El Santander y Mapfre lanzan una hipoteca inversa al 6% para complementar las pensiones
El banco y la aseguradora esperan vender 500 préstamos de este tipo hasta finales de 2024 a los jubilados
El Santander y Mapfre se lanzan a copar el pequeño mercado de la hipoteca inversa, un producto complejo que sirve para complementar la pensión de los jubilados. La entidad y la aseguradora, que tienen una alianza comercial para desarrollar este tipo de crédito, han dado el paso para dar opciones a que las personas mayores puedan aumentar sus recursos económicos una vez avanza su edad y la esperanza de vida.
De acuerdo con las condiciones de esta hipoteca, que estará vigente a partir del próximo día 20 en Madrid, el crédito suscrito tiene un interés del 5,99%, en línea con otras alternativas existentes para esta tipología de financiación, y no conlleva ninguna comisión de apertura.
La intención del banco y la aseguradora es dar opciones a los jubilados y que poco a poco sea conocida por el público, como ya sucede en otros países de nuestro entorno. Hay que tener en cuenta que el Santander, con su alianza con Mapfre, es el primer gran banco que va a comercializar estas hipotecas, por lo que quiere hacerse un hueco relevante en este nicho de actividad con vistas al futuro.
En el seno de la ‘joint venture’ se es consciente de que va dirigida a un público reducido, por el momento, y aunque no hay unos objetivos claros sobre captación, la intención es poder formalizar en torno a unas 500 hipotecas hasta 2024 según el plan de negocio, las mismas que ahora se realizan por todos los operadores en la actualidad de manera anual.
El crédito del Santander y Mapfre va dirigido para pensiones con viviendas de más de 200.000 euros
Pero, ¿en qué consiste este préstamo? Las personas jubiladas podrán ingresar una cantidad fija mensual a cambio de hipotecar su vivienda habitual. Son los herederos los que, una vez aceptada la herencia, los que tendrán que hacer frente a la deuda del capital más los intereses generados.
Por tanto, esta dirigida a personas de más de 65 años que necesiten más dinero para afrontar sus gastos y con un inmueble cuyo valor supere los 200.000 euros, según los requisitos exigidos por el Santander y Mapfre. En todo momento, se podrá hacer uso y disfrute de la vivienda y en ningún momento se pierde la propiedad. Los costes aparejados a la operación se calculan en 600 euros.
La renta mensual que consigan los pensionistas dependerá de la tasación del piso y la esperanza de vida. Para una persona de 80 años de edad, cuya longevidad prevista alcanza los 94, el jubilado puede llegar a cobrar por la hipoteca un ingreso de 980 euros con una vivienda que ascienda a los 450.000 euros. La deuda contraída, en este caso, por los herederos, no superaría el 70% del valor del inmueble.
Para evitar ligitiosidad y problemas futuros, el Santander y Mapfre van a exigir que los sucesores estén informados de la contratación del producto por parte de los pensionistas y den su consentimiento, por lo que les reclamará a todos, sin excepción, acudir a las reuniones informativas que llevarán a cabo en un acto previo que se realizará por un experto asesor independiente para sellar el contrato.
Los herederos, una vez se produzca el fallecimiento, tendrán un plazo de nueve meses para cancelar de deuda, bien a través de su pago al contado, con una nueva hipoteca o con el dinero conseguido a través de una venta del inmueble.
En un primer momento, el Santander y Mapfre venderán esta hipoteca en un centenar de oficinas del banco y otras 127 de la aseguradora en Madrid. Ya en enero extenderán su comercialización al resto de la Comunidad de Madrid y, después, por el país. Eso sí, para garantizarse que el inmueble puede llegar a desinvertirse de manera rápida, no estará disponible en el conjunto del país. Únicamente en las ciudades que tengan un mercado inmobiliario líquido.