El alquiler por meses que el Gobierno quiere regular se dispara y representa ya más del 10%
Este jueves se ha celebrado la segunda reunión del grupo de trabajo sobre la regulación de los contratos de temporada
El sector ya lo avisó durante 2023, antes de la aprobación de la Ley de Vivienda, tal y como contamos entonces en THE OBJECTIVE. Y ha sucedido. El control de precios y la incertidumbre generada en el sector ha desviado la oferta de alquiler tradicional hacia otras modalidades como el alquiler de temporada y el turístico. Concretamente, los alquiles por meses siguen disparados y ya representan entre un 10 y un 12% del total de la vivienda en alquiler, según diversas fuentes consultadas.
Para intentar paliar esto, el Gobierno creó hace unas semanas un grupo de trabajo para legislar sobre los contratos temporales. Este jueves, en la segunda reunión del grupo, el Consejo General de los COAPI ha remarcado que «la contratación de forma temporal de una vivienda es una tipología necesaria de contrato que responde a una casuística de los diferentes motivos que puedan concernir en esa necesidad».
También han asegurado que si en el último año se ha producido una fuga hacia este tipo de contrato es «por una inadecuada regulación de la contratación arrendaticia de vivienda habitual y no por modificaciones en el contrato de alquiler de temporada». Una modalidad que sigue aumentando su relevancia en el mercado inmobiliario en detrimento de los arrendamientos permanentes, como consecuencia «de las sucesivas políticas que están empujando este fenómeno», tal y como apuntan desde el portal idealista.
El 11% del mercado
Según su último estudio, en el primer trimestre de 2024 el peso de este tipo de alquileres llegó hasta el 11% del mercado, con un incremento interanual de la oferta del 56% interanual, mientras que la oferta de alquileres permanentes se redujo un 15% en el mismo periodo. Por ejemplo, según los datos del portal inmobiliario, en San Sebastián y Barcelona el 30% de las viviendas que se ofrecen lo hacen para el alquiler de temporada, mientras que en Cádiz lo hacen el 21% del total. Les siguen Badajoz (18%),
Madrid (15%), Valencia (13%) y Málaga (13%). Por debajo de esta cifra se encuentran los mercados de Palma, Santander y Bilbao (con el 11% en los tres casos).
El sector inmobiliario ya anticipaba hace más de un año un boom de esta modalidad que, por el momento, escapa del control de precios del Gobierno en materia de alquiler. «Lo que más habitual ha sido el trasvase hacia licencias de temporada. Estos alquileres se han disparado ante el temor de los propietarios de quedar atrapados en la nueva ley», explican fuentes de una inmobiliaria con gran volumen de negocio a THE OBJECTIVE.
En contraste, los alquileres de larga estancia continúan disminuyendo en la mayoría de las grandes ciudades, siendo Palma la más afectada con una caída del 19%. «Las viviendas en alquiler permanente, regidas por la LAU, también han experimentado una reducción, acumulando una disminución interanual del 12%», explican en este caso desde GuestReady. Un fenómeno que se ha producido al calor de la Ley de la Vivienda, según esta fuentes, pero también por otros motivos como son los cambios sociales que han generado diferencias en la demanda.
Cambios en la demanda
El alquiler por meses, estaba originalmente dirigido a estudiantes, profesionales temporales y viajeros de negocios, ahora se ha expandido para incluir a una variedad más amplia de inquilinos, como los nómadas digitales y aquellos que buscan flexibilidad debido al teletrabajo. Unos cambios sociales que se han acelerado tras la pandemia. Este enfoque flexible está atrayendo a una variedad de inquilinos, desde profesionales remotos que trabajan desde otras ciudades o países, hasta aquellas personas que necesitan una estancia temporal en una ciudad por diversas razones.
El alquiler a medio plazo abarca períodos de uno a 11 meses. «Estamos presenciando un cambio significativo en la dinámica del mercado de alquiler. El alquiler por meses ahora se ofrece a una gama mucho más amplia de personas, ya que permite una mayor flexibilidad en términos de precios y condiciones contractuales», apunta Lorenzo Ritella, Country Manager de GuestReady en España.
Controlar el fraude
Desde el sector señalan que en la mayoría de los casos, precisamente debido a esos cambios sociales, los contratos de temporada o por meses están totalmente justificados y responden a un aumento de la demanda. Visto este aumento de la demanda y ante la incertidumbre que ha generado en el sector la Ley de Vivienda, la recomendación que muchas inmobiliarias hacen a los propietarios es precisamente destinar su vivienda a este tipo de alquiler. No obstante, desde el sector reconocen que hay casos puntuales en los que puede estar ocurriendo algún tipo de fraude.
Por ello, en el marco del grupo de trabajo organizado por el Gobierno, desde los Coapi llaman a un mayor control de este tipo de arrendamientos. Por un lado proponen que en los contratos de temporada conste una cláusula expresa sobre el motivo del uso temporal distinto al de vivienda del inmueble arrendado y que se adjunte, como anexo, la documentación que acredite el uso que se especifica en el contrato, haciendo constar en el contrato la relación de documento/s que se adjuntan como Anexo y acreditan el uso temporal de la vivienda. Además, piden que en el contrato de temporada se haga constar la renuncia expresa a cualquier derecho de adquisición de la vivienda vinculada a la posible transmisión de esta durante la duración del contrato.