España, a la cola en ejecución de fondos europeos destinados a la atención primaria
Solo ha destinado un 17% de los fondos destinados a sanidad a mejorar la asistencia sanitaria (1.184 millones)
España está a la cola en ejecución de fondos europeos de recuperación destinados a mejorar los servicios sanitarios, tal y como refleja el último informe de Servicio de Estudios del Parlamento Europeo EPRS, que muestra que nuestro país solo ha destinado un 17% de los fondos destinados a sanidad a mejorar la asistencia sanitaria (1.184 millones), frente a un 49% de media en la UE. Solo por detrás encontramos a Dinamarca (16%), Bélgica (13%) y Suecia (0%).
De esta forma, España queda lejos de países de nuestro entorno que dedican más de la mitad del presupuesto de sanidad para ampliar la infraestructura sanitaria, modernizar la atención primaria y abordar la escasez de personal. Alemania destina el 57%, Italia y Polonia, el 56% y Francia el 52%. Finlandia y Hungría asignan casi toda la partida del área ‘Salud y resiliencia económica’ del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia a este fin, con el 98% y 95% de los fondos respectivamente.
El citado informe estima el gasto total relacionado con la asistencia sanitaria en 43.000 millones de euros repartidos entre los países europeos. Hasta la fecha, España ha recibido 6.970 millones en subvenciones para el área de Salud. El primer pago, de 2.869 millones, fue recibido el 27 de diciembre de 2021; el segundo, de 2.919 millones, el 29 de julio de 2022; y el tercero, de 1.178 millones, el pasado 31 de marzo. Sin embargo, la mayor partida, el 52%, ha ido para «minimizar la carga administrativa», según se desprende de la web de la Comisión Europea que desglosa el gasto en apoyo a la salud. Mientras tanto, Italia y Polonia destinan a este fin un 30% de los fondos y Francia, por ejemplo, solo un 18%.
Para asistencia sanitaria, como hemos comentado, ha destinado un 17%; para atención sociosanitaria de larga duración, un 15%; para preparación de gestión de crisis, un 11%; y para ‘autonomía estratégica abierta’, que es un concepto que aspira a mejorar la autosuficiencia y la independencia de Europa en ámbitos fundamentales, un 5%.
Plan INVEAT
Uno de los grandes proyectos que se nutre de los fondos europeos es el plan de Inversión en Equipos de Alta Tecnología (INVEAT), con una dotación de 796.100.000 euros. «Una inversión sin precedentes en el SNS para la adquisición de 847 equipos de alta tecnología que permitirán mayor capacidad para el diagnóstico de enfermedades en estadios tempranos, posibilitando la intervención terapéutica rápida», según se explica desde el Ministerio de Sanidad.
El Ministerio de Sanidad ya ha transferido fondos a las distintas comunidades autónomas para que puedan ejecutar sus inversiones. Por ejemplo, Galicia es una de las comunidades que ha recibido estos fondos, concretamente 27 millones para 77 nuevos aparatos; Asturias, 13 millones de euros para 16 nuevos aparatos; la Comunidad de Madrid, 165 millones para 140 aparatos; Andalucía, 143,6 millones para 137 equipos; y Castilla y León, 20 millones para 39 aparatos.
Otra de las grandes apuestas ha sido la digitalización del sector sanitario, concretamente, el proyecto sobre el ‘data lake sanitario’, un repositorio de datos de gran capacidad y flexibilidad que almacena todos los datos de una organización sanitaria. Sin embargo, si bien los datos de la comisión señalan que la implementación está prevista para finales de 2023, por el momento no se han conocido nuevos datos al respecto.
Lo mismo ocurre con el PERTE para la salud de vanguardia, con una inversión de 2.013 millones de euros tras una adenda de 50 millones a principios de este mes, hasta la fecha no ha sido anunciado ningún proyecto prometedor al respecto. Desde Bruselas han fijado el 30 de junio de 2026 como fecha límite para se complete la implementación de esta inversión.
No obstante, el pilar de sanidad y resiliencia económica es la segunda área a la que España destina más fondos europeos. El Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia (MRR), con un presupuesto de 723.800 millones de euros (338.000 millones de euros en subvenciones y 385.800 millones de euros en préstamos) y creado para «mitigar el impacto económico y social» tras la pandemia, reparte los fondos en seis pilares.
Por orden de mayor a menor inversión, el Gobierno de España los distribuye así: crecimiento inteligente, sostenible e integrador (7.010 millones), salud y resiliencia económica social e institucional (6.970 millones), cohesión social y territorial (6.430 millones), transición verde (4.490 millones), transformación digital (1.920 millones) y políticas para la próxima generación (1.180 millones).