La rival de Calviño para el BEI amenaza con volver a Bruselas si no sale elegida en breve
La designación se está demorando. Vestager y Calviño se han adaptado a la situación de forma diferente
Ilustración de Alejandra Svriz.
La carrera para presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI) se encuentra en un momento crítico. Las dos principales candidatas, la española Nadia Calviño y la danesa Margrethe Vestager, esperan impacientes y de forma muy diferente la decisión final. Ambas llevan semanas trabajando para lograr los apoyos necesarios.
La danesa se ha decantado por conseguir el respaldo de los países más pequeños. Mientras Calviño mira a Francia y Alemania, todavía indecisos. Por su parte, los candidatos de Polonia, Suecia e Italia siguen en la liza. El presidente del organismo financiero tiene un sueldo que ronda los 370.000 euros anuales.
Calviño aguarda desde el Ministerio de Asuntos Económicos, en el que repite. Mientras, la danesa decidió tomarse un permiso no retribuido para centrarse en su candidatura. Consideró que lo más neutral era trabajar su puesto desde fuera de la Comisión Europea donde es vicepresidenta. Sin embargo, la postura de la liberal no ha gustado a los socialdemócratas daneses.
Críticas a Vestager
Consideran que «es muy desafortunado» que Dinamarca esté sin comisario por tercer mes consecutivo. Las declaraciones provienen de la más que probable candidata de socialdemócratas para las elecciones parlamentarias de la UE del próximo año, Christel Schaldemose. A las críticas se ha unido la primera ministra Mette Frederiksen.
La respuesta de Vestager también ha sido contundente. Según recoge el diario danés Ekstra Bladet, la comisaria ha asegurado que incluso si los ministros de Finanzas de la UE no toman una decisión sobre el cargo de presidente del BEI en su próxima reunión, prevista para el 8 de diciembre, ella volverá a la Comisión ese mismo día.
«Así que espero que se tome una decisión aquí en la próxima reunión del Ecofin. De lo contrario, por supuesto, volveré a ser comisaria. Eso está claro», asegura Vestager en una breve entrevista en el diario. Pese a las críticas, que regrese a su puesto de Comisaria de la Competencia puede favorecerle, ya que no está del todo claro que la designación tenga lugar el día 8. Esta podría producirse a final de año e, incluso, según después de los comicios de junio. En ese momento cambiarán el juego de poderes políticos.
La postura de Calviño
La comisaria danesa ha mostrado su frustración por el retraso en la resolución del BEI. «En mi opinión, esta decisión debería haberse tomado hace mucho tiempo. Después de todo, es una decisión sobre un puesto». El actual presidente del BEI, Werner Hoyer, ya lleva más de una década al frente del organismo financiero comunitario.
Mientras, Pedro Sánchez, que lleva trabajando meses para que Calviño desembarque en el BEI, tampoco parece tener totalmente claro que la española cuente con los apoyos necesarios. Calviño ha sido nombrada vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, aunque Sánchez se guarda el comodín de José Luis Escrivá para ocupar ese cargo si la vicepresidenta salta al BEI. Otra salida para la ministra podría ser encabezar la lista del PSOE para las europeas.
Dentro del Gobierno indican a THE OBJECTIVE que si Calviño se va al BEI, Escrivá le sustituiría como ministro de Asuntos Económicos -aunque probablemente no como vicepresidente- y se unificará nuevamente el ministerio uniendo los dos bloques. Es así como los meses que le queden a la actual ministra en el Gobierno servirán para que el nuevo responsable de Transformación Digital se haga con las riendas y vaya poco a poco impregnándose de todos sus entresijos.
El voto francés y alemán
Mientras, Vestager, ha destacado por su lucha contras las grandes tecnológicas desde su puesto en Competencia, en el que lleva nueve años.. Estas compañías han recibido importantes multas por abusar de su posición dominante en el mercado. Hace meses Vestager estaba mejor colocada para lograr la presidencia del organismo financiero, pero la irrupción de Calviño le ha restado numerosas opciones.
La presidencia del BEI se elige por voto ponderado. El ganador debe obtener el apoyo del 68% del capital del banco y de al menos 18 países. Esta situación hace que grandes países como Alemania, Francia, Italia y España sea determinante.
