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Economía

Los ganaderos piden ayuda ante el auge de los ataques de buitres a animales vivos

Los ganaderos afectados se quejan de la impotencia por no poder actuar cuando atacan a animales indefensos, como las hembras parturientas

Los ganaderos piden ayuda ante el auge de los ataques de buitres a animales vivos

Un buitre sobrevuela las montañas pertenecientes a La Pedriza (Madrid). | Rafael Bastante (Europa Press)

Las denuncias de ataques a ganado vivo por parte de buitres se han extendido en las últimas semanas y ya se pueden ver en zonas como Extremadura, donde no era tan habitual escucharlo como en Madrid o Castilla y León. 

Los últimos ataques denunciados han sido a tres terneros, una vaca y ovejas en fincas de Usagre, en Badajoz, según ha denunciado la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja). Pero no son los únicos recientes, sino que se suman a otros que ya se han convertido casi en habituales en lugares como Salamanca, donde la misma organización ha denunciado otro ataque recientemente, en esta ocasión a un ternero recién nacido y a su madre. Afirman además que en la zona de Guijuelo se han sucedido cinco ataques en una semana.

Una situación que los ganaderos consultados por THE OBJECTIVE afirman que se debe, en gran parte, a la prohibición de dejar a los animales muertos en el campo, una medida que en España se impuso tras la crisis de la enfermedad conocida como la de ‘las vacas locas’ y que implica que cuando un animal muere, este debe ser trasladado al interior hasta que es recogido para ser incinerado, en lugar de dejarlo como alimento para las aves carroñeras como los buitres. 

Aunque se han aceptado algunas excepciones a lo largo de los años, como la de permitir dejar al aire libre ganado ovino muerto en algunos casos, las autoridades competentes han denegado en varias ocasiones las peticiones del sector ganadero de volver a permitir esta práctica alegando motivos de salud pública, con el objetivo de evitar la propagación de enfermedades que puedan portar estos animales muertos. 

«Lo que nosotros pedimos es que se mantenga la ley natural y se respete la cadena trófica, que es lo que se rompió cuando se sacó la normativa de retirar los cadáveres del campo», dice en una conversación con este periódico Juan Metidieri, presidente de APAG Extremadura Asaja. «Con esta  normativa, lo que se hace es que no se permite dejar alimento para estos animales que son carroñeros, y las consecuencias es que están yendo en grupo a atacar a animales vivos», añade. 

Indemnizaciones reales y respetar la ley natural 

Además de que se vuelva a respetar la cadena trófica, como dice Metidieri, los ganaderos de las zonas afectadas por este tipo de ataques piden a las autoridades indemnizaciones para reparar las pérdidas económicas

En algunos casos, como en la Comunidad de Madrid, existe esta compensación, aunque no siempre se consigue, y en otros directamente no se contempla. Desde Salamanca, una de las zonas donde más ataques de este tipo se denuncian, piden a la Junta de Castilla y León que «ponga remedio inmediato». «Los ganaderos no deben soportar más los costes de mantener a la fauna salvaje», dicen desde Asaja, por lo que piden que «instaure un sistema de compensación como ocurre en La Rioja, Madrid, País Vasco o Castilla-La Mancha». 

Unas compensaciones que, como explica a este periódico Alfredo Berrocal, responsable de sectores ganaderos de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, la mayoría de las veces no llegan al afectado por la dificultad de probar el ataque

«La Comunidad de Madrid tiene una línea, igual que para los ataques de lobo, para indemnizar los ataques de buitres» pero, afirma Berrocal, «no llegan a la mayoría, porque no se puede diferenciar a ciencia cierta» si el animal ha sido atacado cuando estaba vivo o ya había muerto. Sí que hay ciertos indicios, explica, como cuando la vaca está de parto en el momento del ataque y aún quedan restos del ternero, que pueden llevar al encargado de remitir el informe a certificar el ataque, pero no es lo habitual. 

«Si quien tiene que emitir el informe, que en este caso es la guardería forestal, dice que no tiene base para decir que ese animal estaba vivo, con esa premisa ya no te dan una indemnización», explica Berrocal. 

Ataques a animales débiles

Los ataques de buitres que los ganaderos están denunciando afectan a animales débiles o en momentos de desventaja, «cuando están a punto de parir o ya viejas que tienen dificultades para levantarse», explica Metidieri. 

«El problema es que el buitre antes era un carroñero y ahora es un animal que ataca a animales vivos que tienen una baja defensa, sobre todo en los partos, porque es un momento de debilidad», dice por su parte Berrocal. nAñade que «está claro que van a más» y afirma que «se producen muchos más ataques de los que se denuncian, entre otras cosas porque hay veces que ni siquiera dejan muestras de esos ataques», ya que en el momento en el que se descubre, apenas quedan restos. 

Por eso, considera que ya que las medidas de prevención son prácticamente imposibles, «se deberían tomar medidas de gestión». «Si tenemos que equilibrar la naturaleza porque somos la raza humana los que la desequilibramos con nuestra presencia, pues habrá que hacerlo, hay que tener los buitres que puedan tenerse», apunta.

«Para un ganadero que está sufriendo ahora mismo una situación de sobrecoste de los piensos muy elevado, con la situación de sequía que tenemos y cómo estamos, cuando llegas a tu explotación y ves un ataque de estos, ves a un animal que está muerto o simplemente ves los restos, sientes impotencia«, lamenta Metidieri. 

Por eso, ambos piden a los gobiernos regionales que tomen medidas a pesar de las «presiones» y tengan en cuenta la opinión de «la gente que vive en el mundo rural» a la hora de gestionar esta situación.

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