El uso del 5G sigue siendo escaso en España: su tráfico apenas alcanza al 6,5% del total
Un informe de NAE refleja que un mayor despliegue en la banda de 3,5 GHz se asocia a un salto claro en las prestaciones
El porcentaje de tráfico móvil que se cursa por redes 5G viene creciendo de manera continua en España, aunque todavía es escaso comparado con el total de tecnologías que se utilizan en nuestro país. Durante el tercer trimestre de 2023 supuso el 6,48% del total, un pequeño crecimiento respecto a periodos anteriores, pero que sigue por debajo del uso de 4G con más de un 90%. Así lo refleja el informe trimestral Barómetro Telco, elaborado por la consultora NAE y al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
El análisis de la consultora indica que la lentitud con la que avanza el 5G en España está directamente relacionada con el despliegue que han hecho las operadoras centrado en las bandas con menores prestaciones, que han privilegiado la capilaridad más allá de las mejoras reales que pueden percibir los clientes de la nueva tecnología. Este 5G ‘real’ solo ha sido lanzado de manera comercial por MásOrange y Telefónica, pero todavía de manera muy acotada y en grandes urbes, mientras que Vodafone lo reserva para la construcción de redes privadas en empresas e instituciones.
El 5G stand alone usa infraestructura propia sobre la banda de 3,5 GHz, y permite desplegar todo su potencial en entornos industriales, ciudades conectadas o coches inteligentes. El actual 5G de las operadoras -lanzado hace cuatro años por Vodafone y desplegado en banda de 700 MHz-es mayoritariamente non stand alone (NSA) que aunque permite ver contenidos en streaming sin mayores problemas o jugar partidas de videojuegos online con más velocidad, presenta un cambio poco perceptible para el usuario final. Su red además está construida sobre infraestructura 4G.
Banda de 3,5 GHz
La dificultad radica en que desplegar estas infraestructuras es mucho más caro en la banda de 3,5 GHz que en la 700 MHz utilizada hasta ahora. El informe de la consultora NAE dice que en el caso de Orange (actualmente MásOrange) la ocupación de los sites (estaciones de telecomunicaciones) en la banda de 700 MHz es del 51,2% y solo el 13,3% en la banda de 3,5 GHz. Un porcentaje que se equilibra hasta el 40,9% y el 23,9% en Telefónica y al 31,8% y 8,8% en Vodafone.
Para NAE los datos parecen sustentar la idea de que un mayor despliegue en la banda de 3,5 GHz se asocia a un salto claro en las prestaciones de red que los clientes acaban percibiendo y que el despliegue se realiza ‘activando’ las diferentes bandas de 5G en sitios que ya existen y están en uso en 4G. «El parámetro clave del despliegue es, entonces, la ocupación de sitios 4G con 5G», indican.
Por otro lado, el porcentaje de tráfico móvil que se cursa por redes 5G viene creciendo de manera continua y durante el tercer trimestre de 2023 supuso el 6,48 % del total. Orange, el único operador que reporta esa magnitud periódicamente, declara que al finalizar 2023 tenía 3,3 millones de clientes 5G, alrededor de un 29% de su base de clientes móviles de pospago (convergentes y contrato solo móvil). Para la misma fecha se declaraba una cobertura 5G del 84 % de la población con todas las tecnologías. Telefónica también declara una cobertura por encima del 80% aunque no da datos de la penetración del 5G real.
5G en Europa
El informe también detecta importantes diferencias entre las velocidades de conexión en las grandes urbes y los pueblos. Dependiendo del operador utilizado, en las localidades de la España rural su velocidad fluctúa entre el 72% y el 89% de la rapidez conseguida en ciudades. Hay un claro progreso en los últimos tres años que iguala las prestaciones cuando la red 5G está disponible, pero continúan existiendo diferencias que varían en función de la estrategia de las compañías.
Pero NAE advierte que el retraso en España es común a Europa ya que el continente no ocupa una posición de liderazgo en redes móviles de 5G al tiempo que pierde cada vez más terreno frente a Asia o Estados Unidos. Y dicen además que el retraso de Europa respecto al desarrollo de 5G ha alcanzado proporciones sistémicas, como reconocen las propias operadoras asociadas en ETNO (European Telecommunications Network Operators’ Association) y la Comisión Europea.
El diagnóstico de las operadoras, recogido directamente en su informe, alude fundamentalmente a las enormes dificultades para rentabilizar la inversión requerida, un problema que también reconocen las compañías españolas. De hecho, el argumento recurrente de Telefónica, MásOrange y Vodafone es que todavía no existe demanda de servicios 5G de última generación por lo que no es necesario hacer todavía despliegues masivos en la banda de 3,5 GHz.