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Moncloa busca un inversor afín que salve Prisa y frene las arremetidas de Vivendi

La eventual investidura de Pedro Sánchez ha dado un vuelco al tablero en el que se juega el control del editor de ‘El País’

Moncloa busca un inversor afín que salve Prisa y frene las arremetidas de Vivendi

Joseph Oughourlian, presidente del grupo Prisa, y Pedro Sánchez durante la apertura del foro 'Latinoamérica, Estados Unidos y España en la economía global'. | Pool Moncloa

Moncloa ha emprendido la búsqueda de un inversor afín que asegure el futuro más inmediato del grupo Prisa, el mejor aliado mediático del presidente en funciones, Pedro Sánchez, y pieza fundamental en la maquinaria informativa del Gobierno, tanto si logra la reelección como si se convocan nuevos comicios. Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE indican que el objetivo fundamental es mantener el control editorial de El País y la Ser y alejarlo de intereses conservadores, para lo que es clave asegurar la tranquilidad financiera del grupo.

Una tranquilidad que solamente se puede conseguir con la entrada de un inversor que inyecte un importante capital y que pueda alejar el fantasma de la quiebra que ha perseguido a Prisa en el último lustro. Pero no vale cualquier socio. Debe ser una compañía cercana a los medios y de carácter industrial, que además abrace los intereses de Moncloa y se pliegue a la línea ideológica de izquierdas que ha cultivado el grupo desde la llegada de Sánchez al poder.

La entrada de un partner afín a Moncloa debe frenar el interés en Prisa de otros grupos conservadores como Vivendi y Mediaset o del Banco Santander y Carlos Slim que ya están presentes en el capital de la editora. Este diario ya informó en mayo de que Miguel Ángel Barroso, consejero de Prisa y asesor de cabecera de Sánchez, estaba buscando ese socio que pudiera hacer frente a estas arremetidas y les permitiese asegurar la fidelidad de los medios de Prisa.

Miguel Barroso, asesor de Pedro Sánchez y consejero de Prisa.
Miguel Barroso, asesor de Pedro Sánchez y consejero de Prisa (Agencias).

Gestiones de Barroso

Un movimiento defensivo ante un eventual Gobierno del Partido Popular y Alberto Núñez Feijóo y su casi seguro apoyo a la entrada de Vivendi en Prisa. La estrategia de Barroso incluso planteaba hacer frente al presidente Joseph Oughourlian, dueño de Amber Capital y del 29% de la compañía, mientras éste buscaba refugio en el PP tras varios meses enfrentado con Moncloa y con el asesor del presidente.

Vivendi y Amber Capital fueron los principales suscriptores del bono convertible que la compañía lanzó a finales del año pasado y que en el sector fue interpretado como una manera de vulnerar el veto del Gobierno a las inversiones extranjeras. Un proyecto que, como ya informó este diario, fue acordado por Oughourlian con los directivos del grupo francés para que éstos tomaran el control de Prisa cuando la legislación lo permitiera.

Sin embargo, el escenario es radicalmente distinto tras la exigua mayoría de Feijóo el 23-J lo que -casi con seguridad-le impedirá llegar a la presidencia dando paso a un probable acuerdo de coalición para que Sánchez siga en La Moncloa. Sin el PP en el Ejecutivo, Vivendi lo tiene mucho más difícil para entrar en Prisa ya que el Gobierno no dudará en aplicar el veto a las inversiones extranjeras si es que los franceses no se pliegan a su línea editorial.

Reunión en Nueva York

Un cambio en las tornas que ha hecho que Oughourlian abandonara cualquier movimiento para intentar acercarse al PP. Una vuelta al redil que se escenificó esta semana cuando Pedro Sánchez y el presidente de Prisa estrecharon lazos en Nueva York en el foro Latinoamérica, Estados Unidos y España en la economía global. Una oportunidad en la que compartieron sonrisas y confidencias y acercaron posturas.

Oughourlian está atrapado entre los sucesivos bloqueos de Sánchez a Vivendi y Mediaset -los únicos que se han mostrado dispuestos a aliviar sus finanzas- y las cada vez más acuciantes necesidades de liquidez para pagar los vencimientos de la deuda. Es por ello que necesita encontrar ese socio afín que le proteja económicamente y que a su vez tenga sintonía con Moncloa. Por el momento, ha conseguido el compromiso de que se facilitará la llegada de este partner.

Pero no será fácil. En primer lugar, el interés que puede despertar Prisa en cualquier inversor es escaso, lo que estrecha el círculo a la entrada de posibles interesados con verdadera vocación de permanencia. Esto deja las esperanzas cifradas en empresarios o compañías que quieran congraciarse con el Ejecutivo o que busquen ayuda gubernamental en el futuro. Por otro lado, las gestiones que Barroso lleva meses intentando cerrar no han sido todavía fructíferas.

Vivendi y Prisa

Por otro lado, y pese a que el PP probablemente no Gobierne, Vivendi sigue teniendo importantes intereses en Prisa y vocación es seguir consolidándose. En mayo, los franceses subieron hasta el 11,8% en Prisa –en las mismas fechas que Slim afloró un 7%– tras el canje del primer tramo del bono convertible. Si Moncloa no les frena, su idea es seguir subiendo en el capital en la medida que se abran nuevas ventanas de conversión.

Una situación similar se vive en el Banco Santander. Tenían confianza en aumentar su influencia en Prisa con un eventual gobierno de Feijóo, pero están lejos de tirar la toalla tras el traspié electoral. Es así como se han sucedido varios meses con una aparente calma entre los accionistas del grupo, pero las fuentes consultadas coinciden en señalar que solo se ha firmado una tregua tácita propia del periodo electoral y que tras la constitución formal del nuevo Ejecutivo -sea el que sea- las espadas volverán a estar en alto.

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