La 'ley Castells' no ha permitido aún resolver la homologación de 30.000 médicos extranjeros

La ‘ley Castells’ no termina de resolver el problema de miles de médicos extracomunitarios en España que siguen estancados en el trámite de homologación de su título. Según datos del Ministerio de Universidades, unos 30.000 médicos extranjeros esperan su homologación a pesar del nuevo Real Decreto, que llegaba para «desatascar todo el atasco» en menos de seis meses, afirmaba el secretario General de Universidades, José Manuel Pingarrón, justo antes de la aprobación de dicha disposición. 

Sin embargo, el «plan de choque» impulsado por el Ministerio de Universidades no funciona y miles de profesionales extranjeros del área de la salud siguen estancados en este trámite de homologación, un proceso burocrático «engorroso» e «ineficiente» que «no está resolviendo nada», relatan a THE OBJECTIVE médicos afectados tanto por el nuevo como el viejo decreto.

Como consecuencia, la plataforma ‘Manifestación por la Homologación Justa’, un grupo de más de 700 profesionales extranjeros y españoles unidos «para exigir que el trámite de homologación sea justo», ha convocado varias manifestaciones en cuatro ciudades de España para denunciar estas «negligencias y retrasos». Las protestas tendrán lugar del 16 a 20 de octubre en Madrid, Barcelona, Valencia y Málaga.

«Cada uno de estos expedientes representa una vida en pausa de médicos, odontólogos, enfermeros, terapeutas, dietistas, psicólogos que podrían ayudar a aliviar, entre otras cosas, el terrible déficit de personal sanitario que España sufre en este momento», relata el grupo, que también está promoviendo una petición que actualmente tiene más de 3.000 firmas. 

Exigen que cumplan con los plazos

Desde el pasado mes de octubre, cuando por fin entró en vigor el nuevo Real Decreto 889/2022 –impulsado por el exministro de Universidades, Manuel Castells, aunque aprobado por su sucesor Joan Subirats–, el proceso necesario para que un médico extranjero pueda homologar su título se reducía considerablemente no pudiendo exceder los seis meses, frente a los nueve que establecía el antiguo.

Desde el Ministerio de Universidades señalaban a THE OBJECTIVE que actualmente se están tramitando en paralelo los dos reales decretos en base a una resolución «que lo permite». Si bien en un principio parece que esta nueva disposición comenzaba a resolver el problema de quien al menos se acogía a ella –en los dos primeros meses de 2023 se realizaron 411 homologaciones por la nueva ley, frente a los 875 por la antigua, según datos facilitados por el departamento de Subirats–, ahora las dos avanzan a cuenta gotas. Según ha tenido constancia este medio, los tiempos de espera de aquellos que se acogieron al nuevo procedimiento ya superan los ocho meses, mientras que hasta tres años llevan en espera los del antiguo.

Trasvase de médicos

La forma de proceder del Real Decreto 967/2014 (el antiguo) es lenta y tediosa. Solo maneja documentos universitarios en físico, con lo que eso supone para los solicitantes, la mayoría aún en sus países de origen, que tienen que enviar la documentación en avión, que posteriormente recibirá los Centros nacionales de información sobre reconocimiento académico (Naric) para verificar la legitimidad del mismo y de ahí, por último, al Ministerio. Por ello el atasco de casi dos años.

Por contra, con el Real Decreto 889/2022, el registro es exclusivamente vía telemático, evitándose así una movilización innecesaria de documentos. Además, los papeles no pasan en esta ocasión por Naric, que es donde suelen permanecer más tiempo –de seis a un año, aproximadamente–. De esta forma, la documentación llega directamente al sistema digital de resguardo de la página web del Ministerio de Universidades para ser valorada, acortando los plazos. Esto ha hecho que muchos médicos extracomunitarios desistiesen del antiguo decreto y se acogiesen al nuevo procedimiento, algo que ha provocado que este también encalle, como ya temían que ocurriere los propios médicos. Y ahora son más de 30.000 médicos los que esperan la homologación de su título.

«Un año después, se ha visto que nuevamente se están incumpliendo los plazos.  El ministro de universidades, Joan Subirats, y el secretario de universidades, José Manuel Pingarrón, no han dispuesto los medios ni el personal suficientes para tramitar la creciente cantidad de solicitudes que cada vez se acumulan ante la falta de gestión», relatan desde Manifestación por la Homologación Justa’, que concluyen: «El resultado es un proceso abusivo en el que pasan dos años antes de que se registre una expediente, no hay forma de comunicarse con el ministerio, solicitan repetidamente los mismos documentos y hay que esperar años de silencio administrativo antes de recibir una respuesta».