El Sabadell admite errores de estrategia y eleva hasta en un 50% los objetivos de ventas
La dirección de la entidad reconoce a la plantilla que otros bancos han diseñado mejor sus planes comerciales, por lo que incrementa sus metas para el ejercicio
César González-Bueno, consejero delegado del Sabadell. | Banco Sabadell
El Sabadell admite errores en su estrategia. Al menos en lo que respecta a la comercial, por lo que se puesto las pilas para poder enmendarlos antes de que sea tarde. El banco dirigido por César González-Bueno considera que su planificación ha estado peor diseñada que la de otras entidades, por lo que la ha revisado, con el fin de no perder comba en el crecimiento de la actividad frente a sus rivales, según ha podido saber THE OBJECTIVE.
El grupo de origen catalán ha hecho estas consideraciones en la comunicación a la plantilla sobre los nuevos objetivos de venta. Para elevarlos se basa en estas explicaciones que de por sí son una admisión de fallos, de acuerdo con el sindicato CCOO, que denuncia la presión que está ejerciendo el Sabadell sobre los empleados para mejorar sus números operativos.
Las metas puestas ahora por parte de la dirección para revertir la situación y mejorar la contratación de productos frente a la competencia se han elevado en hasta un 50% en función de los departamentos, negocios y zonas de actuación. Fuentes oficiales del banco no quisieron hacer comentarios al respecto.
El Sabadell sufre una caída mayor en hipotecas que sus rivales
Los objetivos son fundamentales para establecer la hoja de ruta y los presupuestos de cada ejercicio. Y, además, de su cumplimiento depende una parte la retribución que perciben tanto los trabajadores como los altos ejecutivos de manera anual.
La evolución del Sabadell, pese a esta deficiente planificación, no fue mala en el primer trimestre de 2023, aunque el grado desempeño es irregular y depende de las áreas de actividad. En hipotecas, por ejemplo, el banco ha reducido el importe de las nuevas operaciones un 19% en un momento de caída de este segmento a nivel global. Pero, la competencia ha disminuido un 15%, según los datos del Banco de España. Es decir, que ha experimentado una mayor caída en este nicho.
En otros también existen diferencias tras el descenso que la entidad liderada por González-Bueno registró en los tres primeros meses del 4% en préstamos para empresas o del 26% en fondos. En cambio, en préstamos al consumo el Sabadell experimentó en dicho periodo una subida un 32% en tasa interanual o del 19% en tarjetas.
En recursos de clientes (depósitos y productos de inversión), que han estado bajo el foco de atención del mercado tras el la caída de Silicon Valley Bank (SVB) y el rescate de UBS, su actividad se ha mantenido plana, ya que experimentó un bajada de apenas el 0,1%. El Sabadell fue uno de los primeros bancos que reaccionó a las turbulencias financieras y mejoró los intereses que estaba ofreciendo por su cuenta estrella.
Pese a estos números y el reconocimiento de que la competencia ha diseñado mejor su estrategia, la cúpula del banco se muestra públicamente optimista y recientemente indicó que alcanzará la rentabilidad que reclaman los inversores, en torno al 10%. Y eso contando con el impuesto especial del Gobierno al sector, una tasa que le ocasionó una bajada de los beneficios del 4% hasta marzo.
Detrás de estas buenas sensaciones se encuentra la mejora de los márgenes operativos como consecuencia del auge de la escalada de los ingresos por la cartera de créditos debido a la escalada del euríbor. El Sabadell es el que más cobra por los préstamos a sus clientes, aunque es Bankinter el que más rentabilidad saca de sus usuarios por el menor coste de sus depósitos.
Asimismo, el optimismo es claro, ya que la situación por la que atraviesa el banco nada tiene que ver con la de hace dos años y medio, cuando tuvo que negociar una fusión con BBVA que no llegó a ningún puerto. Tras fracasar las conversaciones, el Sabadell puso en marcha un nuevo plan de ajuste y lanzó una hoja de ruta para recuperarse y poder mantenerse en solitario. Algo en lo que está inmerso y en lo que no quiere fallar. De ahí que modifique sus objetivos ante los fallos detectados.
El Sabadell descarta de plano cualquier operación corporativa y sigue con su intención de poder operar sin integraciones de por medio, tal y como el consejo de administración decidió a finales de 2020 tras dar por finalizadas la fusión con BBVA.
