La UE extiende hasta el 22 de febrero la fecha para resolver la fusión de Orange y MásMóvil
El expediente de integración de las dos operadoras cumple un año en los despachos de la Unión Europea
La Comisión Europea ha extendido en cinco días laborables la fecha límite para resolver la fusión de Orange y MásMóvil. De esta manera, el plazo del 15 de febrero se sustituye por el 22 de febrero, según consta en la última actualización del portal de operaciones de concentración de la Unión Europea. Una situación que en el sector se interpreta como el final del proceso para cerrar los últimos flecos de una operación que cumple ya un año en los despachos de Bruselas, sin contar los seis meses anteriores de pre-notificación.
«Habrá aprobación pronto», dicen fuentes relacionadas con estas conversaciones a THE OBJECTIVE. Este diario ya informó hace unas semanas que ya había culminado la fase de consultas entre todos los actores y operadores del mercado por lo que el plácet definitivo se esperaba para el mes de febrero, cerca de la fecha límite impuesta por el regulador para estudiar la operación. Este nuevo plazo no alteraría estas previsiones, según los actores consultados.
Este periódico también ha indicado que el análisis de la CE prácticamente no variará el pacto original firmado entre Orange, MásMóvil y Digi para la cesión de activos que la joint venture deberá realizar para no alternar la competencia en el mercado español. Esto supone que el acuerdo vinculante firmado entre las partes no tendrá casi ajustes, lo que permitirá acelerar el proceso de autorización definitiva.
Acuerdo con Digi
El pasado 12 de diciembre Orange y MásMóvil firmaron el acuerdo vinculante con Digi mediante el cual cedían 60 MHz de espectro radioeléctrico de Yoigo por 120 millones de euros, más otros 20 millones si se cumplen determinados condicionantes. Del mismo modo, se cerró una opción para que la operadora rumana tuviese acceso a un contrato mayorista con Orange para su red móvil cuando terminase su compromiso con Telefónica a partir del año 2027.
Un pacto que se comenzó a negociarse en julio tras el pliego de objeciones de Bruselas que seguía advirtiendo de los riesgos de concentración y de la posibilidad de que el nuevo gigante (líder del mercado por clientes) subiese precios. Precisamente, el acuerdo de remedies tardó al menos cuatro meses porque estuvo en todo momento supervisado por la UE, que impuso su tesis de reforzar el mercado con un cuarto operador, en este caso Digi, y no Avatel como pedía la joint venture.
Este es el principal motivo por el cual la CE no prevé realizar cambios sustanciales en el pacto firmado con Digi, ya que gran parte de lo firmado ya ha sido monitorizado por los equipos de Bruselas. Durante este último mes, y tras activar el reloj a mediados de diciembre, el principal procedimiento en marcha ha sido el market test mediante el cual se ha preguntado a todos los actores del mercado cuál es su opinión de la fusión, qué le parece el pacto alcanzado de remedies y si es que tenían alguna sugerencia.
Plazos de Orange
Para negociar este pacto, a mediados de este mes la UE paró el reloj del expediente, que volvió a activar en diciembre tras el cierre de estas negociaciones. Desde entonces se han estado cerrando los últimos flecos de la autorización definitiva. Respecto a Orange y MásMóvil, sus procesos administrativos para constituir la nueva compañía no deberían tardar más de dos meses.
La joint venrture tiene que firmar los contratos y definir la ecuación de canje y el peso definitivo de las dos compañías en la nueva empresa. El pacto se cerró en 7.800 millones de euros para Orange España y 10.900 millones para MásMóvil (2.000 millones de Euskaltel y otros 6.000 millones de deuda) y no se esperan cambios sustanciales en estas cifras.
Posteriormente, deberán ir a la banca para financiar la operación. Tendrá que ratificar su rating, un proceso donde las operadoras esperan que esté más cerca del BBB+ de Orange que del B+ de Lorca (MásMóvil), según metodología de Fitch; y luego acudir al sindicato bancario con el que han acordado el préstamo y cerrar los flecos de los 6.600 millones que ya se han preconcedido.
Finalmente, deberán reorganizar los departamentos, definir sus principales directivos y la forma en que se integrarán los departamentos duplicados. Un procedimiento que ya ha comenzado a perfilarse desde comienzos de este año, pero que no se hará público hasta que la nueva sociedad esté en marcha.