Telefónica garantiza un dividendo mínimo de 30 céntimos hasta 2026 en su plan estratégico
La operadora reducirá sus inversiones para aumentar los ingresos, el Ebitda, mejorar su flujo de caja y reducir su deuda
El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, en una reciente comparecencia pública. | Agencias
Telefónica ha presentado este miércoles su nuevo plan estratégico 2023-2026 en el que ha comprometido crecimiento, rentabilidad y sostenibilidad para los próximos cuatro años. En este sentido, destaca la promesa de garantizar un dividendo mínimo de 30 céntimos por acción hasta el año 2026 y el objetivo de lograr un crecimiento anual aproximado del 1% de los ingresos, del 2% del Ebitda, del 5% de la caja operativa y por encima del 10% de la generación de caja hasta los 5.000 millones al final de este periodo.
Si consideramos que el desembolso anual para estos dividendos es de aproximadamente 1.720 millones de euros, el total destinado por Telefónica en el conjunto de los cuatro ejercicios incluidos en este plan estratégico rozaría un total de 6.900 millones de euros.
Denominado plan GPS (growing, profitability and sustainability) Telefónica ha puesto el acento en sus parámetros financieros para intentar recuperar la confianza de los mercados (con un importante guiño a los accionistas) y dar un empujón a su alicaída cotización (en 3,72 euros antes de la presentación del plan), haciendo una apuesta por mantener objetivos económicos y de rentabilidad. La operadora ha buscado así avanzar un siguiente escalón tras su plan de 2019 que se centró fundamentalmente en cambios operativos y estructurales.
El plan GPS se apoya en cinco pilares: la sostenibilidad del crecimiento de los ingresos B2C (clientes residenciales); el mantenimiento del buen momento del negocio B2B (clientes de empresas); la evolución de los ingresos derivados de los acuerdos con los partners de la compañía; la obtención de eficiencias que ayuden a reducir la estructura de costes; y la reducción de la inversión, «pero manteniendo el perfil diferencial de Telefónica en el sector».
Flujo de caja
Un plan netamente financiero que pone un punto y seguido a la política de inversión en infraestructuras y en la adquisición de negocios (probablemente la adquisición del 28% que no controlan de su filial alemana por 1.970 millones sea lo último que vamos en mucho tiempo), que no se refiere a eventuales desinversiones, pero que establece parámetros muy claros y medibles para evaluar la evolución de la operadora. Precisamente se rebaja la inversión para aumentar los ingresos y el Ebitda.
Según el plan, la tasa anual media de incremento (TAMI) se situará aproximadamente en el 1% para los ingresos; en el 2% para el resultado operativo antes de amortizaciones (Ebitda); en el 5% para la caja operativa (EbitdaAL-CapEx) y por encima del 10% para la generación de flujo de caja (FCF).
Esta evolución permitirá aumentar la generación de caja desde los aproximadamente 4.000 millones de euros previstos en 2023 hasta los 5.000 millones de euros en 2026. Partiendo de la nueva definición de FCF que la compañía utilizará, ese incremento anual superior al 10% se traducirá en un aumento desde los 2.100 millones de euros en 2023 hasta los 3.000 millones de euros en 2026. El flujo de caja pasa a ser una referencia en el plan GPS para «seguir reduciendo la deuda, atender los compromisos financieros y garantizar el dividendo».
Telefónica Tech
También se plantea una reducción de la ratio de deuda financiera neta sobre EbitdaAL para reducirse hasta las 2,2-2,5 veces en 2026. Se prevé una progresiva reducción de las inversiones sobre ventas (CapEX/ventas) para situarse por debajo del 12% en 2026, que representa una caída de más de dos puntos porcentuales con respecto a los objetivos de 2023. Al cierre del tercer trimestre, Telefónica cuenta con una posición de liquidez de 20.772 millones de euros, con vencimientos acumulados en los tres próximos ejercicios de 10.300 millones.
En cuanto a objetivos operativos, se plantea que Telefónica Tech registrará una tasa anual media de crecimiento del 18% en este intervalo, para terminar 2026 con unos ingresos de 3.000 millones de euros. En el caso de Telefónica Infra, prevé alcanzar en 2026 una huella de fibra hasta el hogar de aproximadamente 30 millones de unidades inmobiliarias. Este incremento contribuirá a que el volumen total de unidades inmobiliarias pasadas con fibra hasta el hogar en el conjunto del grupo supere los 100 millones en 2026.
En el segmento minorista (B2C), Telefónica prevé una tasa anual media de incremento de los ingresos del 1,5% entre 2023 y 2026, ritmo que en el caso del segmento empresarial (B2B) llegará al 5%. Parámetros que ha mantenido la compañía en los últimos años en la gran mayoría de sus mercados.
Pilares ESG
Por un lado, la operadora intensificará su colaboración con la industria telco «con el fin de liderar el proceso de lograr un entorno regulatorio más justo para el sector«. Y agregan que los pilares ESG serán el referente de la compañía en su relación con sus clientes y en su propuesta de valor, basada en los principios de integridad, transparencia y sencillez. Además, Telefónica mantiene su objetivo de alcanzar emisiones netas cero en 2040, sobre la base de las renovables, la eficiencia y la circularidad. En cuanto a gobernanza, continuará fortaleciendo la compañía a través del compromiso de alcanzar la paridad de género en los máximos órganos de gobierno en 2030.
«Estamos en los albores de la era digital. En Telefónica, hemos llegado hasta aquí siendo fieles a nuestros valores y cumpliendo nuestros principales objetivos. La operadora se ha reinventado por completo porque la conectividad es la base de todo lo relacionado con lo digital. En Telefónica tenemos una nueva visión y ambición renovada para liderar el futuro, porque no somos sólo una compañía de telecomunicaciones, somos algo más grande y aún mejor. Ahora somos un supercomputador», ha afirmado el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.
Y ha vuelto a recordar sus demandas regulatorias. «En este nuevo mundo digital, el sector necesita urgentemente una completa desregulación. La mejor forma de garantizar la autonomía estratégica de Europa y del sector de las telecomunicaciones es un marco regulatorio adaptado a las necesidades de los nuevos tiempos. Nuestro plan GPS es la más valiosa herramienta de crecimiento y estabilidad de la compañía para encarar con éxito su centenario y seguir dando el mejor servicio».
