Los bancos sufren otro agujero de 500 millones de euros con su cartera de inmuebles
Caixabank y Santander acumulan prácticamente todas las pérdidas, aunque BBVA deja de mermar el roto conjunto
Los bancos han sufrido otro agujero de algo más de 500 millones de euros por su cartera de inmuebles adjudicados por impagos. Las entidades no logran quitarse este lastre del todo, que vienen arrastrando desde la pasada crisis financiera, cuando tuvieron que quedarse con ingentes cantidades de pisos y suelos por las insolvencias de los clientes, tanto particulares como promotoras.
De acuerdo con los datos recopilados por THE OBJECTIVE, los mayores bancos registraron el año pasado pérdidas de 506 millones en conjunto en sus principales filiales tenedoras de estos activos deteriorados. La cifra no incluye al Sabadell, aunque su influencia en los números no es significativa, ya que en 2022 el resultado negativo de su inmobiliaria de apenas 21 millones.
En 2023 ni siquiera BBVA ha ganado dinero con sus dos divisiones, Anida y Unnim Inversiones Inmobiliaria, a diferencia de lo que ocurrió en el ejercicio anterior, que en conjunto sumaron unas ganancias de 34 millones. Estas dos compañías, eso sí, tampoco acumularon pérdidas.
El agujero de los últimos 12 meses se elevó 25% superior, ya que en 2022 el conjunto de las entidades más relevantes se anotaron por los inmuebles algo menos de 400 millones. El incremento se debe sobre todo un peor desempeño de Caixabank y el Santander, los dos bancos que tiene una cartera mucho más significativa.
En concreto, Caixabank cuenta con dos inmobiliarias. Una, Buildingcenter, que aglutina los pisos y suelos de sus clientes y otra, Livingcenter, que creó en 2021 para gestionar los activos adjudicados de la extinta Bankia, una vez se produjo la absorción de esta última. En total el grupo catalán ha asumido un roto de 347,4 millones por ambas, un 17% más que en 2022, debido a que el deterioro de la primera se ha duplicado ya que en la segunda las pérdidas fueron muy inferiores y se limitaron a 50,4 millones.
El Santander, por su parte, tiene como tenedora de referencia la sociedad Altamira Real Estate, que empeoró sus números rojos un 40%, hasta los 152 millones, según recoge su informe anual. En cuanto a Bankinter, su inmobiliaria ha reducido su agujero de los 11 a los 7,5 millones de euros.
Que Caixabank y el Santander sean los dos bancos con el golpe más abultado se debe a que son los que disponen de las dos mayores carteras de adjudicados. En conjunto, las cinco entidades –incluyendo el Sabadell– suman pisos y terrenos en España por un valor bruto de 11.550 millones de euros.
Este volumen se ha reducido en los últimos 12 meses en 3.245 millones gracias sobre todo a las ventas de lotes de activos a los fondos de inversión y a pesar de la situación por la que atraviesa el sector inmobiliario debido a la subida de los tipos de interés, que ha desplomado las operaciones de compra por parte de los particulares.
El banco que acumula más adjudicados en su balance es el Santander, con más de 5.500 millones de euros. Detrás se sitúa Caixabank, con inmuebles por valor de 4.118 millones. El Sabadell dispone de adjudicados por 971 millones, mientras que BBVA, por 909 millones. Bankinter es sin lugar a dudas la entidad con menor volumen de ladrillo, con tan solo 47 millones.
Los bancos esperan que a lo largo de 2024 las operaciones vuelvan a recuperar cierto brío y, con ello, poder desaguar un número más elevado de viviendas gracias a la reactivación del canal minorista, además de atraer a nuevos fondos para que se hagan con paquetes más relevantes y a un precio mejor, con el que reducir las provisiones y, por tanto, las pérdidas que se tienen que anotar.
Las expectativas más positivas obedecen a las bolsas de demanda que están ahora embolsadas por el alza del precio oficial del dinero, y por las previsiones que apuntan a que el BCE empezará a bajar los tipos de interés a partir de verano. Este escenario permitirá que las compraventas de pisos vuelvan a coger velocidad, aunque los bancos no prevén que el mercado crezca en el conjunto del ejercicio. Tan solo se minimizará la caída que ha experimentado en 2023. Un descenso que consideran que es normal y que hay que analizarlo teniendo en cuenta la subida excepcional de 2022.