Sigue la fuga de empresas: el Mario Conde de Ecuador también abandona España
La compañía Totisa Holings se traslada tras el adelanto electoral y siguiendo los pasos del fondo valenciano de capital First Drop
La fuga de empresas al extranjero se reactiva tras la convocatoria de las elecciones anticipadas. Los proyectos de traslado se habían congelado a raíz del acoso del Gobierno a Ferrovial por su marcha a Países Bajos, a la espera de nuevos comicios, que en principio iban a tener lugar en diciembre. Pero, el adelanto de las votaciones y la más que probable salida de Pedro Sánchez de La Moncloa, está provocando que muchos planes se estén sacando de nuevo del cajón con el objetivo de conseguir un mejor tratamiento fiscal y operativo.
Este es el caso de la energética canaria Totisa Holdings, que ha decidido llevar su sede social a Panamá, según ha podido saber THE OBJECTIVE. La compañía, que es impulsora de los almacenes de Gas Licuado (GBL) de Gran Canaria y Tenerife, ha presentado al registro mercantil su intención de establecerse en el país centroamericano. Una hoja de ruta que está suscrita por sus responsables y accionistas José Alejandro Peñafiel Salgado (conocido como ‘el Mario Conde ecuatoriano’), que aparece en la fotografía saludando en el año 2019, José David Peñafiel Mintón y José David Peñafiel Escalante.
La compañía ha rechazado comentar con este periódico las razones de su marcha de España. Con la decisión de Totisa, ya son dos las compañías que han anunciado su salida de nuestro país, después de que el fondo de capital riesgo valenciano First Drop comunicara su mudanza a Luxemburgo el pasado 6 de junio. Este anuncio no sentó nada bien al Gobierno, ya que salpicaba al Ejecutivo en plena campaña electoral.
Proyectos de gas y lazos con Rusia
La marcha de Totisa se produce en un momento clave, ya que tiene en marcha dos importantes proyectos: la construcción de las plantas de GNL (Gas Natural Licuado) en Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife en un momento en el que se está apostando por esta tecnología para llevar a cabo la transición energética, en detrimento de otras históricas de nuestro mix energético, como la nuclear. Además, la empresa se lanzó hace varios años a por el negocio del hidrógeno cuando por entonces era un auténtico desconocido por la opinión pública.
La compañía, según se observa en su página web, cuenta con varios proyectos de gas. El último de ellos recibió luz verde a finales del año 2021. Así, la compañía logró en el Puerto de Tenerife una concesión administrativa para construir una planta de hidrógeno, suministro de GNL y generación de electricidad.
Un año antes, la compañía anunció el avance de las obras en una planta de suministro de gas natural licuado (GNL) en el Puerto de Las Palmas. Un proyecto definido por la energética de pionero y que serviría «para la descarbonización del puerto». Uno de los que participó en la fase más prematura del plan fue Recefil, que pertenece al grupo energético Neoelectra. La primera fase del proyecto supuso para Totisa una inversión de en torno a 100 millones de euros.
Sin embargo, uno de los puntos clave del negocio de Peñafiel en España giraba en torno al hidrógeno azul (el que se produce por medio de gas natural). Un gas renovable por el que han apostado otros países, pero que ha sido rechazado por el Ministerio de Transición Ecológica en nuestro país. La ministra Teresa Ribera siempre ha hecho bandera del hidrógeno verde (generado a través de la eólica y solar) frente al resto de gases. España confía en erigirse pronto como una potencia mundial de este vector energético.
Más allá de los planes de fuga, el propietario del conglomerado energético como su empresa cuenta con un pasado y un presente polémico. El dueño de Totisa, José Alejandro Peñafiel estuvo en prisión en Ecuador tras protagonizar una crisis diplomática a principios de este siglo, acusado malversación y falsificación de documentos durante su etapa como presidente del Banco de Préstamos de Ecuador. El inversor, además, en la actualidad es socio del grupo ruso Lukoil, con el que comparte intereses.
El exbanquero tuvo que ser extraditado de España en 2001 por orden judicial para ser condenado en su país de origen, acusado de no pagar a decenas de trabajadores de la entidad de la que era dueño, y tras haber abandonado el territorio.
En 2011, el inversor constituyó Totisa Holdings en Panamá, pero inmediatamente trasladó su sede a las Palmas de Gran Canaria. Ahora, su intención es volver a los inicios tras la campaña de hostilidades del Gobierno contra los empresarios y la subida de los impuestos a los más ricos.
Totisa es matriz de varias compañías, entre ellas Totisa Ru, que es la propietaria directa del 50% de Permtotineft. Esta firma es la que comparte con el conglomerado soviético Lukoil. También tiene Hispania Capital, con sede en Reino Unido, y Punta Guanarteme Promociones, establecida en nuestro país.
La compañía es una de las más importantes por tamaño que ha decidido trasladarse desde hace más de un año a otro país, aunque con una relevancia muy inferior a la de Ferrovial. En los meses previos a la decisión de la constructora, una treintena de firmas se habían mudado al extranjero.
Totisa cuenta con unos activos de 44,8 millones de euros, un patrimonio cercano a los 30 millones y una facturación superior al millón de euros, según las últimas cuentas depositadas en el registro y recabadas por Insight View. La compañía señala que solo cuenta con 4 trabajadores. Unos ingresos que se dispararan si finalmente logra la construcción de las plantas de GNL de las Islas Canarias.