se logra entender los motivos de la no subsanación» de este error que está «afectando a casi 120.000 trabajadores que se rigen bajo este convenio».
Trabajadores sin subida salarial
Desde la patronal creen que el error, que fue comunicado a la Dirección General de Trabajo inmediatamente por su parte, se debió «seguramente a fallos de trascripción de las cuantías al Boletín Oficial». Transcurridos ya más de veinte días, la patronal del sector cárnico no comprende el motivo de la no publicación, ya que no requiere de ninguna tramitación, más allá de una corrección de errores y posterior publicación.
Además, insisten en que su retraso está causando un gran volumen de consultas a la asociación, por la gran incertidumbre y malestar que genera este limbo informativo, que afecta a casi 120.000 trabajadores que se rigen bajo este convenio. «Durante estas semanas hemos recibido a diario muchas consultas en ANICE realizadas por las industrias cárnicas, intentando apaciguar su desasosiego», afirma Miguel Huerta, secretario general de ANICE.
Y no es para menos. Hasta que no se produzca esa corrección, muchos trabajadores pueden no percibir la subida salarial pactada. En este sentido, si la corrección en el BOE de las tablas salariales se realiza antes del día 15 del mes de su publicación, las cantidades resultantes se deberán incluir en las nóminas de los trabajadores del mes de la publicación, según explican desde el sector. Pero si esta corrección se produce el día 15 o después, la subida salarial se reflejará al mes siguiente de la publicación.
Con independencia de cuándo se publique la corrección salarial por parte del BOE, desde la patronal recuerdan que las subidas tienen carácter retroactivo. Es decir, las empresas del sector deberán abonar los retrasos correspondientes desde el 1 de enero de 2023. No obstante, hay que señalar también que las compañías del sector pueden aplicar las tablas salariales firmadas y recogidas en el convenio al margen de la publicación del BOE. Pero «es preceptiva la correcta publicación en el BOE para garantizar la cobertura jurídica de los acuerdos firmados entre representantes sindicales de los trabajadores y las asociaciones empresariales», concluyen desde ANICE.
Otros errores del BOE
Hace unos días el Boletín Oficial del Estado publicaba por error la ‘derogación’ de la Constitución Española. Concretamente el BOE publicaba por error la apostilla «[disposición derogada]» en el encabezamiento de la Constitución Española de 1978, lo que en teoría significa que, durante un breve lapso de tiempo, estuvo ‘derogada’ junto con otras ocho leyes fundamentales, tal y como contamos en THE OBJECTIVE.
En ese caso, el error fue detectado por Iberley, una base de datos jurídica, que contactó al servicio de atención al ciudadano del BOE para informar sobre el problema. Veinte minutos después, se solucionó el error y se restauró la vigencia de las normas. Sin embargo, no se sabe cuánto tiempo la Constitución estuvo ‘sin vigencia’.