El PNV solo reclama la gestión de las pensiones porque necesita que el Estado siga pagándolas

El Partido Nacionalista Vasco (PNV) suscribió este viernes con el PSOE un ambicioso acuerdo en el que recoge viejas reclamaciones y que permitirá la investidura de Pedro Sánchez. Los vascos, que han sido los penúltimos en pactar con los socialistas, han presentado diez folios de reclamaciones, más concretas que las de los independentistas catalanes.

Uno de los asuntos que ha desatado más polémica y que se debe leer entre líneas es la transferencia de gestión de la Seguridad Social –pensiones y cotizaciones-. La petición no aparece detallada de manera explícita, pero se da por entendida en el punto en que se habla del traspaso de competencias pendientes. Precisamente, la gestión de las pensiones es una histórica demanda de los vascos y está incluida en el Estatuto de Guernica.

A diferencia de Junts, que pese a que no lo ha plasmado en el acuerdo quiere un sistema propio y crear la Agencia de Seguridad Social Catalana, además de parte de la hucha de las pensiones -lo que rompería la caja única-, el PNV no está dispuesto a llegar tan lejos, porque no le interesa. Los datos muestran las pensiones vascas son insostenibles y si se siguen pagando es por la caja única y la solidaridad.

Pensiones insostenibles

Los vascos no tienen interés en asumir la factura íntegra de las pensiones, que ahora paga el Estado, y quieren que lo siga haciendo. Lo que sí pretenden es asumir la burocracia que supone la gestión de las cotizaciones y el pago de las pensiones. La normativa sobre cuotas o jubilación las seguirá decidiendo el Gobierno central. Gestionar las pensiones tendría un efecto psicológico, con avisos y anuncios de subidas que haría el Gobierno. Los pensionistas entenderían que el Ejecutivo autonómico es el que les paga.

Los datos que muestran distintas estadísticas analizados por THE OBJECTIVE evidencian en este caso que son totalmente dependientes del resto de los españoles. A fecha de 27 de diciembre, el Instituto Vasco de Estadística (Eustat) presentaba los datos de ingresos y gastos de la Seguridad Social en el País Vasco. Mientras los ingresos por cotizaciones alcanzaron los 7.630 millones, el gasto en prestaciones superó 11.340 millones. Es una diferencia muy considerable -3.710 millones- y que evidencia que un sistema autónomo de pensiones vascos sería totalmente insostenible.

El gasto mensual en pensiones contributivas y no contributivas en el País Vasco asciende a 846,6 millones -datos de mayo-. En 14 pagas, la nómina anual alcanza los 11.942 millones de euros. Mientras que este importe representa el 7% del gasto total, los pensionistas vascos apenas suponen el 5,58%.

Las más altas de España

En total, hay 571.710 beneficiarios de prestaciones contributivas y otros 13.246 no contributivos. El 26% de los vascos recibe una pensión, una cifra que supera en cuatro puntos porcentuales la media nacional. El gasto en pensiones sobre población total supone 286 euros en el País Vasco, mientras que la media nacional es de apenas 257.

Los jubilados de Vizcaya cobran una pensión media de 1.719 euros, según la estadística de la Seguridad Social. Es 736 euros mayor que la de un orensano. Esta cantidad es la mayor en cuatro años y supera el 75%, un porcentaje ligeramente inferior al de octubre de 2019. La cotización, el sector protagonista en cada provincia o el porcentaje de mujeres en el mercado de trabajo condicionan estas profundas diferencias.

El País Vasco es la comunidad con la pensión media más elevada. Vizcaya cuenta con la de jubilación más alta de España y Álava, la pensión media –jubilación, viudedad, incapacidad y orfandad– más cuantiosa. Hasta 575.000 pensionistas de las tres provincias vascas tienen nómina de 1.483 euros en 14 pagas de media. La de los jubilados supera 1.686 euros. Mientras, el número de pensionistas ha aumentado en Álava más de un 18% en los últimos años. Supone ocho puntos más que la media de España. En el caso de Vizcaya y Guipúzcoa el incremento es inferior a la media nacional.

Entidades de Previsión Social Voluntaria

Una baza a favor de las pensiones vascas son las Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV). Estas entidades no tienen ánimo de lucro y son de carácter voluntario. Su objetivo es proteger a sus asociados y están bajo el control y la supervisión del Gobierno vasco.  Además, las cuentas de las EPSV son auditadas anualmente por profesionales independientes.

Las EPSV son Entidades propias del País Vasco que tienen por finalidad principal pagar pensiones complementarias a las que abona la Seguridad Social. Como los planes de pensiones de empleo, por los que apuesta claramente el ministro José Luis Escrivá, tienen la misma de complementar la pensión pública. Sin embargo, las EPSV tienen personalidad jurídica propia y no precisan de una Entidad gestora para administrar su patrimonio. Los órganos de gobierno están formados por sus propios socios y su composición es democrática. Su supervisión no corresponde a la Administración del Estado y sí al Gobierno autonómico.

Según recordó recientemente el lehendakari Íñigo Urkullu durante el 40 aniversario de las EPSV, el patrimonio de estas se situó en 26.887 millones. Esto equivale al 31% del PIB. A 31 de diciembre había 847.887 personas socias, lo que supone el 45% de la población mayor de 16 años. Hay más de un centenar de estas entidades.