Trump elevará los aranceles a la UE y China y limitará estímulos a las energías limpias
En nuevo presidente de Estados Unidos prometió en campaña mayores estímulos fiscales y reducción de impuestos
La victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos abre un escenario económico que podría tener importantes repercusiones en Europa. El candidato republicano ha prometido una agenda que redoblará el proteccionismo comercial de la primera economía del mundo con un alza en los aranceles de los productos de la UE y de China, además del fin a algunos estímulos para energías verdes, lo que añadiría más presión a la guerra comercial mundial y generaría un total divorcio con los objetivos comunitarios.
Los expertos coinciden en señalar que gracias a su nueva mayoría en las dos cámaras y al total control que tiene del Partido Republicano, Trump probablemente no tenga ningún problema en sacar adelante -y de manera exprés- su agenda de reformas. Esto garantiza que cualquier subida de aranceles se aplicaría de forma rápida y contundente. «Los mercados ya descontando la probabilidad de una victoria de Trump, sin embargo, parece probable que los republicanos arrasen en el Congreso, lo que facilitará que el partido promulgue su agenda política», indica Blair Couper, director de inversiones de abrdn.
En campaña, el candidato propuso un arancel universal del 10% lo que podría afectar a las exportaciones europeas y (según algunos cálculos) recortaría el PIB del continente hasta en un 1,5% o unos 260.000 millones de euros. De todas maneras, hay que esperar a ver cómo y cuándo se concreta esta promesa de campaña, aunque lo cierto es que, según señala Gordon Shannon, gestor de TwentyFour AM, con toda seguridad «la atención se desplazará a las repercusiones inflacionistas de los aranceles».
Trump y los aranceles
Por otro lado, los analistas de J. Safra Sarasin Sustainable AM indican que «es previsible un elevado riesgo de aranceles a las importaciones de energías limpias, en particular a los equipos solares y de almacenamiento procedentes de China«. Aunque agregan que esto no es nuevo, ya que tanto las administraciones demócratas como las republicanas han utilizado y ampliado los aranceles. «Creemos que cualquier nuevo arancel incentivará a los promotores a instalarse más en el país e impulsar sus cadenas de suministro, lo que debería beneficiar a los fabricantes nacionales de equipos solares y de almacenamiento», concluyen.
Otro de los movimientos económicos de Trump puede ser la derogación de determinados componentes de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), una ley federal aprobada en 2022 por Joe Biden para frenar la inflación mediante la reducción del déficit, la reducción de los precios de los medicamentos recetados y la inversión en la producción de energía doméstica al tiempo que ofrecía estímulos para la energía limpia.
«En este escenario, creemos que las áreas que podrían estar bajo presión son las empresas con más probabilidades de estar sujetas a aumentos de aranceles y las áreas de la IRA que son más fáciles de derogar, como los fabricantes de automóviles europeos, los vehículos eléctricos y la energía eólica marina», dice Couper.
Mayores estímulos
En J. Safra Sarasin Sustainable AM son algo más optimistas, indicando que la transición ecológica está muy avanzada y es demasiado global para que pueda descarrilar con el triunfo de Donald Trump, «ya que ahora está impulsada más por las fuerzas del mercado que por la política». No obstante, agregan, «el líder republicano influirá en la evolución de la situación, por ejemplo, dando prioridad a determinadas inversiones en infraestructuras o inclinando la balanza del lado del comercio internacional».
También es probable que los precios de las acciones de las empresas estadounidenses con cadenas de suministro en China reaccionen negativamente, mientras que es probable que la fabricación nacional y las empresas estadounidenses de pequeña y mediana capitalización obtengan mejores resultados.
El caso es que Trump también ha prometido mayores estímulos a la economía en forma de ayudas a empresas, a lo que se podrían sumar además la reducción de determinados impuestos. En este punto, los expertos advierten que esto podría generar presiones inflacionistas y que podrían subir los precios, paradójicamente una inflación que fue uno de los elementos decisivos por los que el candidato republicano finalmente ha ganado las elecciones.
Reacción de los mercados
¿Y los mercados? La bolsa reacciona de manera favorable porque una rápida victoria de Trump elimina cualquier incertidumbre y porque se prevén beneficios para empresas industriales. «Los futuros sobre acciones estadounidenses han subido más de un 1%. Los mayores beneficiados serán los sectores e industrias que acojan un entorno normativo más favorable a los negocios, incluidas las empresas energéticas de combustibles fósiles, los servicios financieros y las empresas de menor capitalización. El temor a que se limiten los precios de los medicamentos recetados disminuirá, lo que estimulará la prosperidad del sector farmacéutico», indica Stephen Dover, Head of Franklin Templeton Institute.
Diferente es la reacción del mercado de renta fija. Los rendimientos del Tesoro a diez años están acercándose al 4,50% ya que los inversores en renta fija reaccionan ante la probabilidad de que los recortes fiscales no vayan acompañados de una contención significativa del gasto. El mercado de renta fija también prevé un mayor crecimiento y posiblemente una mayor inflación. Esta combinación podría ralentizar o incluso detener los recortes de tipos previstos por la Reserva Federal.
Al mismo tiempo, el dólar estadounidense avanza en los mercados de divisas, impulsado por la combinación del incremento de los rendimientos de los bonos estadounidenses y la previsión de fuertes entradas en los mercados de valores públicos y privados de EEUU. Del mismo modo, el bitcoin escalaba a un nuevo máximo histórico por encima de los 75.000 dólares.