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Economía

Los españoles tardan el doble de tiempo que los franceses en vender una vivienda

Estas operaciones dependen de la ubicación geográfica, el tipo de propiedad, la financiación y la burocracia

Los españoles tardan el doble de tiempo que los franceses en vender una vivienda

Viviendas en venta. | Europa Press

La compra de una vivienda es seguramente la principal inversión para la mayoría de familias en cualquier parte del mundo. Pero este tipo de transacciones tienen algo común en todos los lugares: su complejidad. A pesar de no ser una operación sencilla y estar sujeta a diversos factores, tales como la ubicación geográfica, el tipo de propiedad, las opciones de financiación, la tramitación de documentos y la participación del notario, hay lugares en los que todo el proceso se cierra con mayor celeridad que en otros.

Pese a que, según los expertos consultados por THE OBJECTIVE, no existe una respuesta universal sobre en qué país de entre nuestros vecinos se tarda más o menos en realizar una compraventa, es posible hacer estimaciones basadas en los datos disponibles y en la experiencia en estos mercados. «Tanto en España como en Italia podemos hablar de una media de 6 meses desde que se pone la casa a la venta hasta la firma de la escritura», explica Francisco Sierra, director general de la proptech Casavo para el sur de Europa.

Sin embargo, apunta en conversación con este diario, «en Francia los tiempos son un poco más rápidos, con una media a nivel nacional de entre dos y tres meses». Esta compañía, que ofrece sus servicios en los tres países y también en Portugal, pone en valor la celeridad de los procesos en Francia. Una cuestión que se debe, a su juicio, a que se trata de un mercado con una mayor liquidez y transparencia que hace que las transacciones sean más rápidas. También a causa de que la complejidad desde el punto de vista documental es menor.

No obstante, hay que destacar, que hablamos de una media. Hay viviendas en las que el proceso de venta se acorta y se produce en apenas semanas y otros inmuebles que, ya sea por las condiciones del mismo o por el elevado precio, pueden demorarse años en vender.

¿Dónde es más caro el proceso de compraventa?

En el caso de adquirir una vivienda usada en España, lo primero que se aplica es el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), que fluctúa entre el 4% y el 11%, dependiendo de la comunidad autónoma. La media nacional se sitúa en el 8%. Además, el comprador debe cubrir los gastos de notaría, registro y gestoría, que representan aproximadamente entre el 1% y el 2% del valor de la vivienda.

«Si decides contar con los servicios de una agencia inmobiliaria, deberás abonar una comisión que suele oscilar entre el 3% y el 7% del precio de venta, más el correspondiente IVA. La media nacional de esta comisión es del 5%, y suele repartirse entre vendedor y comprador, aunque siempre resulta negociable», apuntan desde Casavo. En resumen, el costo total de la compraventa se estima en alrededor del 16% del valor de la vivienda.

Volviendo al caso francés, al comprar una vivienda usada en este país hay que hacer frente al Impuesto de Derechos de Registro, que es del 5,8% sobre el precio de la vivienda. A esto hay que añadir los gastos de notaría, que pueden ser entre el 1% y el 2% del precio de la vivienda. «Por último, si contratas una agencia inmobiliaria, tendrás que pagar una comisión más IVA. Esta comisión varía mucho según la región, aunque podemos hablar de una media nacional del 5,2% sobre el precio de venta», explican los expertos consultados.

Además, en el caso de Francia, oficialmente este gasto corre a cargo del vendedor, pero es práctica habitual que este lo repercuta sobre el precio de venta de la vivienda, por lo que la realidad es que lo acaba asumiendo el comprador. En términos generales, podemos decir que el coste total de la compraventa sería de aproximadamente el 14% del precio de la vivienda. No obstante, hay que destacar que el precio medio de la vivienda en este país es más elevado que en España.

En cuanto a Italia, la experiencia en el país transalpino resulta más compleja, sobre todo en términos fiscales, que en España o Francia. Al comprar una vivienda usada en Italia hay que pagar el Impuesto de Registro, que es del 9% sobre el valor catastral de la vivienda, que suele ser inferior al precio de mercado. Además, el comprador tiene que pagar los gastos de notaría, que pueden ser entre el 1% y el 2,5% del precio de la vivienda.

Por último, si el interesado decide contratar a una agencia inmobiliaria, estas suelen aplicar una comisión del 2-3% al vendedor y de un 3-5% al comprador -ambas sobre el precio de venta-, y a las que hay que añadir el IVA. Por lo tanto, el coste total de la compraventa sería de aproximadamente el 15% del precio de la vivienda.

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