El BCE avisa a la banca de la fuga de depósitos a las entidades que más pagan
El organismo añade más presión para que los grandes bancos eleven los tipos de interés del ahorro tradicional
El BCE añade más leña al fuego para que los bancos paguen más intereses por los depósitos. Un fuego que encendió a finales del año pasado, con motivo de la subida de los tipos oficiales, y que en las últimas dos semanas se ha avivado con la presión ejercida por la ministra de Economía, Nadia Calviño.
El organismo monetario ha ido poco a poco trasladando su malestar con las entidades que son más tacañas con la remuneración de los depósitos, que en España son los principales grupos financieros -Caixabank, Santander, BBVA, Sabadell, Bankinter y Unicaja-. Primero, instó a que elevaran las tasas aplicadas al ahorro tradicional y, después, pidió a los clientes a que acudieran a las oficinas para que les abonarán más.
Ahora, el BCE intensifica su ataque alertando de que ya hay un traslado de dinero hacia los bancos que más generosos son, lanzando así un aviso a navegantes en un momento en que el conato de crisis puso en valor la liquidez y el volumen de imposiciones en balance tras la quiebra de Silicon Valley Bank en EEUU y el rescate de Credit Suisse.
El BCE advierte del rápido movimiento del ahorro
De manera clara, la institución que preside Christine Lagarde advierte de que «los ahorradores han pasado depósitos con una remuneración menos atractiva a entidades que han aumentado los tipos de interés de estos productos a un ritmo rápido». Este mensaje está incluido en su último informe mensual.
En el documento, según ha recabado THE OBJECTIVE, señala de manera contundente que «la transmisión de las subidas de tipos oficiales del BCE a los depósitos varió significativamente de unos bancos a otros y se ha visto acompañada de una redistribución de los volúmenes entre entidades».
Este movimiento en España ya se pudo observar de alguna manera en la recta final de 2022, ya que los bancos que sí estaban ofreciendo rentabilidades más altas dispararon los saldos de sus clientes. Una tendencia que ha continuado. En nuestro país, a diferencia de lo que ocurre en otros estados de la zona euro, estos grupos son de pequeño tamaño y operan, por lo general, exclusivamente a través de internet. Los grandes agentes, que cuentan con cerca del 80% del mercado, aún no han comenzado a apostar por este producto y mantienen su estrategia de que los usuarios transfieran su dinero a fondos de inversión, con los que consiguen ingresos por comisiones y por tanto son más rentables, al contar con importantes colchones de liquidez.
Gracias a las campañas de estas pequeñas entidades y el aumento de las rentabilidades de los grandes para determinados colectivos, de manera selectiva, los tipos de interés que ofrece el sector por los depósitos a plazo han subido al entorno del 1,3%. Una tasa que está muy lejos del 4% al que se sitúa el euríbor y el precio oficial del BCE.
El organismo deja constancia en el informe de que existe un traslado de ahorro hacia la deuda pública. En nuestro país desde finales del año pasado se está observando una oleada de compras de letras del Tesoro, cuya inversión por parte de los particulares se ha disparado al rentar ya más de un 3%.
Esta alerta del BCE coincide en el tiempo con el anuncio de Calviño de reclamar a la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) un informe para determinar cuáles son las causas de que en España la gran banca no esté pagando adecuadamente por los depósitos. Un encargo que se sucede días después de que, por primera vez, urgiera a las entidades a elevar de una vez por todas la remuneración para toda la clientela.
La vicepresidenta del Gobierno señaló, además, que no descarta «cambios legislativos» una vez se conozcan las conclusiones del análisis que realizará la CNMC en colaboración con el Banco de España. Competencia viene reclamando modificaciones en la regulación para poder actuar en caso de que detecte colusión tácita, es decir, es decir que los grandes bancos están llevando a cabo esta política de precios a sabiendas de que dominan el mercado y, por tanto, tienen un menor riesgo de pérdida de clientes y de volúmenes de depósitos al estar una situación de oligopolio.
Las grandes entidades consideran, por contra, que existe una alta competencia en este segmento como en otros productos (hipotecas, seguros, etc.), pero por ahora han centrado su batalla por el ahorro tradicional en las cuentas nómina para nuevo clientes, dejando a un lado las imposiciones a plazo y las libretas de los usuarios que ya tenían en cartera.