El gigante chino Newland llega a España al calor del impulso de los pagos por móvil
La compañía instala una oficina en Madrid para desplegar sus terminales punto de venta (TPV) por los comercios
Un terminald e pago de Newland | Newland
El gigante chino Newland NPT acaba de desembarcar en España al calor del impulso de los pagos por móvil. La firma asiática dedicada a la fabricación de los Terminales Puntos de Venta (TPV) que se utilizan para abonar en los comercios las compras con tarjeta o el teléfono, ha constituido una oficina para comenzar sus operaciones en nuestro país.
La compañía de dispositivos se ha establecido este mes de diciembre en la céntrica calle Diego de León de Madrid para comenzar su negocio en nuestro territorio, a través de su filial internacional ubicada en Singapur, según ha podido saber THE OBJECTIVE. Un movimiento que se produce en pleno momento de necesidad por parte d las tiendas en instalar este tipo de herramientas para poder cobrar a sus clientes.
El gigante chino de los pagos, con ello, competirá con otros grupos potentes que ofrecen este tipo de productos, como Ingenico. Newland nació en la ciudad china de Fuzhou en 1994 y desde 2011 está embarcado en un proceso de diversificación geográfica. En 2021, tras la pandemia que supuso un auge de la utilización de los tarjetas -sobre todo aquellas que están insertadas en los móviles en todo el mundo- consiguió que sus ventas fuera de su mercadio de origen representaran más de la mitad de sus ventas.
Ahora llega a España con el fin de aprovechar las oportunidades y dar un paso más en su estrategia de crecimiento global. Para ello intentará encontrar clientes, principalmente bancos con la intención de que su incursión sea mucho más exitosa y que sean estos socios los que vayan desplegando sus TPV.
Los terminales de pagos crecen un 32% desde la pandemia
Aunque el efectivo sigue siendo mayoritario en los pagos que realizan los españoles, el uso de las tarjetas y los móviles para abonar las compras se ha disparado a raíz de la covid-19. Esto ha llevado a que el parque de TPV haya crecido de manera relevante.
Los últimos datos del Banco de España reflejan el aumento en el número de terminales de punto de venta implantados en los comercios españoles y todo tipo de negocios. A cierre de septiembre había 2,518 millones unidades frente a los 1,9 millones de finales de 2019, justo antes de que estallara la pandemia. Por tanto, el volumen ha aumentado un 32% en dicho periodo.
Los importes de las transacciones realizadas en los TPV también han subido con intensidad en los últimos tiempos. En 2021 y 2022 crecieron a un ritmo superior al 20%. En los tres primeros trimestres de este año, como consecuencia de un uso algo más potente en la utilización del efectivo para controlar los gastos por la escalada de la inflación, el avance es inferior y ronda el 10%, hasta los 188.000 millones de euros.
Los ciudadanos españoles para llevar a cabo estas operaciones están elevando las tarjetas en sus bolsillos. En la actualidad los plásticos emitidos superan los 91,5 millones de unidades y, tras un año de caídas las de tipología de débito vuelven a crecer con fuerza. Éstas llegan a las 49,8 millones. El resto son de crédito, es decir, aquellas que permiten el descuento de lo gastado a final de mes o una financiación -revolving- con la utilización de las mismas.
Pese a ello, las operaciones de extracción de metálico en los cajeros automáticos, cada vez menos presentes en las calles por los ajustes de los bancos, ascienden a buen ritmo, pese al alza en los pagos por móvil. Y lo hacen a ritmos superiores a los de ejercicios anteriores. En el segundo trimestre lo hicieron a un tasa interanual del 8,6%. Ya en verano bajaron la velocidad, hasta casi el 3%, pero el porcentaje es elevado en comparación con las caídas del año precedente.
En este contexto, Newland llega a España para ampliar su presencia mundial. El gigante chino emplea, según sus cifras, emplea a 1.100 personas y ha implementado más de 100 millones de terminales. Según sostiene en su página web su enfoque principal es «permitir la transformación digital del comercio, impulsar el cambio digital en el ámbito empresarial y esforzarnos por hacer realidad la visión de que los pagos digitales mejoran el mundo». Tiene subsdiarias además de en Singapur, en Brasil y en Hong Kong.
